2023 marcó un capítulo importante en los anales del cine, con éxitos de taquilla sin precedentes como «Barbie» y «Oppenheimer»; y una prolongada huelga de 118 días de guionistas y actores. Mientras Hollywood se prepara para celebrar estos hitos, todas las miradas están puestas en la 96ª edición de los Premios de la Academia, que tendrá lugar en el Dolby Theatre de Los Ángeles el domingo 10 de marzo.
Entre el brillo y el glamour de la alfombra roja y las codiciadas estatuillas, el informe anual de los Oscar de WalletHub, arroja luz sobre los exorbitantes costos asociados a la conmemoración de los logros más importantes de la industria cinematográfica.
La fastuosidad de la alfombra roja de 50,000 pies cuadrados por sí sola enciende el escenario, llegando a un costo impresionante de USD 24,700. Instalada durante más de 600 horas por un equipo de 18 personas y requiriendo 30 rollos de alfombra, este sendero carmesí no es simplemente un elemento decorativo, sino un símbolo de extravagancia digno de la élite de Hollywood.
Una mirada más atenta a los emblemáticos Oscar dorados revela otra faceta de opulencia: cada estatuilla bañada en oro de 24 quilates tiene un precio de 400 dólares. Según la política de la Academia, los ganadores tienen prohibido vender sus trofeos sin ofrecerlos primero a la Academia por un precio simbólico de 1 dólar.
Para los afortunados que consigan una invitación a la exclusiva Vanity Fair Oscar Party, el precio de la entrada es de al menos 100,000 dólares por pareja. Este acontecimiento repleto de estrellas, famoso por su fastuoso ambiente, suele ser testigo de una avalancha de celebridades de primera fila que engalanan el evento con su esplendor sartorial.
Pero la extravagancia no acaba ahí. A los nominados se les obsequia con lujosas bolsas de regalos «Everybody Wins» repletas de obsequios valorados en 125,000 dólares cada una. Desde productos esenciales para el cuidado de la piel hasta escapadas exóticas, estas codiciadas bolsas de regalos, elaboradas por la agencia de marketing Distinctive Assets, con sede en Los Ángeles, personifican la afición de Hollywood por la opulencia.
Vestir a una actriz de la lista A asciende a la asombrosa cifra de 10 millones de dólares. Mientras que las estrellas consagradas lucen conjuntos multimillonarios, el coste medio de vestir a una debutante asciende a los 266,000 dólares, lo que evidencia el marcado contraste en los gastos dictados por el estrellato.
Entre los casos notables de extravagancia en materia de vestuario cabe citar la histórica aparición de Cate Blanchett en los Oscar de 2014, en la que su conjunto, valorado en 18.1 millones de dólares, acaparó la atención general. Mientras tanto, Lady Gaga fue noticia en 2019 con su collar de 30 millones de dólares de Tiffany & Co, estableciendo un nuevo estándar para el glamour de la alfombra roja.
La publicidad durante los Óscar, que ven millones de personas en todo el mundo, es muy cara: un espacio de 30 segundos cuesta casi 2 millones de dólares. A pesar del elevado precio, los anunciantes compiten por la oportunidad de exhibir sus marcas durante este acontecimiento tan esperado, que en 2023 registró un aumento de audiencia del 8% en comparación con el año anterior.
ABC, la cadena que emite los Oscar, obtiene unos ingresos considerables, estimados en 120 millones de dólares, sólo por publicidad el domingo de los Oscar. Una parte significativa de estos ingresos, más de 23 millones de dólares, procede de la cobertura de la alfombra roja previa a la gala, lo que pone aún más de relieve el atractivo de la ostentación y el glamour de Hollywood.
Entre bastidores, el camino hacia la gloria de los Oscar está pavimentado con gastos considerables. Hollywood invierte más de USD 100 millones anualmente en cabildeo durante la temporada de premios. Este esfuerzo concertado, según informa The New York Times, implica campañas estratégicas dirigidas a influir en la opinión pública y asegurar las codiciadas nominaciones.
En la era digital, la Academia ha adoptado el streaming como alternativa rentable a la distribución de copias físicas de las películas nominadas a los votantes. Sin embargo, esta comodidad tiene un precio, ya que cada película emitida en streaming para ser juzgada cuesta la nada despreciable suma de 20,000 dólares.
Si bien la 96ª edición de los Oscar es una gran celebración de la excelencia cinematográfica, también es un claro recordatorio de los exorbitantes costos y la meticulosa planificación que conlleva la organización del acontecimiento más ilustre del año en Hollywood. Con un coste de 56.9 millones de dólares, los Oscar son el epítome del glamour y la extravagancia y reafirman su estatus como la cumbre de los logros cinematográficos.
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