Las fiestas navideñas traen consigo un sentimiento intangible de calidez.
En alemán tienen una palabra para describirlo: «gemütlichkeit» (acogedor).
Y aunque no se trata de una película navideña, la «gemütlichkeit» es palpable en «Sonrisas y lágrimas», uno de los musicales de mayor éxito de todos los tiempos. La película de 1965 está basada en las memorias de la baronesa Maria von Trapp, interpretada icónicamente por Julie Andrews.
«Gemütlichkeit» es también una filosofía que los nietos de Maria von Trapp, Sam von Trapp y Kristina von Trapp Frame, utilizan como guía en la gestión del Trapp Family Lodge de Stowe, Vermont, de inspiración austríaca.
«Significa hospitalidad cálida, acogedora, profesional, pero no pretenciosa», dijo Kristina en una entrevista reciente con NTD, un medio asociado hermano de The Epoch Times, en la biblioteca del complejo el 30 de noviembre. «Así que ese es realmente el objetivo invitar a las personas a venir aquí a disfrutarlo».
Su hermano Sam dijo: «Cantar también es siempre una parte importante de la festividad. Para nuestra familia que somos cantantes profesionales, la Nochebuena, cuando cantamos con nuestros invitados, es una velada muy pura y divertida para todos».
«Hacemos hincapié en que estamos cantando con ellos. No es un concierto, asi que no estamos actuando. Cantamos todos juntos, pero cantamos la canción ‘Noche de paz’, que fue escrita en Salzburgo por dos austríacos, eso es muy poderoso para nosotros. Cantamos la primera estrofa en alemán. Aprendí a llevar pañuelos de papel adicionales porque Kristina y yo siempre nos quedamos un poco ahogados cuando cantamos ‘Noche de paz'».
Esa misma tarde, Sam estaba en su elemento —la plena encarnación de la «gemütlichkeit». Llevaba un acogedor jersey y un chaleco de inspiración austríaca, una sonrisa radiante y un brillo en los ojos.
Los hermanos y su personal acababan de concluir con éxito la iluminación anual del árbol de Navidad, con galletas, cacao caliente, villancicos y reuniones alrededor del fuego.
La madre naturaleza brindó un pintoresco manto de nieve, que siguió cayendo suavemente mientras un cantante folclórico tocaba la guitarra y dirigía a los huéspedes del hotel, a los lugareños y al personal para cantar canciones navideñas como «Blanca Navidad», «Rodolfo, el reno de la nariz roja» y, por supuesto, «Noche de paz».
Cuando las luces navideñas exteriores y el árbol de Navidad del albergue se encendieron por primera vez esta temporada, la multitud dejó escapar un suspiro colectivo de alegría.
Huir de los nazis, cantar en la carretera e instalarse en Vermont
La historia de la familia representada en «Sonrisas y lágrimas» es correcta en su mayor parte, aunque muchos de los detalles no son exactos.
«A menudo bromeamos diciendo que las personalidades de nuestro abuelo y nuestra abuela en la película podrían haberse intercambiado», dice Sam, provocando la risa de su hermana. «Ella era la dura y él era un poco más como un osito de peluche en la vida real».
Otro detalle que se cambió para la película: En la vida real, la familia ya era un grupo de canto de renombre en toda Europa, con ofertas de promotores americanos, antes de escapar de la Austria ocupada por los nazis. Al igual que en la película, la familia tuvo que planear su huida a escondidas, dejando atrás su lujosa casa y todas sus posesiones, aunque en realidad se embarcaron en un tren hacia Italia, en lugar de caminar por las montañas. Los contactos de la familia con promotores de conciertos los ayudaron en su viaje a Estados Unidos, pues sabían que a su llegada conseguirían actuaciones remuneradas.
A pesar del renombre de la familia, llegaron a Nueva York con solo 4 dólares. Rápidamente se pusieron en camino, tocando en salas de conciertos como grupo familiar de canto. Actuaron durante 10 años como los Cantantes de la Familia Trapp, cosechando un gran éxito. Un breve vistazo a Spotify muestra que sus canciones más populares hasta la fecha son las de su álbum navideño, con «Stille Nacht, Heilige Nacht» («Noche de paz») entre las cinco más populares.
La familia originalmente se trasladó a los suburbios de Filadelfia en 1939. En 1942 se instalaron en Stowe, Vermont, en una gran propiedad en lo alto de una colina con vistas a las Green Mountains.
«Querían huir de los veranos calurosos y húmedos de Pensilvania, vinieron, pasaron el verano de 1942 aquí en Stowe y se enamoraron de este lugar», cuenta Sam. «En la última semana que estuvieron aquí, vinieron a ver esta hermosa granja que todos los lugareños les habían dicho que debían ver. Vieron estas vistas y pensaron que era aquí donde debían estar».
Kristina añadió: «En aquella época, vivir en una colina no era tan glamoroso. Había un camino de tierra para llegar hasta aquí, el terreno era muy rocoso, así que tuvieron que trabajar mucho para limpiarlo todo y convertirlo en esta hermosa propiedad de 2600 acres que tenemos hoy en día».
Cuando compraron la propiedad, era una granja en funcionamiento con edificios deteriorados. Gracias a un gran esfuerzo y al trabajo en equipo de la familia, lo abrieron como hotel en una época en la que la industria del esquí alpino atraía a Stowe a muchos aficionados. En todo el complejo hay fotos de la familia y se puede ver que realmente construyeron la casa ellos mismos. Una imagen muestra a las hijas Maria, Agathe y Johanna con sus vestidos de estilo austríaco, vaciando hormigón con su padre, el barón Georg.
«El hecho de que empezara como hotel es importante porque era el hogar de la familia», explica Kristina. «Invitaban a la gente a venir y quedarse con ellos. Cuando viajaban y cantaban, decían «tenemos este hermoso lugar en Vermont. Nos recuerda a Austria. Tienen que venir a visitarnos».
«Así que al principio invitaban a la gente y cuando el hotel original se quemó en 1980, la visión de nuestro padre era crear algo que siguiera teniendo ese ambiente hogareño y acogedor».
Johannes, el padre de Kristina y Sam, es el décimo hijo de María y Georg, es el más joven, el único que aun vive y el único nacido en América. De joven sirvió como misionero en Papúa Nueva Guinea; asistió al Dartmouth College a su regreso y obtuvo un máster en silvicultura en Yale. En 1968 diseñó en la propiedad, el primer centro comercial de esquí de fondo de Estados Unidos y en 1969 sustituyó a Maria en la gestión diaria del hotel.
Kristina y Sam viajaron por todo el mundo y vivieron en Aspen, Colorado, durante muchos años. Finalmente regresaron a su casa de Vermont para tomar el relevo de su padre, convirtiéndose en la tercera generación de von Trapp en dirigir el complejo.
El Trapp Family Lodge está a punto de cumplir 75 años. La influencia de Maria y Johannes se deja sentir con fuerza en toda la propiedad y guía la forma en que Sam y Kristina dirigen el complejo.
«Usamos esa palabra todo el tiempo como factor decisivo a la hora de decidir si hacer algo o no», dice Sam. «Bueno, ¿es ‘gemütlichkeit’? Y si lo es, entonces sí, eso es lo que queremos hacer aquí».
Descanso, relajación y conexión con la naturaleza
«El lema de nuestro hotel es un poco de Austria, mucho de Vermont», explica Kristina.
«Cuando las personas vienen aquí, les decimos que o bien es un retiro porque es una ladera tan tranquila y silenciosa para descansar o bien puede ser una peregrinación si están buscando conexiones con “Sonrisas y lágrimas”. Pero toda la gente que viene aquí se relaja y vuelve a tener los pies en la tierra».
En efecto, el complejo fomenta una sensación general de relajación. Desde la música clásica y el interiorismo tradicional austríaco hasta las fotos de la familia von Trapp distribuidas por todo el complejo, el hotel transporta a los visitantes a un acogedor chalet austríaco de una época pasada. Servicios como piscinas interiores y al aire libre, jacuzzis, un sauna y un centro de bienestar de última generación contribuyen a la experiencia. También hay una gran variedad de experiencias y recorridos que incluyen la producción de azúcar de arce, un montón de animales de granja únicos y una capilla rústica construida por el tío Rupert como agradecimiento por haber sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial con el escuadrón de élite de la 10.ª División de Montaña de Estados Unidos. La oferta es tan amplia que se publica un calendario semanal de eventos.
Los amantes de las actividades al aire libre tienen mucho que hacer en el cercano Stowe Mountain Resort, que ofrece esquí alpino en el pico más alto de Vermont, el monte Mansfield. El mismo día de la iluminación del árbol de Navidad, Sam nos llevó a mi hija de 13 años y a mí a una clase de esquí de travesía y nos mostró las instalaciones del centro.
«La Asociación Internacional de Historia del Esquí reconoce oficialmente a mi padre Johannes por haber creado el primer centro de esquí de fondo con todos los servicios [en EE. UU.] aquí mismo, en el Trapp Family Lodge, en 1968″, cuenta Sam. «Solía esquiar con su compañero de cuarto de la universidad, que era noruego y les encantaba venir a dar vueltas por el bosque y pasárselo bien cuando la zona de esquí alpino estaba demasiado concurrida. Más tarde buscó una forma de atraer a la clientela de forma más directa a nuestra propiedad».
«Se convirtió en una parte muy importante de nuestras operaciones y es un deporte increíble, el esquí de fondo. Te ejercitas cardiovascularmente, te fortaleces y, para mí, lo más importante es el impacto mental, espiritual y emocional de estar en la naturaleza. Yo lo llamo «el deporte virtuoso». Es una forma estupenda de hacer ejercicio y conectar con la naturaleza».
El arte de la cerveza artesanal
Entre el esquí y la iluminación del árbol de Navidad, Sam también se tomó un tiempo para visitar la cervecería y restaurante von Trapp Brewing. Se trata de una gran operación, con un gran bar, un restaurante y una fábrica de cerveza a gran escala y centro de distribución en la parte trasera.
«A mi padre Johannes siempre le gustó la cerveza y pensó que [tener una cervecería] añadiría mucho a la experiencia, después de experimentar lo que se siente en Austria cuando vas a un pequeño pueblo que tiene su propia cervecería local donde todos los lugareños se reúnen», dijo Sam.
«Así que pusimos en marcha la primera cervecería en 2010 y la cerveza tuvo muy buena aceptación. Así que decidió: ‘OK, esto es algo que podría llevar a un mercado más grande’ y luego construimos esta gran instalación de vanguardia. Se inauguró en 2015 y ahora distribuimos nuestra cerveza en 17 estados».
Vermont cuenta desde hace tiempo con una tradición de cervezas artesanales locales, que suelen ir de las oscuras a las pálidas, con un toque de lúpulo, cuerpo nebuloso y alto contenido de alcohol. En la cervecería von Trapp, sin embargo, se centran en las lagers.
«En Salzburgo llueve mucho y el agua es fundamental para elaborar una buena cerveza», explica Sam. «Así que hay que tener una buena fuente de agua. Y resulta que aquí la tenemos».
«Tenemos un manantial increíble que proporciona toda el agua para la elaboración de cerveza que nos permite hacer estas deliciosas y delicadas lagers… La decocción es un estilo de elaboración de cerveza que se utiliza en Baviera y Austria, es común en estas lagers y es una forma de conseguir un perfil de sabor más profundo en una cerveza que no tiene demasiado lúpulo ni demasiado alcohol».
Hacia el final de la noche, cuando la multitud empezaba a dispersarse tras la iluminación del árbol de Navidad y los villancicos, mi mujer y yo nos tropezamos con Sam mientras recorría el vestíbulo y el salón. Llevaba un vaso de una de sus lagers galardonadas e intercambiaba sonrisas amables y cumplidos genuinos con todas las familias.
«Cantar en un grupo grande es mágico», reflexionó mientras ofrecía una cálida sonrisa.
Una hospitalidad tan genuina por parte del nieto de Maria von Trapp me pareció auténticamente «gemütlichkeit» (acogedor).
Cuándo ir
Cómo llegar: El Trapp Family Lodge está situado en una colina de Stowe, Vermont, entre la calle principal y la carretera que lleva a Stowe Mountain Resort, en el monte Mansfield.
La capital de Vermont, Montpelier, está a 30 minutos en auto y a una hora de Burlington, que cuenta con el aeropuerto internacional más cercano.
Restaurantes: El Trapp Family Lodge cuenta con cuatro restaurantes que sirven platillos de estilo europeo con ingredientes locales. El Comedor, que sirve desayunos y cenas, ofrece vistas panorámicas del terreno y a las montañas. El Lounge sirve comidas, cenas y cócteles. Kaffeehaus abre de 7.00 a.m. a 4 p.m. y ofrece comidas preparadas, sándwiches para el desayuno y una pintoresca tienda de alimentos repleta de aperitivos y golosinas de Vermont. También es la panadería del hotel, donde un equipo de pasteleros prepara todos los panes y postres desde cero. El von Trapp Brewing Bierhall es uno de los restaurantes informales más populares del norte de Vermont, donde se sirven cervezas de la casa y versiones creativas de platillos austríacos clásicos como schnitzel y bratwurst.
Eventos especiales: Visite TrappFamily.com/Happenings para ver una lista de eventos especiales, como reuniones de Navidad y Año Nuevo, conciertos y el Carnaval de Invierno de Stowe.
Gran Stowe: La calle principal de Stowe es un lugar encantador para ir de compras y comprar regalos. También hay un pintoresco cine y una bolera en la ciudad. Visite Stowe.com para obtener información sobre el esquí alpino en la zona.
El autor fue huésped del Trapp Family Lodge.
Con información de NTD.
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