Después de una reacción violenta generalizada a su plan de Medicare para Todos a 10 años que costaría USD 52 billones, la senadora Elizabeth Warren (D-Mass.) ahora dice que no comenzará a implementar el programa hasta que hayan pasado al menos dos años si es elegida presidente.
Warren dio a conocer el plan el 1 de noviembre. Ella luchó para responder preguntas sobre la propuesta masiva, que vería al gobierno hacerse cargo de la industria de la salud, y se enfrentó a las críticas de una serie de contendientes presidenciales.
Warren anunció el viernes que no implementaría Medicare para Todos justo después de asumir el cargo.
“Al final de mi tercer año, lucharé para aprobar una legislación para completar la transición a Medicare para Todos. Una vez que millones hayan experimentado todos los beneficios de una opción de Medicare para Todos y la hayan comparado con el sistema corrupto y derrochador que tenemos hoy, la gente lo exigirá”, dijo en un comunicado.
Warren dijo que tomaría medidas ejecutivas sobre atención médica en sus primeros 100 días en el cargo, incluida la reducción del costo de medicamentos críticos como la insulina y EpiPens y «tomar medidas enérgicas contra la corrupción para controlar a las aseguradoras de salud y las compañías farmacéuticas».
También «pasaría por alto el filibustero y crearía una verdadera opción de Medicare para Todos» en los primeros 100 días en el cargo para comenzar «la transición a Medicare para Todos», dijo.
Esa opción estaría abierta a todos y sería gratuita para casi el 50 por ciento de las personas en el país, incluidos todos los menores de 18 años y cualquier persona con ingresos iguales o inferiores al 200 por ciento del nivel federal de pobreza. Mientras tanto, cualquier persona mayor de 50 años podría unirse al programa existente de Medicare.
A finales de 2024, dijo, el programa completo de Medicare para Todos empezaría.
No estaba claro si Warren tenía el plan de transición antes de la crítica de su plan inicial. No se mencionó ninguna transición en el plan que presentó hace dos semanas.
Varios otros candidatos presidenciales demócratas han criticado a Warren y al senador Bernie Sanders (I-Vt.) por sus planes de Medicare para todos. Antes de lanzar su propio plan, Warren había respaldado la propuesta de Sanders.
La senadora Amy Klobuchar (D-Minn.) señaló que unos 149 millones de personas perderían su seguro de salud en virtud de los planes y se verían obligados a usar la atención médica del gobierno porque esa sería la única opción disponible.
«La diferencia entre un plan y un sueño imposible es algo que realmente podemos hacer», dijo Klobuchar a Warren durante el último debate.
El exgobernador de Massachusetts, Deval Patrick, que acaba de unirse a la carrera, también dijo que no apoya las propuestas de Medicare para Todos que han hecho sus rivales, sino que apoya una opción pública, similar al exvicepresidente Joe Biden.
Otros contendientes han presentado diferentes propuestas, como el alcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, quien llama a su plan «Medicare para todos los que lo quieren», dejando seguros privados en el mercado.
La campaña de Buttigieg emitió un comunicado después del anuncio del viernes de Warren, diciendo: «El nuevo ‘plan’ de atención médica de la senador Warren es un intento transparentemente político de encubrir un problema político muy serio, que es que quiere obligar a 150 millones de personas a dejar su seguro privado. Les guste o no. A pesar de adoptar el lenguaje de «elección» de Pete, el plan de Warren sigue siendo un enfoque de ‘a mi manera’ que erradicaría la elección de millones de estadounidenses».
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