El productor Harvey Weinstein se sentó este lunes en el banquillo del que se perfila como un duro juicio por abusos sexuales en Nueva York, con una fiscal que lo llamó «depredador» en la vista previa, mujeres recordándole lo que «hizo» a las puertas del tribunal y una nueva imputación en Los Ángeles.
Weinstein, de 67 años, llegó notablemente encorvado y ayudándose de un andador a la Corte Suprema estatal -fue operado de espalda recientemente-, donde estaban convocadas su defensa y la Fiscalía para ultimar los detalles de un proceso que se retrasó varias veces al tiempo que sus abogados «hacían, rehacían y rerehacían» mociones, según ironizó el juez James Burke.
Al productor que un día fue comparado con Dios por su poder en Hollywood le esperaban este lunes, lejos del glamur de los Globos de Oro celebrados en la víspera, un centenar largo de madrugadores periodistas expectantes por el «primer caso penal del movimiento #MeToo» y un grupo de mujeres que lo han acusado de abusos.
Entre ellas estaba la actriz Rose McGowan, una de sus mayores detractoras, que expresó su solidaridad con las supuestas víctimas, denunciantes y testigos, y se dirigió a él directamente a pie de calle: «Querido Harvey, no importan las mentiras que te digas a ti mismo: tú hiciste esto». A su lado, Patricia Arquette.
Quince pisos más arriba, en una pequeña sala, Weinstein guardó silencio durante una audiencia de hora y media en la que su equipo de abogados, encabezado por la polémica Donna Rotunno, intentaba lograr concesiones del juez frente a la Fiscalía, cuya punta de lanza es la asistente del fiscal Joan Illuzzi-Orbon.
Illuzzi afirmó que las autoridades están cumpliendo con la ley «lo más humanamente posible» para compartir información con la defensa, pero mostró su desacuerdo con medidas como mostrarles teléfonos móviles entregados por una testigo, o notas de entrevistas con mujeres que han acusado a Weinstein de mala conducta sexual.
En ese sentido, la asistente del fiscal declaró: «Son asuntos muy sensibles para las testigos (…). Simplemente eso no es algo que vayamos a compartir integralmente con la persona que es el depredador en esta sala», calificación que provocó la protesta de Rotunno.
Weinstein está acusado por la Fiscalía de cinco delitos sexuales, dos de ellos de violación, por incidentes relacionados con dos mujeres cuyas denuncias están incluidas en el caso, y se espera que las autoridades llamen a testificar a otras cuatro, una de ellas la actriz Annabella Sciorra, para argumentar actitud «depredadora».
Sciorra, la única identificada, ha sido objeto de comentario por parte de la abogada defensora de Weinstein en entrevistas que Illuzzi tachó de «degradantes y humillantes», por lo que el juez le ha ordenado «eliminar a las testigos» de sus comunicaciones en público sobre el caso.
El magistrado atendió otras peticiones de la Fiscalía, como prohibir que el productor pueda salir del estado, con excepción de su casa de Connecticut, y admitir como pruebas siete fotografías «extremadamente relevantes», que no obstante deberá decidir cómo gestionar para que se mantengan privadas.
Por otra parte, Burke dio un varapalo a la defensa excluyendo a uno de los testigos que proponían, el detective Nicholas DiGaudio, supuestamente apartado del caso por ocultar pruebas favorables para la defensa, lo que llevó a la retirada de un cargo.
También denegó una petición de los letrados de Weinstein para que el jurado estuviera aislado durante el juicio, en un espacio sin acceso a fuentes de información para que hubiera un «juicio justo» a su cliente.
En ese sentido, la abogada Gloria Allred, que representa a una de las denunciantes, Mimi Haleyi, y a la testigo Sciorra, destacó más tarde que la defensa quería un jurado aislado ante la «preocupación» por posibles nuevas imputaciones en otras jurisdicciones.
Justo como había vaticinado la abogada, apenas unas horas después de terminar la audiencia, Weinstein era acusado por la Fiscalía del condado de Los Ángeles de haber violado presuntamente a una mujer y por haber agredido sexualmente a otra, por lo que previsiblemente deberá presentarse ante aquel tribunal tras el proceso neoyorquino.
Las autoridades angelinas destacaron que estos cargos contra el productor son fruto del equipo especial que creó a finales de 2017 para evaluar e investigar los numerosos casos de abuso y acoso sexual en Hollywood que se conocieron a raíz del movimiento #MeToo.
El juicio continúa el martes con una primera revisión de los potenciales jurados, que deben ser «justos, imparciales y estar disponibles», según el juez, y con los que previsiblemente se conformará un panel definitivo alrededor del 14 de enero.
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