Vacunas contra COVID aumentan notoriamente riesgo de miocarditis tras segunda dosis, dice estudio

Por Enrico Trigoso
08 de julio de 2022 4:07 PM Actualizado: 08 de julio de 2022 4:07 PM

Otro estudio revisado por expertos y basado en el monitoreo pasivo, en Ontario, Canadá, reveló que la tasa de los casos de miocarditis es mayor en los hombres jóvenes que en las mujeres, y también mayor después de la segunda dosis de una vacuna contra COVID-19 de ARNm, que de una primera dosis.

El 17 de junio, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) concedió la autorización de uso de emergencia a las vacunas Moderna y Pfizer para niños incluso desde los 6 meses de edad.

El 24 de junio, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) empezaron a recomendar las vacunas COVID a todas las personas de 6 meses o más y las dosis de refuerzo contra COVID-19 para «todas las personas de 5 años o más».

El Dr. Sanjay Verma, cardiólogo de California, dijo a The Epoch Times que las agencias hacen esto «independientemente de la estratificación del riesgo o de la infección previa por el SARS-CoV2 (virus causante de COVID) y los CDC siguen afirmando que las vacunas contra COVID-19 son ‘seguras y eficaces’ utilizando los datos procedentes en su mayoría de la base de datos Vaccine Adverse Event Reporting System (Sistema de notificación de eventos adversos de vacunas conocido como VAERS), complementados con el enlace de datos de seguridad de vacunas Vaccine Safety Datalink (VSD)».

Estudios anteriores han mostrado una rápida disminución de la eficacia de la vacuna en niños y adolescentes durante los primeros meses después de completar la vacunación.

«La disminución de la eficacia de la vacuna plantea entonces la cuestión de si los beneficios compensan los riesgos en niños sanos y adultos jóvenes, dado el conocido aumento, aunque poco frecuente, del riesgo de miocarditis», dijo Verma.

La nueva investigación tuvo como objetivo evaluar la asociación entre productos de vacunas específicas y las diferencias en las tasas de miocarditis o pericarditis; además de estimar las tasas en función de la edad, el sexo, el número de dosis y el intervalo entre las inyecciones.

Se encontraron 97.3 casos de miocarditis por millón de dosis de la vacuna BNT162b2 (Pfizer) en varones de 12 a 17 años y 299.5 por millón de dosis de la vacuna ARNm-1273 (Moderna) en varones de 18 a 24 años.

El estudio, realizado con cobertura poblacional, se llevó a cabo entre diciembre de 2020 y septiembre de 2021 y se publicó el 24 de junio. Se «utilizaron datos del registro de vacunas contra COVID-19 de Ontario y del sistema de vigilancia pasiva de la seguridad de las vacunas».

«Como los autores también mencionan en la discusión, esto es sustancialmente más alto que los datos del VAERS informados por los CDC (38.5 por millón para las dosis de ARNm-1273 en los hombres y 69.1 por millón de dosis de BNT162b2 para los hombres de 16 a 17 años)», dijo Verma.

«Además, según añaden los autores, utilizando datos de cuatro bases de datos de reclamaciones, la FDA informó de una tasa de 283 casos de miocarditis por millón de dosis de ARNm-1271 para varones de 18 a 25 años. Esta tasa es más cercana a la encontrada en este estudio (299.5 por millón). Los autores notaron que según los datos de la Vaccine Safety Data (VSD), la tasa ajustada de miocarditis o pericarditis era 2.72 veces mayor para la segunda dosis de ARNm-1273 que para la segunda dosis de BNT162b2».

Vacunación infantil

El Dr. James Thorp, experto en medicina materno-fetal, cree que los niños no deberían recibir la vacuna.

«No hay absolutamente ninguna base para administrar inyecciones experimentales letales a bebés y niños. No hay absolutamente ningún dato epidemiológico o clínico que lo respalde. No hay ninguna ‘autorización de uso de emergencia’ cuando no hay ninguna emergencia», dijo Thorp a The Epoch Times.

Thorp cree que las vacunas causarán mucho más daño que beneficio y que el virus del Partido Comunista Chino, conocido con SARS-CoV-2, puede ser tratado con otros métodos.

«Las inyecciones de COVID-19 nunca fueron necesarias. El veredicto científico es claro y el 95 por ciento de las muertes por COVID-19 se previenen con terapias tempranas con nutracéuticos, vitaminas y medicamentos reutilizados», dijo Thorp.

Las consideraciones clínicas provisionales de los CDC dicen, en relación con los problemas de intercambiabilidad de las vacunas de diferentes fabricantes (cuando uno toma una primera dosis de Pfizer y luego una segunda de Moderna), que «en situaciones excepcionales en las que no se pueda determinar o no esté disponible el producto de vacuna basado en ARNm administrado para una o varias dosis anteriores de la serie primaria, se podrá administrar cualquier producto de vacuna basada en ARNm contra COVID-19 apropiada para la edad».

En cuanto a los refuerzos de la vacuna, las recomendaciones de los CDC son: «Se puede utilizar cualquier vacuna de ARNm apropiada para la edad para la(s) dosis de refuerzo: puede ser la misma vacuna de ARNm que la serie primaria (dosis de refuerzo homóloga) o una vacuna de ARNm diferente (dosis de refuerzo heteróloga)».

Verma dijo que «sin embargo, en el Contenido Suplementario en Línea de este estudio, los autores informan de que cuando las vacunas son mixtas (es decir, la dosis 1 y la dosis 2 son de fabricantes diferentes), la tasa de miocarditis puede alcanzar los 799 por millón si la ARNm-1273 es la segunda dosis después de la dosis inicial de BNT162b2. Por lo tanto, el riesgo con la dosis heteróloga es 2.67 veces mayor que con la dosis homóloga».

La miocarditis se refiere a la inflamación del músculo cardíaco, una afección potencialmente mortal. Hay muchas causas establecidas para esta afección cardíaca. La causa principal, según los descubrimientos más recientes de la ciencia moderna, son los virus; pero durante la pandemia, las vacunas contra COVID basadas en el ARNm se han ganado un lugar entre las principales sospechosas de miocarditis.

Protestas de Nueva York

El miércoles, unos 20 policías bloquearon un centro de vacunación de Nueva York debido a los manifestantes que protestaban contra la aplicación de vacunas a los niños y bebés.

El 2 de julio, se registraron manifestaciones frente a un centro de vacunación en Times Square donde los activistas rogaban a los padres que llevaban a sus hijos al centro para que no los vacunen, pidiéndoles que investiguen un poco más antes de someterse a un procedimiento médico potencialmente irreversible.


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