Una víctima de tráfico sexual presentó una demanda contra Twitter en un tribunal de distrito de Estados Unidos en California, alegando que el gigante de las redes sociales recibió y distribuyó conscientemente pornografía infantil de la que podía beneficiarse.
Según el expediente judicial, John Doe dijo que él fue solicitado y reclutado para tráfico sexual cuando era menor de edad. Luego de que huyó, se difundió material que mostraban los abusos en Twitter.
«Cuando se alertó a Twitter de este hecho y de la edad de John Doe, Twitter se negó a eliminar el material ilegal y, en cambio, continuó promoviendo y sacando provecho del abuso sexual de este niño», alegaron los demandantes.
John Doe y su padre se pusieron en contacto con Twitter en múltiples ocasiones sobre el contenido, pero Twitter presuntamente no suspendió las cuentas que distribuían dichos materiales hasta que intervino un agente del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Los demandantes acusaron a Twitter de beneficiarse de una empresa de tráfico sexual en violación de la Ley de Protección de las Víctimas de la Trata de Personas de 2000, de numerosos códigos penales contra la explotación sexual, y otros abusos de menores, y de negligencia, entre otras acusaciones.
El 8 de enero, Twitter eliminó permanentemente la cuenta del expresidente Donald Trump, dos días después de que una turba irrumpiera en el Congreso mientras él daba un discurso a una gran multitud de partidarios a más de 30 minutos de distancia, según muestra una cronología de The Epoch Times. Twitter suspendió su cuenta diciendo que sus recientes posteos constituían «una violación de la Política relativa a la Glorificación de la Violencia».
El representante Devin Nunes (R-Calif.) demandó a Twitter y a varias cuentas de Twitter en 2019 por «negligencia, difamación per se, palabras insultantes, y conspiración civil». Sin embargo, un juez dictaminó que Twitter era inmune porque no es un proveedor de contenidos y que la Sección 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones de 1996 otorga a la empresa privada inmunidad contra las demandas por difamación y negligencia.
El desequilibrio en la vigilancia de los contenidos de los usuarios suscitó preocupaciones sobre la falta de controles y balances en las decisiones tomadas por las grandes empresas tecnológicas sobre qué contenido eliminar. Los debates, encabezados por Trump, sobre la limitación o eliminación de las protecciones de responsabilidad en virtud de la Sección 230 para las empresas tecnológicas que hayan incurrido en censura o conducta política han sido ampliamente discutidos el año pasado.
«Twitter no es un intermediario pasivo e inactivo en la distribución de este material dañino; más bien, Twitter ha adoptado un papel activo en la difusión y promoción y distribución consciente de este material dañino», alega la demanda de John Doe. «Las propias políticas, prácticas, modelo de negocio, y arquitectura tecnológica de Twitter fomentan y se benefician de la distribución de material de explotación sexual».
«Con más de 330 millones de usuarios, Twitter es una de las empresas de redes sociales más grandes del mundo. También es uno de los distribuidores más prolíficos de material que describe el abuso sexual y la explotación de niños», alegó.
La denuncia dice que «busca sacar a la luz sobre cómo Twitter ha permitido y se ha beneficiado del CSAM [Material de Abuso Sexual Infantil] en su plataforma, eligiendo las ganancias por encima de las personas, el dinero por encima de la seguridad de los niños, y la riqueza a expensas de la libertad y la dignidad humana».
Con información de Mimi Nguyen Ly.
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