La variante más reciente del virus que causa la COVID-19 causa síntomas inusuales, pero esos síntomas son leves, según una importante médica sudafricana.
La Dra. Angelique Coetzee ejerce en Pretoria, la capital de Sudáfrica, uno de los países donde se detectó por primera vez la variante Omicron del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) a principios de este mes.
Coetzee recordó haber visto a una variedad de pacientes ingresar con síntomas no asociados con otras cepas del virus del PCCh, incluida una frecuencia cardíaca alta.
«Sus síntomas eran muy diferentes y muy leves de los que había tratado antes», dijo Coetzee a The Telegraph.
La mayoría de los pacientes que acudieron a su clínica y dieron positivo por la COVID-19 se sentían cansados.
Otros síntomas incluyeron dolor en los músculos y una tos leve, agregó Coetzee a Sputnik.
“No hay síntomas prominentes. De los infectados, algunos están siendo tratados actualmente en casa”, dijo.
Los síntomas más comunes de las variantes anteriores incluyen fiebre, tos seca y pérdida del gusto u olfato, aunque se sabe que algunos pacientes han sufrido fatiga. Un pequeño subconjunto de los infectados requiere atención hospitalaria para sus síntomas, y las muertes ocurren principalmente entre los ancianos y las personas con problemas de salud subyacentes graves como la obesidad y la enfermedad renal.
Las personas con la variante Omicron también se identificaron en Botswana y luego se detectaron en una lista de otras áreas, incluidos Hong Kong, el Reino Unido y los Países Bajos.
Muchas naciones han prohibido o restringido los viajes desde el sur de África debido a la preocupación de que sea más transmisible.
Pero los principales científicos sudafricanos dijeron a los periodistas el viernes que aún se sabe poco sobre Omicron.
Los científicos están tratando de recopilar más información sobre su transmisibilidad, si se puede evadir la inmunidad otorgada por las vacunas o la recuperación de COVID-19, y si causa una enfermedad grave a una tasa más alta que otras cepas.
«La información sobre el virus aún está evolucionando y no se pueden sacar conclusiones importantes hasta el momento», dijo el Dr. Christopher Nyanga, secretario de salud de Botswana, en un comunicado fechado el 26 de noviembre.
Coetzee le dijo a The Guardian que los expertos que sopesaban cómo la variante podría afectar a las personas estaban especulando.
“Podría ser que sea altamente transmisible, pero hasta ahora los casos que estamos viendo son extremadamente leves”, dijo. “Quizás dentro de dos semanas tenga una opinión diferente, pero esto es lo que estamos viendo. Entonces, ¿estamos seriamente preocupados? No. Estamos preocupados y estamos atentos a lo que sucede. Pero por ahora estamos diciendo: ‘Está bien, hay un gran revuelo por ahí. [No estamos] seguros de por qué’”.
La prohibición de los Estados Unidos a los viajeros del sur de África fue impulsada por el deseo de comprender mejor a Omicron, dijo el funcionario de salud, el Dr. Anthony Fauci, durante una aparición en televisión el sábado.
“Queremos darnos algo de tiempo para realmente llenar los espacios en blanco de lo que no sabemos en este momento”, dijo.
Sudáfrica informó el sábado 3220 nuevos casos de COVID-19 confirmados por laboratorio, un aumento del 9.2 por ciento con respecto al día anterior. Aún así, el promedio de casos diarios ha bajado considerablemente desde el verano, cuando alcanzó un máximo de alrededor de 11,500.
Solo se informaron 30 nuevos ingresos hospitalarios con COVID-19 en las últimas 24 horas, pero otro experto africano advirtió que Omicron podría sobrecargar los sistemas de salud.
“Me preocupa que a medida que aumenten las cifras, las instituciones de salud pública se verán abrumadas”, dijo en una sesión informativa reciente Rudo Mathivha, jefe de la unidad de cuidados intensivos del Hospital Baragwanath de Soweto.
Mathivha dijo que el hospital está atendiendo a pacientes diferentes a los de antes en la pandemia, incluidas más personas más jóvenes.
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