El gasto minorista en Estados Unidos creció en abril un cero por ciento, después de haber subido más de un 10 por ciento en marzo, cuando una ronda de cheques de estímulo llegó a las cuentas bancarias de los estadounidenses y las ventas minoristas aumentaron.
La Oficina del Censo de EE.UU. dijo en un comunicado el viernes (pdf) que el gasto minorista de EE.UU. se mantuvo plano en abril, mientras que los economistas encuestados por Reuters predijeron un aumento del 1 por ciento. El llamado gasto minorista básico, que excluye automóviles, gasolina, materiales de construcción y servicios alimentarios, cayó un 1.5 por ciento el mes pasado.
El gasto minorista aumentó un 10.7 por ciento en marzo, cuando muchos hogares recibieron cheques de estímulo por USD 1400, ya que las autoridades federales desembolsaron una ronda de pagos por impacto económico sustentada en la ley de ayuda pandémica de USD 1.9 billones. El gasto minorista experimentó un aumento similar en enero, cuando se envió una ronda anterior de cheques.
Los cheques de estímulo «abrieron un agujero en los bolsillos de los consumidores en esos meses y contribuyeron a grandes aumentos» en las ventas minoristas, dijo Tim Quinlan, economista senior de Wells Fargo, a The Wall Street Journal. «La euforia inmediata tras el estímulo podría estar desapareciendo».
Las ventas minoristas constituyen el componente de bienes del gasto del consumidor que representa más de dos tercios de la actividad económica de EE.UU. El gasto del consumidor aumentó a una tasa anualizada del 10,7 por ciento en el primer trimestre.
Los hogares han acumulado, al menos, 2.3 billones de dólares en exceso de ahorro durante la pandemia y muchos economistas creen que esto apuntalará el gasto este año, a pesar de las fuertes oscilaciones en la medida del gasto minorista a corto plazo.
Nick Reece, gerente de cartera de Merk Investments, le dijo a The Epoch Times en un comunicado enviado por correo electrónico que «los datos entrantes son consistentes con una recuperación económica en curso».
“La perspectiva a mediano plazo sigue estando respaldada por la holgura del mercado laboral, una curva de rendimiento pronunciada y la mejora de la confianza del consumidor”, dijo.
Aunque el gasto minorista se mantuvo sin cambios en abril, los compradores acudieron en mayor número a los centros comerciales del país, lo que supone un dato que apoya la opinión de que la recuperación del comercio minorista está en marcha.
El flujo de visitantes en una muestra de 50 centros comerciales en abril de 2021 mostró que, en comparación con abril de 2019, se redujo en un 18.7 por ciento, una notable mejora con respecto a los últimos meses, según un informe proporcionado a The Epoch Times por la firma de análisis de datos de localización de dispositivos móviles Placer.ai.
«En esta métrica la brecha de visitas pasó de una disminución del 23.7 por ciento en marzo a sólo el 18.7 por ciento en abril», dijo la compañía en el informe.
«Esta es la recuperación más grande que se ha visto desde el comienzo de la pandemia, y otra señal de que la recuperación del comercio minorista ya está en marcha», señaló el informe, añadiendo que los datos «profundizan aún más el optimismo en torno a los centros comerciales de primer nivel y su capacidad para propiciar expansiones minoristas claves en el futuro».
Por otra parte, un informe de Moody’s mejoró su perspectiva para el sector minorista y de indumentaria de EE.UU., de estable a positiva.
«A medida que las presiones pandémicas disminuyen y las vacunaciones se aceleran, esperamos que el sector minorista experimente una mejora generalizada», dijo Mickey Chadha, vicepresidente y director de crédito de Moody’s, en un comunicado. «Las ganancias operativas crecerán un sólido 10-12 por ciento en 2021, y los sectores más afectados como la indumentaria, los grandes almacenes y las tiendas de descuentos experimentarán el crecimiento más pronunciado en sus ganancias operativas entre los próximos 12 o 18 meses».
El crecimiento económico de EE.UU. se aceleró drásticamente a una tasa anualizada del 6.4 por ciento en el primer trimestre, impulsado por la avalancha del gasto de los consumidores, según el informe más reciente de la BEA sobre el producto interno bruto de EE.UU.
Pero el crecimiento acelerado ha reavivado las preocupaciones sobre el recalentamiento de la economía y la presión al alza de los precios.
Un informe del Departamento de Trabajo emitido el miércoles mostró que la inflación se disparó un 4.2 por ciento anualizado en abril, por encima de las predicciones de los economistas y la mayor cantidad en más de una década, ya que el estímulo fiscal y la demanda en auge actuaron contra las restricciones de la oferta.
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