Robert Lowe, gobernador del Banco de la Reserva de Australia (RBA) dijo el 21 de abril que Australia no debe esperar «volver rápidamente a los negocios como de costumbre» después de que el virus del PCCh haya terminado.
El debate sobre el futuro económico de Australia después de la pandemia se hizo muy intenso tras la predicción del RBA de que el país estaba experimentando uno de los peores episodios económicos desde la Gran Depresión.
Es probable que el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido comúnmente como el nuevo coronavirus, cause la «… mayor contracción de la producción e ingresos nacionales que hemos presenciado desde la década de 1930», dijo Lowe en un discurso.
En resumen: es probable que la producción nacional, o producto interno bruto, caiga un 10% durante la primera mitad de 2020, y que la mayor parte de la disminución ocurra en junio. El total de horas trabajadas es probable que disminuya alrededor del 20% durante la primera mitad del año. Para junio, se espera que el desempleo a nivel nacional alcance el 10%.
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Incluso si se levantan las restricciones del virus del PCCh, Lowe admitió que los hábitos de consumo cambiarían y habría un gasto más cauteloso.
Lowe dijo que la mejor manera de que Australia se recupere de las repercusiones de la pandemia es embarcarse en un programa de crecimiento y productividad. Alentó a los australianos a que capitalicen el «espíritu de cooperación» compartido durante el brote del virus.
«Un gran enfoque en hacer de Australia un gran lugar para que las empresas se expandan, inviertan, innoven y contraten personas es la mejor manera de ampliar la recuperación», dijo.
El tesorero Josh Frydenberg dijo que el gobierno estaba de acuerdo con el RBA y entendía la necesidad de una amplia reforma.
Frydenberg no descartó una reforma en las áreas de impuestos, desregulación y relaciones laborales.
Hablando con Australian Financial Review el 22 de abril, volvió a enfatizar la importancia de aprobar el «Proyecto de Ley de Aseguramiento de la Integridad» que daría a las cortes el poder de dar de baja a los sindicatos o inhabilitar a los funcionarios de los sindicatos.
AFR también informó que dijo, «tenemos una tasa no competitiva de 30 centavos de dólar».
Jennifer Wescott, presidenta del Consejo Empresarial de Australia repitió la necesidad de reformar el sistema tributario diciendo que debía ser más competitivo para atraer la inversión extranjera.
«Tenemos una desventaja que es una tasa de impuestos mucho más alta que en cualquier otro lugar del mundo», dijo.
El Líder del Federal Opposition Labor, Anthony Albanese respondió a los comentarios del gobierno en Twitter diciendo, «Lo que escucho del gobierno es solo un código para, ‘vamos a regresar para continuar atacando a los sindicatos, para atacar los salarios y las condiciones de la gente trabajadora'».
The Government has been quietly making it easier for bosses to cut people’s pay, penalty rates and leave entitlements – all with just 24 hours’ notice.
Working people have been getting us through this crisis.
We need a plan to help them – not one that will hurt them. pic.twitter.com/mfW3cqF6yQ
— Anthony Albanese (@AlboMP) April 22, 2020
El tesorero de oposición, Jim Chalmers del Partido Laborista escribió en Twitter que Australia no debería volver a las «viejas y estrechas obsesiones ideológicas(…)que no han logrado crear suficientes trabajos buenos y bien pagados en el pasado».
We’re up for a big conversation about what Australia looks like after this crisis, but we don’t want it to focus just on a return to the old narrow ideological obsessions of the Government which have failed to create enough good, well-paid secure jobs in the past #auspol #ausecon pic.twitter.com/A9Xj6kfgMh
— Jim Chalmers MP (@JEChalmers) April 23, 2020
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