El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, envió un mensaje al Asesor Especial Robert Mueller: Es hora de concluir.
Mueller fue designado el 17 de mayo de 2017 para investigar los esfuerzos del gobierno ruso para interferir en las elecciones presidenciales de 2016, incluidos los enlaces y / o la coordinación entre el gobierno ruso y la campaña del entonces candidato Donald Trump.
Aunque Mueller presentó varias acusaciones, ninguna de ellas se refería a las acciones de la campaña de Trump.
El 30 de octubre, Mueller presentó cargos contra los asesores políticos y lobistas Paul Manafort y Rick Gates, diciendo que se escondieron millones pagados -por su trabajo para el expresidente ucraniano Viktor Yanukovych- eludiendo impuestos en el proceso.
También mintieron a los bancos sobre sus ingresos supuestamente para obtener mejores préstamos. Manafort trabajó para la campaña Trump durante varios meses, comenzando en marzo de 2016 y convirtiéndose en el gerente de la campaña de junio a agosto de 2016. Gates fue auxiliar.
Gates se declaró culpable para reducir los cargos, y acordó trabajar con Mueller.
Pero cuando el caso Manafort llegó a juicio, el juez federal Thomas Selby Ellis III, dijo que los cargos «no tienen nada que ver con Rusia«, y concordó con el equipo de defensa de Manafort, que argumentó que los cargos contra su cliente están fuera del alcance de la investigación de Mueller.
Parafraseando la lógica del equipo de Mueller, Ellis simplificó su intención con la siguiente observación: «Dijimos que esto es de lo que se trata nuestra investigación, pero no nos estamos rigiendo a ello, y nosotros estamos mintiendo.¡Vamos hombre!»
Mueller también acusó al exconsejero de seguridad nacional de Trump, Michael Flynn, de mentir intencionalmente a agentes del FBI durante una entrevista, aunque los agentes no vieron ninguna señal de que las imprecisiones en las respuestas de Flynn fueran con intención de engañar, dijeron altos funcionarios del FBI a los investigadores del Congreso. Aún así, Flynn se declaró culpable.
El 16 de febrero, Mueller acusó a 13 personas y tres compañías que dirigían una campaña, principalmente a través de redes sociales, con la intención de «difundir la desconfianza hacia los candidatos y el sistema político en general».
La acusación decía que la operación se oponía a Hillary Clinton y a otros candidatos como Ted Cruz y Marco Rubio, y apoyaba a Bernie Sanders y a Trump. Pero no hubo acusación sobre que algún estadounidense participara con conocimiento de ello.
El 20 de febrero, Mueller acusó al abogado holandés Alex van der Zwaan de mentir a los investigadores sobre sus contactos con Gates y Manafort.
Según los informes, Mueller también se refirió a la oficina del fiscal de los Estados Unidos en Manhattan, un caso contra el abogado de Trump, Michael Cohen.
Mientras tanto, una investigación separada del Comité de Inteligencia de la Cámara realizada durante un año, no ha encontrado ninguna colusión entre Rusia y la campaña de Trump.
Ahora, Pence piensa que es hora de que Mueller deje la investigación.
«Ha pasado un año desde que comenzó esta investigación. Nuestra administración proporcionó más de un millón de documentos. Hemos cooperado completamente en eso; y en interés del país creo que es hora de concluir», dijo Pence a NBC el jueves 10 de mayo.
«Recomendaría respetuosamente al asesor especial y a su equipo que completen su trabajo».
Ivan Pentchoukov, de La Gran Época, contribuyó a esta historia.
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