Las personas que se contagiaron de la variante Delta del virus del PCCh después de estar totalmente vacunadas tienen un nivel de carga viral máxima similar al de sus homólogos no vacunados, según sugiere un nuevo análisis realizado en el Reino Unido.
Esto sugiere que un individuo vacunado y otro no vacunado, mientras estén infectados con la variante, eliminarán cantidades similares del virus en cualquier momento durante el pico de su enfermedad.
Esto contrasta con los resultados observados cuando la variante Alfa era dominante en el Reino Unido.
«Con Alfa, las personas con dos dosis tenían niveles realmente bajos de virus», dijo Sarah, coautora del estudio dirigido por la Universidad de Oxford.
«Cuando Delta empezó a entrar, lo primero que ocurrió fue que los valores del virus subieron y ahora realmente no vemos ninguna diferencia en la cantidad de virus que la gente recibe si se infecta después de la vacunación», dijo la profesora de estadística médica y epidemiología.
Por lo tanto, añadió, si una persona totalmente vacunada se infecta, «tendrá niveles de virus similares a los de alguien que no se haya vacunado en absoluto».
Sin embargo, el estudio (pdf), que aún no ha sido revisado por pares, dijo que aún no está claro en qué medida esto se traduciría en nuevas infecciones.
«Es posible que un mayor porcentaje de virus sea inviable en los vacunados, y/o que su carga viral también disminuya más rápidamente, como sugiere un estudio reciente de pacientes hospitalizados con Delta, lo que llevaría a períodos más cortos de ‘riesgo’ de transmisión en adelante», se lee en el preimpreso.
El estudio de Oxford analizó los datos de más de tres millones de pruebas de hisopo tomadas en hogares al azar de todo el Reino Unido. El estudio se asemeja a las conclusiones de un análisis anterior realizado por Public Health England, que analizó los datos de Inglaterra.
En el Reino Unido existen actualmente tres vacunas contra el virus del PCCh (Partido Comunista Chino): Pfizer/BioNTech, que se puso en marcha el 8 de diciembre del año pasado; Oxford-AstraZeneca, que se puso en marcha el 4 de enero pero que ya no se recomienda para los menores de 40 años desde el 7 de mayo; y Moderna, que estaba disponible desde el 7 de abril.
El estudio señaló que los limitados datos del mundo real sugieren que una dosis de la vacuna Moderna parecía ser más eficaz que una dosis de la vacuna de Pfizer o AstraZeneca, pero el resultado puede estar sesgado porque la edad media de las personas que recibieron las vacunas Moderna es más joven porque la vacuna no estaba disponible cuando la población de más edad se vacunó.
Los investigadores también afirmaron que los datos sugieren que dos dosis de la vacuna de Pfizer o de AstraZeneca «seguían proporcionando al menos el mismo nivel de protección en comparación con haber tenido COVID-19 anteriormente por medio del contagio natural» y que las vacunas han potenciado la inmunidad natural.
Según el estudio, la eficacia de las vacunas de Pfizer o AstraZeneca para prevenir las infecciones se redujo al 75 por ciento y al 61 por ciento, respectivamente, 90 días después de la segunda inyección.
Esta cifra es inferior al 85 por ciento y al 68 por ciento, respectivamente, observados dos semanas después de la segunda dosis. El descenso de la eficacia fue más pronunciado entre los mayores de 35 años que entre los menores de esa edad.
«Ambas vacunas, con dos dosis, siguen siendo muy eficaces contra Delta… Cuando se empieza muy, muy alto, se tiene un largo camino por recorrer», dijo Walker.
Walker no participó en el trabajo sobre la vacuna de AstraZeneca, que fue desarrollada inicialmente por expertos en inmunología de Oxford.
Los investigadores no quisieron proyectar cuánto más bajaría la eficacia con el tiempo, pero sugirieron que la eficacia de las dos vacunas estudiadas convergería en los 4-5 meses siguientes a la segunda inyección.
Con información de Reuters.
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