Cuando Wender Angeles llegó a Estados Unidos procedente de Perú en 2006, se registró para votar como demócrata porque relacionaba el partido con la palabra «democracia». Se involucró con el partido y votó por Barack Obama.
A medida que fue aprendiendo más sobre los dos partidos, sintió que el Partido Republicano iba mejor con sus ideales.
«Más tarde, pense, oh, espera, esto no es en lo que creo. Pero al principio me encontraba rodeado de demócratas», dijo el Sr. Angeles a The Epoch Times en la sala de su casa de Exeter, Pensilvania.
«El Partido Republicano es más conservador. Yo soy así. Soy una persona muy tradicional. Mi mujer y yo somos personas de Dios».
El Sr. Angeles forma parte de un amplio grupo de votantes hispanos y negros que se han alejado del Partido Demócrata en los últimos ocho años.
Una encuesta de abril de The Wall Street Journal muestra que el 30 por ciento de los hombres negros en los estados en disputa tienen la intención de votar por el expresidente Donald Trump. Los votantes hispanos que se inclinan por los republicanos se acercan a la paridad con los que se inclinan por los demócratas.
Una reciente encuesta del New York Times/Siena College indica que el porcentaje de votantes negros a favor del presidente Trump en los últimos cuatro años ha aumentado en 19 puntos.
Con su esposa Leslie a su lado y sus cuatro hijos, de entre 5 y 18 años, escuchando, el Sr. Angeles, de 38 años, dijo que su cambio político surgió del deseo de hacer lo mejor para su familia.
«Lo más importante en este mundo es mi familia. Me gusta cuidar muy bien de mi familia. Me gusta luchar por mi familia. Me gusta pensar que mi familia, en el futuro, estará en un buen ambiente y en una buena comunidad».
El Sr. Angeles trabaja en una fábrica de baterías. Además, repara y vende casas.
Compara todo lo que hay en Estados Unidos con Perú, y está preocupado.
«Cuando éramos niños, la vida allí no era buena», dice el Sr. Angeles. Cuando regresan de visita, la situación es diez veces peor. La gente gana entre 300 y 400 dólares al mes, pero el costo de los alimentos es más caro que en Estados Unidos.
«Las cosas que estoy viendo ahora, las vi en Perú hace 20 años», dijo el Sr. Angeles, señalando que él ve un deterioro de los valores familiares y a las personas actuando de forma irrespetuosa hacia quienes tienen puntos de vista diferentes.
«No quiero eso. No quiero que este país, donde tengo a mi familia, vaya por ese camino. Porque sé como se siente. Lo he visto antes. Y no quiero volver a verlo».
Rikeysha Brown, de 34 años, trabajadora social de Burton, Michigan, votó por los presidentes Barack Obama y Joe Biden. Perdió la confianza en el presidente Biden casi inmediatamente después de las elecciones de 2020.
«No estoy contenta con todos los inmigrantes ilegales que llegan a este país», dijo la Sra. Brown a The Epoch Times. «Temo por nuestro país. Estamos haciendo mucho por el resto del mundo, pero no estamos recibiendo nada a cambio».
Ella ve al presidente Trump como el líder más fuerte, especialmente para tratar el terrorismo. La Sra. Brown valora su fe cristiana, que entra en conflicto con la agenda social del presidente Biden, especialmente en lo relativo a la homosexualidad y la política transgénero.
«Trump dice la verdad», afirma, aunque su estilo de comunicación no siempre es de su agrado. «Tuve que acostumbrarme a eso».
Cree que el esta «destinado al cargo» para ser presidente.
«Es el elegido».
Antes de que el presidente Trump viajara al Bronx, en Nueva York, a finales de mayo para un acto de campaña, el presidente Biden lanzó un anuncio dirigido a los votantes negros.
«Que Donald Trump falte al respeto a los negros no es nada nuevo», decía el anuncio.
Algunos votantes negros dicen que no se sienten que les haya faltado al respeto.
Alexandra Knoten, una mujer negra de Georgia, se describía a sí misma como una «verdadera demócrata». Al ver a su familia y a sus amigos votando azul, ser demócrata estaba «arraigado» en ella. En los últimos años, empezó a prestar atención y a hacer sus propias investigaciones políticas. Decidió votar por el presidente Trump después de comparar cómo eran las cosas cuando él estaba en el cargo y cómo son ahora con el presidente Biden.
Cuando la Sra. Knoten anunció su intención de cambiar de bando, la reacción de su familia, amigos y compañeros de trabajo fue «muy positiva», tanto en términos de orgullo por su capacidad para decir lo que piensa como de respeto por las opiniones de los demás, según declaró a The Epoch Times.
«Muchas personas están pensando en votar por los republicanos en las próximas elecciones», dijo. «En realidad, muchos se están cambiando y la verdad es que me sorprende bastante».
Las encuestas de Gallup muestran más votantes negros e hispanos que cambian de partido desde las elecciones de 2020. La encuesta encontró que el 77 por ciento de los adultos negros encuestados se identificaron como demócratas o inclinados a los demócratas en 2020. Esa proporción se había reducido al 66 por ciento el año pasado. Los resultados se basan en encuestas telefónicas de Gallup realizadas a lo largo del año.
Una tendencia similar ocurre entre los votantes hispanos. El número de los que se identifican como republicanos ha crecido del 26 por ciento en 2021 al 35 por ciento este año. Mientras tanto, el número de hispanos que se identifican como demócratas ha caído 10 puntos porcentuales hasta el 47 por ciento.
«La gente está abandonando el Partido Demócrata y se está convirtiéndose en republicano», declaró a The Epoch Times el republicano Michael Rivera, comisario electo en el condado de Berks, Pensilvania.
«Su dinero vale menos. Los salarios no han seguido el ritmo de la inflación. La frontera es un enorme desastre y la administración Biden no está haciendo nada al respecto. Y la economía va en la dirección equivocada».
Rivera, que es hispano, señala que durante años los analistas políticos han agrupado a las minorías en el Partido Demócrata. Dice que eso está cambiando a medida que los hispanos empiezan a ver que los valores republicanos coinciden con los suyos.
«Esto abre una gran oportunidad para que los republicanos recuperen la presidencia y puestos en el Congreso, así como en las listas electorales. Los republicanos no pueden dar por sentado a nadie si quieren obtener grandes victorias en 2024. La otra cara de la moneda es que los republicanos necesitan trabajar juntos y entre ambos partidos para lograr las cosas».
Jeniffer Rodríguez, de 39 años, llegó a Estados Unidos procedente de República Dominicana cuando tenía 20 años. Cuando prestó juramento para hacerse ciudadana, se registró como demócrata porque le pareció que los hispanos eran demócratas.
«Así son las cosas. ¿Eres hispano? Eres demócrata. Los republicanos son —perdónen por la expresión— blancos, o ricos, o algo así». Rodríguez, madre de cinco hijos en una familia mixta, habló con The Epoch Times en su cocina de Reading, Pensilvania.
Bajo la administración del presidente Biden, decidió cambiar de afiliación y pasarse al Partido Republicano.
«Siento que no va bien con mis objetivos, como la forma en que quiero criar a mis hijos. Siento que él va mucho en contra de mis creencias y las cosas que quiero enseñar a mis hijos», dijo la Sra. Rodríguez. También tiene la sensación de que la administración está socavando sus derechos.
Dice que cree en Dios, se opone al aborto y que su voto está relacionado con ello. En última instancia, para la Sra. Rodríguez, cambiar de partido fue por sus hijos y su futuro. Cree que las escuelas están inculcando la sexualidad a los niños antes de que los padres estén listos para hablar con ellos al respecto.
«Veo en las noticias, en YouTube —en todas partes— que los padres son tratados como criminales porque intentan defender a sus hijos», dijo la Sra. Rodríguez.
A veces conoce a otros hispanos que son republicanos, pero no les agrada comentarlo.
Asumen que ella es demócrata, pero cuando empiezan a hablar, a veces se revela su afiliación al partido y se emocionan al conocer a otra persona con ideas afines.
«Siempre decimos que queremos que las cosas cambien, pero nunca hacemos nada al respecto, porque básicamente tenemos miedo. No queremos involucrarnos», afirma Rodríguez. «Si yo no empiezo, ¿quién lo va a hacer?».
Orlando Owens, un activista republicano negro de Milwaukee, trató de convencer a antiguos votantes de Biden que ahora están a favor de Trump para que hablaran con los medios de comunicación, incluso de forma extraoficial.
Descubrió que a muchos les preocupaba que se revelara su identidad en una ciudad donde puede haber riesgos sociales y profesionales reales para quienes se oponen a la mayoría.
«Estoy en el corazón de la fortaleza demócrata hasta el punto de que ni siquiera puedo poner un cartel en el jardín», dijo Owens a The Epoch Times, describiendo el ambiente como de «acoso e intimidación».
Por todo ello, está intentando cambiar las cosas. El Proyecto Move the Needle del Sr.Owens se centra en varios distritos de Milwaukee. Cree que hay cambios en marcha, sobre todo entre los jóvenes votantes negros.
«Esta es una oportunidad para que los republicanos escuchen a la gente, porque ahora mismo los demócratas no estan escuchando a la las personas», dijo.
Sharron Hall, de 54 años, especialista en gestión de emergencias de Davison, Michigan, atribuye al presidente Obama el mérito de haberla ayudado a «ver la luz». Después de votar por él en 2008, la Sra. Hall dice que la administración Obama reveló lo que los demócratas realmente valoran.
«Están a favor de la homosexualidad o del aborto», dijo Hall a The Epoch Times. «Siempre es algo contra Dios, contra la naturaleza, y simplemente va en contra de mis creencias, así que tuve que irme».
La Sra. Hall dio su voto al presidente Trump en 2020. «Aún sigo apoyando a Trump en 2024. Me quedo con él», dijo.
El presidente Trump es un líder fuerte que habla claro y cumple sus promesas, cree la Sra. Hall.
«Nos han mentido durante años, y Trump es uno de los primeros candidatos a la presidencia, republicano o demócrata, que ha sido transparente», dijo Hall. «Y no creo que Trump sea un embustero en lo que respecta a las fronteras. No va a dar marcha atrás».
La Sra. Hall dijo que el presidente Biden, de lo contrario, no ha cumplido sus promesas económicas a pesar de sus afirmaciones.
«Tenemos la gasolina y los alimentos en precios elevados… No hemos visto más oportunidades de empleo. No hemos tenido un aumento de salario. Nada de eso es cierto», afirmó Hall.
Independientemente del resultado de la contienda de 2024, no hay vuelta atrás, dice la Sra. Hall. «Ya he terminado con los demócratas».
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