Wall Street se comprometió oficialmente con Beijing

Beijing abre la gestión patrimonial, la frontera final para Wall Street en China

Por Fan Yu
31 de mayo de 2021 12:57 PM Actualizado: 31 de mayo de 2021 12:57 PM

Opinión

A pesar de que las tensiones entre Beijing y Washington aumentaron en los últimos cinco años, las empresas de Wall Street han aumentado constantemente su presencia comercial en China mientras navegan cuidadosamente por los torbellinos políticos.

Sin embargo, los acontecimientos recientes que involucran a las dos empresas más importantes de Wall Street indican que la industria está decidida a hacer de China su mercado de crecimiento más importante.

En otras palabras, la suerte está echada y no hay vuelta atrás.

El 25 de mayo, el banco de inversión Goldman Sachs, con sede en Nueva York, obtuvo la aprobación de los reguladores de Beijing para una participación del 51 % en una empresa conjunta de gestión patrimonial con el Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, por sus siglas en inglés), uno de los bancos comerciales más grandes de China.

También en mayo, BlackRock—el administrador de activos más grande del mundo con cerca de 9 billones de dólares en activos— recibió la aprobación para establecer una empresa de gestión patrimonial, del cual poseerá el 50.1 %, junto con sus socios China Construction Bank y Temasek, el fondo soberano de Singapur.

Las disposiciones van detrás de los anuncios anteriores de los administradores de activos europeos Amundi y Schroders, quienes obtuvieron la aprobación para las asociaciones nacionales chinas el año pasado con Bank of China y Bank of Communications. En marzo, JPMorgan Chase obtuvo una participación minoritaria en una subsidiaria de gestión patrimonial de China Merchants Bank.

Goldman y BlackRock no son los primeros en actuar, sin embargo, su última expansión en China es la más importante. Goldman es quizás el banco de inversión más destacado de Wall Street y su presencia en el sector de gestión patrimonial de China seguramente atraerá seguidores. BlackRock, cuyo director ejecutivo, Larry Fink, ha sido optimista respecto a China durante años, se considera un innovador entre los administradores de activos tradicionales.

Un hilo común entre estas asociaciones es la gestión patrimonial. Es la frontera final (y potencialmente más lucrativa) para Wall Street en China.

¿Cómo es eso? Las empresas de Wall Street han recorrido un largo camino para ganar terreno en China. Durante la última década, Beijing ha abierto lentamente sus mercados financieros a Occidente, primero permitiendo que el capital extranjero invierta en sus mercados internos y participe en ganancias (y pérdidas) y más recientemente permitiendo subsidiarias en tierra de propiedad mayoritaria. China permitió recientemente la propiedad extranjera mayoritaria de bancos de inversión y las empresas de corretaje nacionales, otorgándole a Wall Street la obtención de una parte de las comisiones derivadas de la suscripción de nuevas acciones y bonos. Y a fines de mayo, el banco central de China elevó el límite sobre la cantidad de préstamos que pueden solicitar en el extranjero los pequeños prestamistas y los bancos extranjeros que operan en China (por ejemplo, en dólares), lo cual aumenta la capacidad de los bancos extranjeros para expandirse aún más dentro de China.

Sin embargo, la flexibilización de Beijing de la industria de gestión patrimonial es un cambio de juego. China es una nación de ahorradores. La ola de nuevos ricos de China tiene mucho dinero en efectivo para invertir. Y el mercado de gestión patrimonial de China depende en gran medida de la distribución minorista y digital. Los socios chinos de las empresas de Wall Street presumiblemente ayudarían con los canales de ventas y distribución.

Esto le da a Wall Street una fuente de ingresos potencialmente masiva—cobro de comisiones por administrar los activos de su gran población y la creciente clase media. En otras palabras, esto permite que Wall Street gane dinero con los clientes minoristas chinos. Y a diferencia de las comisiones bancarias de inversión, estos honorarios de gestión de activos son una fuente de ingresos más estable y recurrente.

Conflictos posibles

Al igual que con cualquier empresa que opere en China, existen mayores riesgos gubernamentales y regulatorios. Y estos riesgos son aún mayores en la industria financiera, donde el cumplimiento normativo es tan fundamental para la ejecución de la estrategia. Incluso las empresas chinas podrían ser severamente castigadas si contradicen a las autoridades de Beijing, como lo demuestra la repentina cancelación de la oferta pública inicial del gigante fintech Ant Group a fines del año pasado.

Wall Street podría entrar en conflicto entre China y Estados Unidos, especialmente cuando sus operaciones en la segunda economía del mundo se conviertan en una parte considerable de su negocio. El Partido Comunista Chino (PCCh) podría tener una poderosa influencia sobre Wall Street si las relaciones entre Estados Unidos y China continúan deteriorándose. Los poderosos grupos de presión de Wall Street en Washington podrían actuar para ayudar indirectamente a los intereses de China si los negocios chinos de las empresas de Wall Street están suficientemente amenazados.

En los últimos meses, los conglomerados de moda y ropa que descontinuaron el uso del algodón de Xinjiang debido al maltrato del grupo étnico uigur, fueron recriminados públicamente por parte de China y los consumidores chinos en las redes sociales, lo que afectó sus ingresos por ventas en China. También a fines de mayo, el actor y exluchador profesional, John Cena, emitió una disculpa pública a China luego de que nombrara a Taiwán como país en una entrevista anterior con periodistas taiwaneses. Sus comentarios, los cuales fueron ampliamente criticados en China, podrían afectar negativamente las ventas de taquilla de la próxima película de Universal Pictures «Fast & Furious 9».

Estos incidentes, aunque no están relacionados con la industria de servicios financieros, son ejemplos de los conflictos en curso que enfrentan las empresas extranjeras mientras operan en China. Por ejemplo, Beijing podría inducir a que los clientes chinos retiren activos de gestores patrimoniales extranjeros si los ejecutivos de la empresa matriz actuaran de una manera que se percibiera como «ofensiva» para el PCCh.

Existe otro riesgo a largo plazo para Estados Unidos. Dada la cantidad de ejecutivos de Wall Street que eventualmente ocupan puestos de alto nivel en el gobierno de EE. UU. luego de dejar sus puestos, los años de colaboración con China y el PCCh podrían influir indirectamente en la toma de decisiones políticas posteriores.

En particular, Goldman tiene una larga lista de exbecarios que luego trabajaron en el gobierno, incluidos los exsecretarios del Tesoro, Hank Paulson y Steven Mnuchin, el exasesor económico de Trump, Gary Cohn, el exgobernador de Nueva Jersey, Jon Corzine, y el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, William Dudley.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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