Advertencia: Algunos lectores/espectadores pueden encontrar perturbadora la siguiente historia.
En un barrio de Louisville, Kentucky, se oyeron cristales rotos seguidos de gritos de auxilio que condujeron al rescate de una mujer a principios de este mes.
Alrededor de las 7 de la noche del 16 de agosto, la policía acudió a una casa en 1700 block of Bolling Avenue después de que los vecinos informaran de que habían oído los gritos de auxilio de una mujer.
Las imágenes de las cámaras de seguridad recientemente publicadas muestran a dos agentes del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville (LMPD), Anthony Roach y Richard Isaacs, llegando e intentando acceder a la casa.
Los agentes intentan abrir por la fuerza la puerta principal, pero se encuentran con que está atrancada, al igual que todo el primer piso, incluidas las ventanas.
Consiguen una escalera y finalmente suben al segundo piso.
Las imágenes, publicadas en la página de Facebook del LMPD, muestran a los agentes entrando por una ventana rota. En el interior, una mujer está en evidente peligro con una cadena de perro enrollada alrededor de su cuello y atornillada al suelo.
Se ve a un agente intentando romper la cadena con un hacha.
Una vez cortada la cadena, pero aún enredada alrededor de ella, sacan a la mujer angustiada de la casa. Llegan los servicios de urgencias de Louisville y los bomberos, que retiran la cadena con cizallas.
La víctima sufrió » marcas en la piel causadas por la cadena» y «rasguños al salir por la ventana», según la declaración facilitada por la policía metropolitana de Louisville.
(Cortesía del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville)
Dos días después, se detuvo al hombre sospechoso.
Al parecer, el incidente se produjo a raíz de una disputa doméstica el 14 de agosto, cuando un altercado verbal se tornó violento.
Según la declaración, el sospechoso sujetó a la mujer contra el suelo y utilizó un machete para cortarle gran parte del pelo. Luego la golpeó aún más antes de que consiguiera huir de la casa.
Cuando regresó para recuperar sus pertenencias el 16 de agosto, según la declaración, el sospechoso la encerró dentro de la casa, la obligó a quitarse parte de la ropa y le dijo «esta noche lo vas a conseguir» y «te dije que la próxima vez que te fueras y no volvieras a casa te mataría».
El sospechoso le causó dolor abofeteándola y luego la llevó arriba y le puso una cadena de perro alrededor del cuello. La sujetó con un candado Master y la atornilló al suelo.
La mujer no pudo pedir ayuda, ya que el sospechoso le arrebató el teléfono antes de marcharse. Sin embargo, consiguió abrir una ventana y gritar pidiendo ayuda.
«Al dejar a la víctima encadenada en la casa sin posibilidad de pedir ayuda ni de marcharse, el acusado manifestó una indiferencia extrema por el valor de la vida humana al adoptar una conducta que creó un riesgo de lesiones físicas graves o de muerte para la víctima», declaró el detective B. O’Neil del LMPD en una declaración jurada.
El sospechoso se enfrenta ahora a cargos de secuestro, intimidación de un participante en proceso judicial, puesta en peligro injustificada, agresión doméstica, amenazas terroristas y acoso físico.
La víctima y el sospechoso tienen un hijo en común.
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