MAYER, Arizona —Lo grande no siempre es mejor para quienes buscan una vida de autosuficiencia sostenible.
Desconectarse de la red de servicios públicos a veces puede ser bueno, saludable e incluso terapéutico.
Ésa es la idea que subyace en el mercado de las comunidades «sin conexión a la red», que se prevé que supere los 68,000 millones de dólares en 2028, y en el que la autosuficiencia no proviene de poseer más, sino de poseer menos. La clave es reducir el tamaño y deshacerse de las «cosas» innecesarias.
En otras palabras, una vida excesiva no es necesariamente la mejor forma de vivir.
«El término sin conexión a la red se utiliza a menudo para describir a las comunidades que no están conectadas a fuentes de energía convencionales, como las empresas de servicios públicos», señala Jackery, proveedor de generadores portátiles de energía solar.
«Aunque algunas comunidades sin conexión a la red son independientes, autosuficientes y autónomas, otras no lo son. Algunas comunidades aisladas dependen de sus sistemas de agua y recursos naturales para sobrevivir, mientras que otras tienen generadores de reserva en caso de emergencia».
Lejos del bullicio
La cordillera de Bradshaw, en el desierto superior de Sonora, en Arizona, lo tiene todo para quienes desean privacidad viviendo fuera de la red.
Es tranquilo, remoto, cubierto de cactus espinosos, mezquite y palo verde, con montañas salientes que parecen rasparse contra un cielo azul y cálido, on escasas lluvias.
Aún mejor, está a millas de cualquier ciudad, autopista o centro urbano.
En este paisaje escarpado que requiere un vehículo con tracción de cuatro ruedas para llegar, el promotor Timothy Hyland espera construir una comunidad aislada de 40 casas en 314 acres.
Cuando esté construida, cada casa de 1500 pies cuadrados será autónoma y no dependerá de los servicios públicos tradicionales, ni de la red eléctrica municipal ni del suministro de agua.
En lugar de eso, cada casa funcionará con paneles solares, turbinas eólicas, baterías de almacenamiento eléctrico y un generador de propano de reserva por si falla una de las fuentes de energía.
Catorce pozos profundos suministrarán agua potable a las casas durante todo el año. Cada casa tendrá espacio para estacionar.
«Mi visión siempre ha sido utilizar energía solar, eólica y quizá geotérmica. Aquí arriba hay mucho viento», dijo el Sr. Hyland, copropietario de Silver Mountain Ranches, un proyecto residencial sin conexión a los servicios públicos en Mayer, Arizona.
«Podría ver una casa con un 100 por cien de energía solar, quizá con un generador de propano de reserva y, potencialmente, con una turbina eólica para uso residencial».
En Estados Unidos, las comunidades aisladas de la red de servicios públicos se están generalizando, pues apelan al deseo de simplicidad y conexión genuina con personas reales en lugar de con una red eléctrica.
Entre estas comunidades están Breitenbush y Emerald Earth en Oregón, Earthen Ecovillage en Carolina del Norte, Dancing Rabbit Ecovillage en Misuri y Twin Oaks Community en Virginia.
El Sr. Hyland concibió Silver Mountain Ranges como un proyecto de vivienda fuera de la red en el sentido más puro: autónoma, energéticamente eficiente y autosuficiente.
Red eléctrica vulnerable
«Supongamos que se va la luz en Phoenix, y tienes aquí tu comunidad de viviendas sin conexión a los servicios públicos. Trasladas aquí a tu familia y te quedas hasta que las cosas se calmen», dijo el Sr. Hyland.
«Hay mucha incertidumbre ahí fuera sobre la capacidad de la red eléctrica, no sólo por los ataques de los hackers, sino por la demanda eléctrica».
Aunque la vida fuera de la red sigue evocando imágenes de una cabaña aislada en el bosque, el mercado de la vivienda sostenible ha adoptado el concepto.
Las configuraciones de viviendas «sostenibles» incluyen ahora casas diminutas, barrios «peatonales», kits de conversión de casas en cobertizos de herramientas, casas en árboles y comunidades aisladas de la red.
Algunos promotores incluso han creado planes de viviendas sostenibles utilizando antiguos silos de misiles nucleares o bases militares, con la esperanza de atraer a un mercado demográfico más preocupado por la supervivencia.
Las viviendas desconectadas de los servicios públicos son un negocio en expansión que se va incorporando poco a poco a la corriente principal. SkyQuest Technology Consulting prevé que el mercado de la vivienda aislada supere los 68,000 millones de dólares en 2028, con una tasa de crecimiento anual del 4,3%.
La «creciente inclinación hacia la vida sostenible» impulsa la tendencia, alimentada por la energía barata y renovable.
Globe Newswire informa que el aumento del mercado de viviendas autónomas en Norteamérica y Europa se debe al «creciente interés por las opciones de vivienda ecológicas y minimalistas que requieren menos energía».
«Esto ha provocado un aumento de la demanda de viviendas sin conexión a la red y se espera que tenga un impacto positivo en el mercado en los próximos años». Además, el sector financiero también ha mostrado interés por el mercado, y ahora los bancos y las compañías de seguros ofrecen paquetes de seguros especializados para viviendas sin conexión a la red, lo que podría ayudar a impulsar aún más el crecimiento del mercado».
Dada su asequibilidad, la empresa de estudios de mercado Technavio prevé que el mercado de las casas diminutas crezca cerca de 4200 millones de dólares hasta 2027.
Opta por poco
Por ejemplo, el constructor de casas diminutas American Tiny House señala que la gente se mudará a una casa diminuta para ahorrar dinero y llevar una vida más sencilla.
«Desean una forma de vida más sencilla y asequible. El viejo refrán ‘menos es más’ suena claramente a verdad con la idea de una casa diminuta», según el sitio web de la empresa.
«Vivir en una casa diminuta puede proporcionar libertad para lograr una mejor calidad de vida».
«Cuando la gente piensa en una comunidad sin conexión a la red, piensa en una cabaña en el bosque», dijo George Soucek, experto en energía solar de Sunbear Industries, que trabaja con el Sr. Hyland en el proyecto de viviendas de Silver Ranches.
«Esta comunidad va a ser vanguardista», dijo el Sr. Soucek. «Es más rentable que las fuentes de energía tradicionales».
Dijo que tener un suministro eléctrico redundante ofrece a los compradores seguridad y menores costes energéticos. Esto es especialmente cierto debido a la creciente demanda de la red eléctrica de Arizona.
«Así no hay posibilidad de quedarse sin energía. Un buen ejemplo de lo que hace posible la independencia energética es que no tienes que preocuparte de que se vaya la luz o de sacar la comida del frigorífico. El sistema de baterías tendrá energía continua».
Hay diez parcelas «listas para empezar» la siguiente fase de construcción. La primera parcela debería empezar a construirse a finales de 2023, mientras que la subdivisión entera tardaría unos siete años en construirse.
Siempre hay opciones
Como están descubriendo muchos consumidores, reducir el tamaño de una casa pequeña es otra opción asequible, según la empresa de marketing de productos de construcción Kleber and Associates.
La empresa afirma que las casas pequeñas son más baratas de construir, comprar o alquilar. También tienen menores costes de mantenimiento y facturas de servicios públicos.
«En San José, el precio promedio [de la vivienda] es nada menos que 750,000 dólares. Esta cifra significa que, para muchos compradores potenciales de vivienda, estos lugares concretos están fuera de la lista a la hora de encontrar un nuevo hogar».
«Los alojamientos de menor tamaño actúan como solución a este problema», afirma el sitio web de la empresa.
La casa diminuta promedio tiene unos 225 pies cuadrados, frente a los 2c260 pies cuadrados de una casa unifamiliar estadounidense.
Una casa diminuta puede costar desde 8000 dólares hasta más de 60,000 dólares, lo que la convierte en una opción razonable para los compradores de viviendas con dificultades en el actual mercado inmobiliario.
Y tener opciones motiva a los compradores de viviendas, dice Anders Engnell, director de construcción de Culdesac Tempe, en Arizona.
La empresa califica el proyecto como el primer barrio «transitable» de su clase en Estados Unidos, donde los coches no sólo están obsoletos. Están prohibidos.
«Lo que eso significa es que no dependemos de los coches. Nuestros apartamentos no tienen estacionamiento asignado», dijo el Sr. Engnell.
«Y los residentes que viven aquí no traen coches y los estacionan aquí. Eligen otra forma de vivir».
La urbanización contará con 700 apartamentos de alquiler y 44,000 pies cuadrados de comercios y servicios construidos en 17 acres.
«¿Dónde está el gran estacionamientos ? No está aquí», dijo el Sr. Engnell. «Los aparcamientos son una de las primeras cosas que diseñarías para un proyecto como éste».
«Pudimos construir primero en torno a las personas: una comunidad para seres humanos que funciona».
Los cofundadores Ryan Johnston y Jeff Berens crearon la empresa en 2018. Su visión era construir una comunidad transitable con todas las comodidades y servicios de la vida urbana moderna.
Pero sin coches.
Todo el mundo camina
«Es un gran proyecto», que abarca varias fases de construcción, dijo el Sr. Engnell.
Además de un almacén general y otros comercios a poca distancia a pie, el proyecto tendrá más de 1000 plazas de estacionamiento para bicicletas y 100 patinetes eléctricos Bird para desplazarse.
«Los requisitos de estacionamiento en Estados Unidos son muy elevados», dijo el Sr. Engnell. «Para una comunidad de apartamentos como ésta, hay que construir grandes garajes. Hemos hecho muchas investigaciones que demuestran que en lugares como Tempe. Muchos estacionamiento pueden quedarse sin usar, con muchas plazas vacías».
«Lo que esperamos sin ese tráfico de vehículos, sin ese asfalto, es que sea más limpio y fresco [con] más árboles; más edificios blancos para reflejar el calor. Ya lo notamos incluso en los días calurosos».
Aunque los coches están prohibidos en el lugar, los inquilinos pueden seguir teniéndolos, pero no encontrarán estacionamiento dentro de una décima de milla de Culdesac Tempe para evitar el desbordamiento.
Se trata de tener opciones, añade el Sr. Engnell, y de elegir vivir sin necesidad de coche.
«No tengo coche. Conozco a muchas personas de la generación más joven que no se sacan el carné de conducir. ¿Puedo ser libre para vivir sin ataduras a ese vehículo? Conducir me resulta estresante», dijo.
«El objetivo de este barrio es que sea más libre y útil en muchos sentidos por todas las ventajas que obtienes. Es muy fortalecedor».
El Sr. Engnell dijo que la lista de espera para una unidad de alquiler es larga —10,000 en el último recuento— y que los contratos se conceden por orden de llegada.
Dijo que una de las ventajas más significativas de una comunidad transitable es no tener que pagar el préstamo de un coche, ni el seguro del coche, ni siquiera el mantenimiento y otros gastos asociados.
Este ahorro de costes puede dar lugar a otras posibilidades de estilo de vida, que muchos jóvenes encuentran atractivas en un estilo de vida peatonal.
Se necesita una vehículo
En los Ranchos Silver Mountain, un coche o una camioneta sigue siendo una herramienta indispensable para acceder al lugar y salir de él.
Pero la mayor ganancia será el ahorro de energía, dijo el Sr. Soucek.
Dijo que la mayoría de las viviendas consumen unos 1000 kilovatios hora al mes. Sin embargo, las viviendas de nueva construcción de Silver Mountain serán capaces de producir entre 18,000 y 22,000 kilovatios hora utilizando sólo energía solar.
«Desde una perspectiva macroeconómica, creo que [el mercado de la vivienda] tiene que cambiar» hacia un modelo más sostenible, dijo el Sr. Hyland. «La demanda de la red eléctrica va a ser enorme. Creo que la delincuencia también está impulsando gran parte de esta iniciativa».
Con la vida fuera de la red de servicios públicos, dijo que la gente siente que puede respirar más fácilmente rodeada de montañas y naturaleza.
«Pero será un entorno en el que la gente se cuidará mutuamente».
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