Un avión procedente de la ciudad de Wuhan en China —tierra cero del brote de COVID-19— aterrizó en Sydney el 8 de abril, con 90 toneladas de suministros médicos, incluyendo máscaras protectoras, batas y respiradores.
A la tripulación del vuelo se le ordenó ponerse en cuarentena en un hotel del aeropuerto de Sydney durante 16 horas hasta que el siguiente vuelo partiera el 9 de abril.
Aunque Australia necesita desesperadamente suministros médicos y equipo de protección personal (PPE), la decisión de permitir que el avión llegara ha suscitado críticas y enojo.
Peter Credlin, un reconocido comentarista político, describió la situación como «totalmente inaceptable» durante una entrevista con Alan Jones en el popular programa de radio de entrevistas, 2GB.
Credlin expresó sus opiniones sobre la potencial exposición de los australianos al virus del PCCh por parte de la tripulación de vuelo.
«La persona que limpia la habitación al siguiente día y cambia las sábanas —¿por qué ponernos en riesgo?», señaló.
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«Pero estos tipos, se están bajando de un avión de [expletivo] Wuhan», dijo.
El polémico vuelo de Wuhan tiene lugar en medio de una investigación criminal sobre el mal manejo del crucero Ruby Princess, que permitió que los pasajeros desembarcaran, lo cual provocó la transmisión de la enfermedad en la comunidad. Las infecciones provenientes del Ruby Princess representan ahora más del 10 por ciento de todos los casos de COVID-19 en Australia, y más del 30 por ciento de todas las muertes por la enfermedad.
El vuelo desde Wuhan llega después de que el gobierno actualizara sus restricciones para la tripulación el 9 de abril, por consejo del Comité Principal de Protección de la Salud de Australia (AHPPC).
El anuncio del AHPPC dijo que la tripulación de los vuelos internacionales está sujeta a las normas obligatorias de 14 días de auto-aislamiento.
El vuelo desde Wuhan fue operado por Suparna (JinPeng), la segunda compañía de carga china más grande. El personal portaba un equipo de protección completo mientras descargaban los suministros médicos.
La preocupación sobre los riesgos de infección de la tripulación de la aerolínea se ha incrementado en Australia después de que unos 50 empleados del Grupo Qantas dieron positivo en el test de COVID-19. Qantas dijo en una declaración que las infecciones ocurrieron mientras su tripulación estaba en tierra en ciudades del extranjero y no mientras estaban en el avión.
China vende suministros médicos de mala calidad
Mientras que Australia está desesperada por suministros médicos y equipo de protección personal, hay una creciente preocupación en la comunidad internacional sobre la calidad de los suministros que vende China.
Los suministros médicos vendidos por el Partido Comunista Chino a otros países han sido descritos como «dudosos, deficientes, defectuosos, sucios y no adecuados».
En una conferencia de prensa en Finlandia el 8 de abril, Tomi Lounema, director general de la Agencia Nacional de Suministros de Emergencia del país dijo: «El mercado chino es muy caótico».
Añadió que tenían que tratar con un gran número de proveedores dudosos de China, lo que dificultaba el rastreo del lugar donde se fabricaban las mercancías.
«Los precios están subiendo constantemente, las transacciones tienen que hacerse rápidamente y hay que pagar por adelantado», dijo. «El riesgo comercial es muy alto».
En un comunicado de prensa del 7 de abril, la ciudad de Toronto dijo que había retirado más de 62,000 mascarillas quirúrgicas defectuosas que adquirió de proveedores en China por un valor de 200,000 dólares que «no cumplían con las especificaciones que la ciudad requería». Las máscaras defectuosas habían sido distribuidas a las instalaciones de atención médica a largo plazo el 28 de marzo.
La ciudad de Toronto está investigando si los trabajadores de la salud pudieron haber estado expuestos al virus del PCCh mientras utilizaban alguna de las máscaras defectuosas.
El director ejecutivo de los Servicios de Salud de Irlanda, Paul Reid, dijo el 5 de abril que alrededor del 20 por ciento de un envío de equipo de protección personal de China estaba defectuoso. Los artículos defectuosos tenían un valor de 4 millones de euros (4,37 millones de dólares americanos, 6,89 millones de dólares australianos).
Añadiendo a la lista de países que han recibido equipos médicos defectuosos de China está Holanda, que el 28 de marzo, retiró alrededor de 600,000 mascarillas. El Ministerio de Sanidad español también retiró 58,000 equipos de pruebas fabricados en China al descubrir que tenían una tasa de precisión de tan solo el 30 por ciento.
El 8 de abril, la administración de aduanas del régimen chino admitió la mala calidad del equipo de protección personal que se exportaba en un comunicado titulado: «China se moviliza para asegurar la calidad de las exportaciones de suministros médicos».
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Gran cantidad de suministros médicos exportados por China están defectuosos
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