La alcaldesa de Washington D.C., Muriel Bowser, anunció el lunes que antes del 1 de noviembre todos los maestros, personal escolar y trabajadores de cuidado infantil del Distrito deben estar completamente vacunados contra el COVID-19 como condición para que continúen con sus empleos. La funcionaria, además, eliminó la opción de realizarse pruebas para COVID.
El decreto de la alcaldesa permite exenciones por razones religiosas o médicas, pero descarta la opción de que los maestros de escuelas públicas y los trabajadores de guarderías se sometan a pruebas periódicas para detectar COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
El último decreto de Bowser se aplica a todos los empleados, contratistas, pasantes y voluntarios que trabajan presencialmente en las escuelas públicas, escuelas autónomas, escuelas privadas y centros de cuidado infantil de D.C.
También exige que los estudiantes-atletas, que tengan 12 años o más, sean vacunados con la vacuna Pfizer-BioNTech para que puedan participar en «atletismo extracurricular escolar». Los estudiantes-atletas que cumplen 12 años entre el 16 de septiembre y el 1 de noviembre deben estar completamente vacunados antes del 3 de diciembre, indica la orden de Bowser.
Pfizer y BioNTech anunciaron el lunes que los datos de un ensayo clínico muestran que su vacuna anti-COVID desencadena una fuerte respuesta inmune en niños entre las edades de 5 y 11 años. Si su uso en niños está autorizado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), millones de niños podrían ser vacunados en las semanas siguientes.
Hasta ahora, la vacuna solo ha sido aprobada por los reguladores de EE.UU. para personas de 16 años o más, y permanece bajo autorización de uso de emergencia para niños de 12 a 15 años.
«Sabemos que las vacunas son la herramienta más eficaz para frenar la propagación del COVID-19 y proteger a los niños que aún no son elegibles para recibir la vacuna», dijo Bowser, una demócrata, en un comunicado emitido el lunes. «Este nuevo decreto, sin una opción de prueba, agregará otra capa crítica a las medidas sólidas que hemos implementado para reabrir nuestras escuelas y mantener seguros nuestros centros de cuidado infantil».
“También sabemos que los deportes son una actividad de alto riesgo”, agregó. «Exigir que los atletas se vacunen garantizará que no solo se mantengan seguros, sino que también permanezcan en el aula y puedan participar en deportes extracurriculares en la escuela».
Otros contratistas de D.C. y trabajadores gubernamentales aún podrán someterse a pruebas semanales de COVID-19 para no tener que cumplir con el decreto de vacunación.
El anuncio del decreto se produce cuando la variante delta de COVID-19, altamente infecciosa, continúa propagándose por todo el país y las tasas de vacunación comienzan a disminuir.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron el 6 de agosto que los datos emergentes sobre la variante delta muestran que ninguna vacuna es completamente efectiva para prevenir la transmisión, ya que las personas que están completamente inoculadas aún pueden transmitir COVID-19 a otros, aunque «parecen ser infecciosos durante un período más corto».
Los CDC agregaron que «tanto las personas no vacunadas como las completamente vacunadas» parecen producir la misma carga viral cuando experimentan infecciones posvacunación de la variante delta, lo que pone en tela de juicio si los mandatos de vacunación están justificados dadas las implicaciones de sentar un precedente para que el gobierno infrinja las libertades individuales.
Los CDC no devolvieron múltiples solicitudes de comentarios sobre el asunto.
Bowser dijo durante una conferencia de prensa el lunes que no se requerirá que los padres estén vacunados para dejar a sus hijos en las escuelas y que “las escuelas podrían querer llevar a cabo sus protocolos donde no tienen muchos adultos en los edificios”.
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