Las verificaciones de antecedentes para armas de fuego realizadas por el FBI alcanzaron un nuevo récord en marzo.
Se realizaron casi 4.7 millones de controles durante el mes, rompiendo el récord anterior de 4.3 millones establecido en enero.
Los números del FBI incluyen verificaciones de antecedentes para armas de fuego, permisos y otros propósitos relacionados con armas.
Los números ajustados de la National Shooting Sports Foundation proporcionados a The Epoch Times muestran que solo los controles de armas en marzo fueron de 2 millones. Ese es el segundo número más alto registrado, después de las 2.3 millones de verificaciones completadas en marzo de 2020.
Las condiciones por la pandemia del COVID-19 y el impulso de las restricciones a la propiedad de armas están impulsando a los estadounidenses a comprar más armas, dijo Mark Olivia, de la fundación, a The Epoch Times.
“Creo que mientras sigan viendo estos pedidos equivocados al control de armas para socavar los derechos de los ciudadanos respetuosos de la ley y no miren la legislación que mantendrá las armas de fuego fuera del alcance de los criminales, armas de fuego en manos de aquellos que son juzgados como mentalmente defectuosos, se continuará viendo a los estadounidenses salir y ejercer su derecho antes de que su gobierno les quite ese derecho”, dijo Olivia.
La Brady Campaign to Prevent Gun Violence promovió una visión diferente.
“Los últimos datos publicados por el FBI muestran que los estadounidenses continúan reaccionando a la incertidumbre buscando autoprotección con un arma de fuego. Esta reacción sigue a décadas de posturas públicas por parte de la industria de las armas y la NRA, que han alimentado un año de compras de pánico al promulgar miedo y paranoia”, dijo Kris Brown, presidente del grupo, en un comunicado. La NRA significa Asociación Nacional del Rifle.
“Estas nuevas estadísticas tampoco reflejan las muchas armas de fuego que se venden sin una verificación de antecedentes en transferencias privadas, ventas potencialmente peligrosas que actualmente son legales. Esas ventas no están reguladas y, por lo tanto, no se contabilizan en los datos de NICS. Nosotros necesitamos leyes integrales de seguridad de armas, como verificaciones de antecedentes universales, para garantizar que las ventas de armas de fuego se realicen de manera segura y que las personas a las que se prohíba comprar un arma de fuego no la obtengan”, agregó Brown.
Junto con el aumento de las ventas de armas, las membresías de la NRA han aumentado en los últimos meses.
A raíz de los tiroteos masivos del mes pasado en Georgia y Colorado, el presidente Joe Biden y los demócratas del Congreso están presionando para que se establezcan nuevas leyes de control de armas y acciones ejecutivas que reduzcan la propiedad de armas.
En 2020 se produjeron pocos tiroteos masivos, ya que muchos estadounidenses pasaron la mayor parte de su tiempo en casa luego de que los gobernadores impusieran duras restricciones en medio de la pandemia.
Pero la delincuencia aumentó en varias ciudades, con un fuerte aumento de los asesinatos. Eso, combinado con el movimiento para recortar los fondos policiales, obligó a los estadounidenses a comprar armas en cantidades récord.
La gente que compra armas está «comprando armas para la defensa», dijo Jerry Koch, propietario de Guntraders en Redmond, Oregon, a The Epoch Times en febrero.
“Lo hacen porque tienen miedo”, agregó.
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