Los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19 han generado una gran atención pública. Investigaciones recientes han revelado que muchas mujeres experimentan irregularidades menstruales después de la vacunación, y las mujeres posmenopáusicas podrían incluso enfrentar un mayor riesgo de sangrado vaginal, lo que podría indicar lesiones precancerosas o cáncer de endometrio en etapa temprana.
Wei-Ling Chou, especialista en medicina tradicional china (MTC) del Keelung Chang Gung Memorial Hospital de Taiwán, explicó que cuando las vacunas desencadenan una respuesta inmune, aquellos con sistemas inmunológicos robustos pueden aliviar rápidamente los síntomas, mientras que los individuos con inmunidad más débil podrían experimentar más síntomas severos. En tales casos, la medicina tradicional china o la acupuntura complementarias pueden ayudar a regular el cuerpo, mantener el equilibrio inmunológico y brindar alivio.
Sangrado vaginal repentino en mujeres posmenopáusicas
El 22 de septiembre, Science Advances publicó un estudio en el que un equipo de investigación observó las condiciones de 21,925 mujeres menopáusicas o perimenopáusicas en Noruega tras recibir la vacuna contra la COVID-19. Cerca de la mitad de las participantes informaron haber experimentado sangrado vaginal dentro de las cuatro semanas posteriores a recibir la primera o la segunda dosis de la vacuna.
Los investigadores encontraron que las mujeres posmenopáusicas enfrentaban un riesgo de sangrado vaginal de dos a tres veces mayor en las cuatro semanas posteriores a la vacunación en comparación con antes de la vacunación. Las mujeres en la fase perimenopáusica, que se refiere al período cercano a la menopausia y hasta un año después, experimentaron un aumento de tres a cinco veces en su riesgo de sangrado vaginal después de recibir la vacuna.
Entre las mujeres premenopáusicas, quienes recibieron la vacuna Moderna tenían un riesgo 32 por ciento mayor de experimentar sangrado vaginal que las que recibieron la vacuna Pfizer.
Además, dos estudios a gran escala realizados en Estados Unidos y Suecia utilizando sistemas de registros médicos encontraron que el riesgo de hemorragia posmenopáusica aumentaba en un 21 y un 14 por ciento, respectivamente, en comparación con antes de la vacunación.
La investigación sugirió que esto podría estar relacionado con la proteína de pico del virus contra la COVID-19 utilizada en la vacuna.
El sangrado posmenopáusico suele considerarse un problema médico grave, potencialmente un signo temprano de enfermedades como el cáncer de endometrio y las lesiones precancerosas. «La causa del sangrado después de la vacunación aún no está clara, pero si se confirma como un efecto secundario conocido de la vacuna, los médicos pueden tenerlo en cuenta al evaluar el estado del paciente», dijo Kate Clancy, antropóloga biológica de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, a Nature.
Las vacunas también pueden provocar períodos menstruales prolongados. Según un estudio publicado en BMJ Medicine, la vacunación contra la COVID-19 se ha asociado con un aumento de la duración del ciclo menstrual. La investigación analizó a 19,622 personas (con una edad promedio de 30 años), incluidas 14,936 que recibieron la vacuna y 4686 que no. Los resultados mostraron que las personas que recibieron la primera y segunda dosis de la vacuna experimentaron un aumento en la duración de su ciclo menstrual de menos de un día, pero aquellas que recibieron dos dosis de la vacuna contra la COVID-19 en un mes vieron una extensión de 3.7 días. en sus periodos menstruales.
Los investigadores también observaron un aumento significativo en la proporción de personas que experimentaron un aumento en la duración del ciclo de más de ocho días, con un 13.5 por ciento entre quienes recibieron la vacuna y un 5 por ciento entre quienes no.
Efectividad del tratamiento antiguo para las irregularidades menstruales
La Sra. Liao, una mujer taiwanesa de 35 años, recibió su tercera dosis de la vacuna contra COVID-19 a mediados de enero. Poco después, su menstruación se volvió anormal y duraba aproximadamente dos semanas, seguida de otro episodio de sangrado abundante que duró dos o tres días. Además, tuvo dos ciclos menstruales en un mes. Después de someterse a un examen médico occidental, que no reveló cambios patológicos, experimentó otro episodio de sangrado abundante aproximadamente una semana después. Esto la impulsó a buscar ayuda con la medicina tradicional china.
La Sra. Chou señaló que la Sra. Liao tenía ciclos menstruales regulares con un flujo sanguíneo normal antes de la vacuna. La Sra. Chou recetó Gui Zhi Fu Ling Wan (que contiene Ramulus Cinnamomi y Poria) combinado con hierbas que eliminan el calor y refrescan la sangre para eliminar el calor residual del cuerpo del paciente. Después de eso, los ciclos menstruales de la Sra. Liao volvieron a la normalidad.
La Sra. Chou explicó que una vez que la vacuna ingresa al cuerpo, desencadena una respuesta inmune, que puede apuntar al útero de las mujeres, lo que lleva a la retención de «calor patógeno» (calor interno dentro del cuerpo). Esto puede provocar síntomas como sangrado intermenstrual. Desde la perspectiva de la medicina tradicional china, se la ve como una lucha entre el bien (la inmunidad natural del cuerpo) y el mal (factores patógenos). Si la inmunidad del cuerpo es lo suficientemente fuerte, los síntomas desaparecerán rápidamente. De lo contrario, podrían aparecer síntomas más pronunciados.
Algunas hierbas mencionadas en este artículo podrían resultarle desconocidas, pero generalmente están disponibles en tiendas naturistas y supermercados asiáticos. Es importante tener en cuenta que los métodos de tratamiento pueden variar según el individuo. Consulte con un profesional de la salud para obtener un plan de tratamiento específico.
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