Los viajes aéreos de China a Estados Unidos cayeron 86 % en febrero después de que el presidente Donald Trump prohibiera la mayoría de los viajes debido a la emergente pandemia del COVID-19, según las estadísticas recién publicadas.
El 31 de enero, Trump emitió una orden ejecutiva que prohibía a las personas que habían estado en China en las últimas dos semanas entrar en Estados Unidos. La orden entró en vigor el 2 de febrero.
«No podemos permitir que entren miles de personas que tengan este problema, el coronavirus», dijo Trump en ese momento durante una entrevista previa al Super Bowl con Sean Hannity de Fox News.
Los vuelos de pasajeros desde China disminuyeron de 505,560 en enero a 70,072 en febrero, expresó la Dra. Anne Schuchat, parte del equipo de respuesta al COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en un informe del 1 de mayo.
Pero los viajeros siguieron llegando desde Italia y otros países del área Schengen. Cerca de 1.75 millones de personas de diferentes naciones, incluyendo 139,305 de Italia, llegaron en febrero.
El virus del PCCh (Partido Comunista Chino), o SARS-CoV-2, un nuevo coronavirus de China, que causa la enfermedad COVID-19, se propagó rápidamente por Europa Occidental ese mes.
Trump anunció el 11 de marzo la prohibición de viajar a la mayoría de los países del área Schengen, afirmando que la Unión Europea «no tomó las mismas precauciones» que Estados Unidos para restringir los viajes desde China y otros puntos críticos del virus.
«Como resultado, un gran número de nuevos focos [de infección] en Estados Unidos fueron sembrados por viajeros de Europa», comentó.
La prohibición se extendió a Gran Bretaña e Irlanda el 14 de marzo.
El número de viajeros que volaron a Estados Unidos desde Italia y todos los países de Schengen disminuyó de un 74 y un 50 %, respectivamente, en marzo, según el nuevo informe de los CDC.
El análisis genómico de las diferentes cepas del virus del PCCh en Estados Unidos indica múltiples introducciones de viajeros internacionales de China y Europa, así como viajes nacionales.
El regreso de los pasajeros de cruceros también contribuyó al rápido aumento de los casos, señaló Schuchat. El número de casos en el país se multiplicó por más de mil en un período de tres semanas desde finales de febrero a principios de marzo.
«Personas de muchos países están en estrecho contacto en los cruceros, y los miembros de la tripulación siguen trabajando en los barcos para los múltiples viajes. Como resultado, los pasajeros que regresan de los cruceros contribuyeron a la fase de aceleración temprana», escribió.
El director de los CDC, Robert Redfield, ordenó el 14 de marzo una orden de no navegación para los cruceros y renovó la orden el 9 de abril, poniendo fin a los nuevos viajes en crucero.
Grandes eventos en febrero, incluyendo el Mardi Gras en Louisiana, la conferencia internacional Biogen en Boston, Massachusetts, y un funeral con más de 100 asistentes en Albany, Georgia, «llevaron a una mayor propagación» del virus, según el nuevo informe. También se formaron grupos en centros de enfermería especializada y de cuidados a distancia y en hospitales, junto con algunos lugares de trabajo como plantas empacadoras de carne. Otros grupos estaban vinculados a lugares de culto.
Un factor importante en la rápida propagación del virus fue el significativo porcentaje de pacientes que no mostraron síntomas. Otro factor: la introducción del virus en el país se produjo durante la temporada anual de gripe, lo que hace difícil distinguir algunos casos del virus del PCCh de la gripe. Las enfermedades comparten algunos síntomas, como fiebre, tos y dificultad para respirar.
«A medida que la pandemia evoluciona, los esfuerzos de control deben ser continuamente refinados. Ciertas intervenciones que fueron críticas en las primeras etapas, como la cuarentena y el control en los aeropuertos, podrían tener menos impacto cuando la transmisión se extiende en la comunidad. Sin embargo, muchos elementos de las estrategias de mitigación utilizadas, durante la fase de aceleración seguirán siendo necesarios en las etapas posteriores del brote», concluyó el médico.
Los resultados preliminares de las pruebas de anticuerpos sugieren que incluso en las regiones de EE. UU. Con el mayor número de casos reconocidos, la mayoría de las personas no han sido infectadas y siguen siendo susceptibles, señaló, y agregó: «Por lo tanto, se necesitarán esfuerzos sostenidos y coordinados para prevenir la futura propagación del SARS-CoV-2 dentro de Estados Unidos».
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