TEPELENË, Albania—Simon Mirakaj tenía cuatro años de edad en 1949 cuando, junto con su madre y sus dos hermanos, fue transferido a un campo de internación a unos kilómetros del pueblo de Tepelenë en el sur de Albania.
La odisea de desplazamiento de su familia había comenzado ya en julio de 1945, cuando el gobierno comunista de Albania, liderado por el dictador Enver Hoxha, los declaró enemigos. Esto fue porque el padre y los tíos de Mirakaj habían estado peleando contra los comunistas en la zona rural, lo que provocó el enojo del régimen.
El campo en Tepelenë no se parecía a nada de lo que habían visto antes. Estaba ubicado en unas barracas militares abandonadas construidas por el ejército italiano durante la guerra entre Grecia e Italia en 1940 y estaba rodeado de alambre de púas.
«Era claramente un campo de concentración y de exterminio, igual que el Auschwitz construido por los los nazis alemanes. Para mí, su apertura fue una jugada estratégica del régimen para aniquilar a las familias de aquellos que habían sido declarados enemigos», dijo Mirakaj.
Albania fue regido por el comunismo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta 1991. Por alrededor de 46 años, este país de 3 millones de habitantes experimentó uno de los regímenes más severos de Europa del Este, que aisló completamente al país y despojó a la gente de todas sus libertades individuales. Alrededor de 60.000 fueron colocados en campos, 18.000 fueron encarcelados por razones políticas, y más de 6000 fueron ejecutados.
Uno de los descubrimientos más emocionantes de las autoridades fueron dibujos del pintor Lek Privizi que describen la vida dentro de las barracas del campo. Su trabajo está ayudando a las autoridades a recrear el ambiente original para el museo.
Mirakaj cree que cuando el museo esté listo, los diversos artefactos en exhibición ayudarán a la gente a comprender la verdad y la vil naturaleza de los campos comunistas.
«La creación del museo es una necesidad. Si olvidas la historia, esta se repetirá y no podemos dejar que esto suceda de nuevo», dijo.
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