En su carta anual (pdf) a los accionistas de Berkshire Hathaway, Warren Buffett promocionó su confianza en la economía de EE.UU. al tiempo que advirtió sobre la «inflación galopante» derivada las consecuencias de los déficits fiscales durante la última década.
Buffett, de 92 años, animó a los inversores a concentrarse en el largo plazo más que en las condiciones volátiles a corto plazo, argumentando que apostar contra Estados Unidos nunca ha funcionado en sus casi seis décadas al frente de su holding conglomerado multinacional, establecido en Omaha, Nebraska.
Después de 80 años de inversión, señaló Buffett, todavía no ha perdido nada de su confianza en la economía más grande del mundo.
«Contamos con el viento de cola de Estados Unidos y, aunque de vez en cuando ha estado en dificultades, su fuerza propulsora siempre ha regresado», escribió.
“He estado invirtiendo durante 80 años, más de un tercio de la vida de nuestro país. A pesar de la inclinación (casi entusiasmo) de nuestros ciudadanos por la autocrítica y la duda, todavía tengo que ver un momento en el que tenga sentido hacer una apuesta a largo plazo contra Estados Unidos. Y dudo mucho que cualquier lector de esta carta tenga una experiencia diferente en el futuro”.
Haciéndose eco del sentimiento de Charlie Munger, el vicepresidente de Berkshire Hathaway, Buffett afirmó que el «inversionista paciente» siempre superará a los «jugadores tontos».
Se tomó un momento para opinar sobre el comportamiento «repugnante» de los administradores de dinero, calificando su actividad específica como «repugnante».
“Por último, una advertencia importante: Incluso la cifra de ganancias operativas que favorecemos puede ser fácilmente manipulada por los gerentes que así lo deseen. Los directores ejecutivos, los directores y sus asesores a menudo consideran que esta manipulación es sofisticada. Los periodistas y analistas también aceptan su existencia”, dijo.
“Esa actividad es repugnante. No se requiere talento para manipular números: Solo se requiere un profundo deseo de engañar”.
Su famosa carta anual también estuvo acompañada por los “buenos” resultados de fin de año de la compañía, que mostraron una ganancia operativa récord de USD 30,800 millones y una pérdida anual de USD 22,800 millones.
A finales de 2022, la reserva de efectivo de Berkshire ascendía a cerca de USD 130,000 millones.
Recompras y Déficits
Warren Buffett se lamentó del gobierno federal en su carta, defendiendo las recompras corporativas y advirtiendo de las consecuencias de los déficits federales.
Durante su discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente Joe Biden propuso cuadruplicar el impuesto sobre la recompra de acciones corporativas al 4 por ciento. El impuesto se introdujo inicialmente en la Ley de Reducción de la Inflación. Muchos demócratas también han defendido esta política, argumentando que el gravamen para aumentar los ingresos disminuiría la evasión fiscal de las corporaciones y los accionistas acaudalados. Los críticos afirman que las corporaciones deberían gastar este dinero para mejorar los beneficios de los empleados y reforzar los gastos de capital. Pero los partidarios explican que las recompras mejoran el crecimiento de las ganancias por acción (EPS).
Buffett sostuvo que las recompras ayudan a los accionistas ya que aumentan el valor intrínseco por acción.
“Las matemáticas no son complicadas: Cuando el recuento de acciones disminuye, su interés en nuestros muchos negocios aumenta. Todo ayuda si las recompras se realizan a precios que aumentan el valor”, dijo Buffett. “Se debe enfatizar que las ganancias de las recompras que aumentan el valor benefician a todos los propietarios, en todos los aspectos”.
En última instancia, si el público escucha que las recompras son perjudiciales para los inversores y accionistas y beneficiosas para los directores ejecutivos, entonces están «escuchando a un analfabeto económico o a un demagogo de lengua plateada (personajes que no se excluyen mutuamente)», escribió.
Sobre el tema de los impuestos y los déficits, Buffett ha sido un defensor de aumentar los impuestos a los ultrarricos. Según el llamado Oráculo de Omaha, los funcionarios de Berkshire “esperan pagar mucho más en impuestos durante la próxima década”.
“No le debemos menos al país”, afirmó.
A pesar de su entusiasmo por pagar más impuestos, Buffett aludió a la falta de gestión fiscal en Washington y señaló que el gobierno de EE.UU. recibió USD 32.3 billones en impuestos durante la década que terminó en 2021 mientras que gastó USD 43.9 billones.
“Los déficits fiscales enormes y arraigados tienen consecuencias”, escribió, y agregó que Berkshire brinda “una modesta protección contra la inflación galopante”.
Buffett también señaló que, si 1000 contribuyentes igualaran los USD 32,000 millones de impuestos pagados por Berkshire durante la década, “ninguna otra empresa ni ninguno de los 131 millones de hogares del país habrían necesitado pagar ningún impuesto al gobierno federal. Ni un céntimo”.
Buffett y Munger asistirán al fin de semana anual de accionistas de la compañía a principios de mayo.
En lo que va del año, las acciones Clase B de Berkshire Hathaway Inc. han bajado alrededor de un 2 por ciento a alrededor de USD 304.
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