El agua no solo sirve para calmar la sed, sino que también ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y ayuda a controlar el peso. Investigaciones recientes incluso han sugerido que mantenerse hidratado puede ser un factor clave en la longevidad y el antienvejecimiento. Por otro lado, no beber suficiente agua puede provocar niveles elevados de sodio sérico, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca y deterioro cognitivo.
¿Qué tipo de agua es mejor para nuestra salud y cómo podemos garantizar una hidratación óptima en nuestra vida diaria?
Según la medicina moderna, el cuerpo humano está compuesto aproximadamente en un 60 por ciento de agua. Los nutrientes de los alimentos, como las vitaminas y los minerales, necesitan disolverse en agua para circular en la sangre y llegar a diversos órganos. El agua también juega un papel en la mejora del metabolismo del cuerpo y la eliminación de desechos.
La deshidratación y la ingesta insuficiente de agua pueden causar algo más que sed. También pueden provocar fatiga, ansiedad, depresión, falta de concentración, sueño inquieto y dificultades respiratorias. Además, la deshidratación puede provocar el desarrollo de muchas enfermedades, como inflamación crónica, dolor crónico, estreñimiento, presión arterial alta y diabetes. Incluso la obesidad causada por comer en exceso puede estar relacionada con la deshidratación del cuerpo. Para algunos pacientes, la solución a sus dolencias puede ser tan sencilla como aumentar la ingesta de agua.
Según las últimas investigaciones de los Institutos Nacionales de la Salud, mantenerse hidratado para mantener unos niveles normales de sodio sérico puede ser un factor clave para promover la longevidad y combatir el envejecimiento. Por el contrario, los niveles elevados de sodio sérico pueden aumentar el riesgo de diversas enfermedades crónicas.
En un estudio que siguió a 11,255 personas durante 25 años y excluyó a los participantes con niveles elevados de sodio sérico debido a factores como la obesidad y el uso de medicamentos, los investigadores encontraron que incluso cuando los niveles de sodio sérico estaban dentro del rango normal de 135 a 146 mmol/l, aquellos con niveles más elevados presentaban un mayor riesgo de envejecer biológicamente más rápido y de desarrollar enfermedades crónicas a una edad más temprana.
En comparación con los niveles normales de sodio sérico, los niveles de sodio sérico superiores a 142 mmol/l se asocian con un riesgo 64 por ciento mayor de desarrollar enfermedades como accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca, fibrilación auricular, enfermedad vascular periférica, enfermedad pulmonar crónica, diabetes y deterioro cognitivo.
Mantenerse hidratado puede ayudar a prevenir enfermedades
En la antigua China había un dicho que decía: «La comida es mejor que la medicina, pero el agua es incluso mejor que la comida». El agua era considerada el “rey de las medicinas” y casi todos los textos médicos tradicionales chinos colocaban al agua como el primer remedio. Por ejemplo, en el Compendio de Materia Médica, el primer elemento enumerado fue el agua. De manera similar, el primer capítulo de un renombrado libro de terapia dietética llamado Receta de Suixiju, escrito por el médico de la dinastía Qing, Wang Shixiong, también estuvo dedicado al agua. Esto demuestra la importancia del agua a los ojos de los antiguos médicos chinos.
Li Shizhen, el renombrado autor del Compendio de Materia Médica, puso gran énfasis en la importancia del agua, calificándola como la fuente de muchas transformaciones. Según él, existen más de 40 tipos de agua, incluida el agua de lluvia, el rocío, las heladas invernales y el agua de pozo, cada una con efectos curativos únicos. El agua con diferentes propiedades, como tibia, caliente, fresca o fría, se puede utilizar para tratar diversas enfermedades.
Cuatro consideraciones a tener en cuenta al beber agua para una salud óptima
En la actualidad, muchas personas no consumen suficiente agua. Esto se debe en gran medida al hecho de que la gente moderna tiende a preferir la leche, los zumos de frutas y las bebidas azucaradas, que se diferencian del agua en cuanto a sus efectos sobre las funciones del organismo. No pueden reemplazar eficazmente el agua y no proporcionan una hidratación adecuada. Además, algunas personas optan por consumir café, té o alcohol en lugar de agua. Sin embargo, estas bebidas poseen fuertes efectos diuréticos, que pueden hacer que salga más agua del cuerpo de lo normal y provocar deshidratación.
Beber agua corriente es la mejor opción para mantener una buena salud y también hay ciertas consideraciones a tener en cuenta cuando se trata de beber agua por motivos de salud.
1. Temperatura del agua
La temperatura del agua debe ser aproximadamente la misma que la temperatura corporal. Beber agua demasiado caliente puede dañar la garganta e incluso provocar cáncer oral. Por otro lado, el agua demasiado fría puede afectar la circulación sanguínea.
2. Momento de la ingesta de agua
Se recomienda beber más agua por la tarde entre las 3 y las 5 de la tarde. Durante este período, el meridiano de la vejiga está activo y el cuerpo puede utilizar el agua de manera eficiente para ayudar en el metabolismo y la desintoxicación.
También es recomendable beber un vaso de agua dos horas antes de acostarse. Durante las seis a siete horas de sueño, el cuerpo no repone su suministro de agua. Hidratarse antes de dormir puede evitar que la sangre se espese por la noche y por la mañana, reduciendo así el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Algunas personas tienen la costumbre de beber un gran vaso de agua por la mañana. Sin embargo, esto puede no ser adecuado para personas con deficiencia de bazo. Si desea beber agua en ayunas por la mañana, es aconsejable limitar su ingesta a sólo 50 ml para nutrir el organismo.
3. Agua hervida
No es aconsejable beber agua sin hervir ya que puede enfriar el cuerpo y aumentar el riesgo de enfermedades. Debe hervirse antes de su consumo.
El agua hervida en diferentes recipientes tiene diferentes sabores. Entre las teteras de acero inoxidable, las de hierro fundido y las de cerámica, el agua hervida en una tetera de cerámica tiene el sabor más agradable, caracterizado por una textura cálida y suave.
4. Cantidad de agua para beber
No todo el mundo tiene que cumplir estrictamente con beber 8 vasos de agua al día. La cantidad de agua que se debe consumir cada día está influenciada por varios factores, como el clima, la tasa metabólica, el sexo, la edad, la ingesta de alimentos, el tipo de trabajo y la condición física. La recomendación general es beber de 6 a 10 tazas de agua (aproximadamente 250 ml por taza), lo que equivale a unos 1500 a 2400 ml por día.
Los pacientes que no pueden orinar normalmente, como aquellos con enfermedades cardíacas, renales o edemas, deben seguir las instrucciones de su médico y no deben beber cantidades excesivas de agua de forma indiscriminada.
El agua natural es mejor que el agua procesada: Solo se requieren dos pasos de filtrado
En los últimos años han surgido en el mercado muchas marcas de agua procesada. Estos fabricantes afirman que sus productos han pasado por múltiples procesos de purificación y ofrecen diversos beneficios médicos. Esto ha dificultado que los consumidores decidan qué agua comprar. Sin embargo, la realidad es que el agua purificada no es necesariamente mejor que el agua natural.
Por ejemplo, si bien el agua alcalina ionizada puede ser beneficiosa para el cuerpo humano, consumirla durante un período prolongado puede ser perjudicial para la salud. Este tipo de agua es de naturaleza fría, lo que la hace adecuada para personas que tienen una constitución de calor húmedo o calor interno excesivo. Sin embargo, las personas con una constitución deficiente de yang pueden encontrar que beber agua alcalina exacerba su condición.
El agua de ósmosis inversa es otro tipo de agua muy popular que utiliza la técnica de ósmosis inversa para extraer agua pura y eliminar los minerales. Existe la idea errónea de que las necesidades diarias de minerales y oligoelementos del organismo deben proceder de los alimentos y no del agua potable. Sin embargo, lo cierto es que el agua potable proporciona al organismo el 20 por ciento de los minerales y oligoelementos necesarios cada día. Cuando el agua pura entra en el organismo, puede disolver los minerales y oligoelementos de los huesos u otras partes del cuerpo, lo que provoca un agotamiento gradual de estos nutrientes esenciales y causa síntomas de deficiencia de qi renal (energía vital).
Al consumir este tipo de agua purificada, es fundamental examinar siempre si es realmente beneficiosa para el organismo, en lugar de confiar ciegamente en las afirmaciones de los especialistas en marketing. Como regla general, cualquier agua potable que no esté en su estado natural no es beneficiosa para la salud humana a largo plazo.
De hecho, beber agua del grifo en casa es la mejor opción para nuestra salud. Antes de su consumo, sólo es necesario pasar por dos sencillos procesos de filtración: Primero, utilizar carbón activado para eliminar olores e impurezas, y segundo, filtrar sustancias tóxicas y bacterias.
En definitiva, lo mejor es priorizar la sencillez y la naturalidad a la hora de cuidar nuestro cuerpo.
Las opiniones expresadas en este artículo son las opiniones del autor y no reflejan necesariamente las opiniones de The Epoch Times. Epoch Health da la bienvenida a la discusión profesional y al debate amistoso.
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