El administrador de la Administración Federal de Aviación (FAA), Mike Whitaker, anunció el 12 de diciembre que dimitirá de la agencia el día de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump.
La renuncia de Whitaker, que le permitirá a Trump la oportunidad de elegir al próximo jefe de la FAA, se detalló en una carta a la plantilla de la agencia el jueves. El administrador calificó su papel de liderazgo como el «honor de toda una vida».
«Estados Unidos es el espacio aéreo más seguro y complejo del mundo, y eso se debe a su compromiso con la seguridad del público que vuela», escribió Whitaker. «Este ha sido el mejor y más desafiante trabajo de mi carrera, y quería que escucharan directamente de mí que mi mandato llegará a su fin el 20 de enero de 2025».
Whitaker añadió que la administradora adjunta de la FAA, Katie Thomson, dejará su puesto el 10 de enero de 2025, momento en el que Mark House, administrador adjunto de finanzas y gestión de la FAA, la sustituirá. House lleva 20 años en la FAA y es miembro del consejo de administración desde 2018. Será el funcionario interino de mayor rango de la agencia durante la transición a la segunda administración de Trump.
Whitaker comenzó a dirigir la FAA en octubre de 2023 cuando la aviación estadounidense recibió un mayor escrutinio por una avalancha de errores que llevaron a un alto riesgo de colisiones en las pistas de los aeropuertos, así como por la escasez de personal para los controles aéreos. Ambos factores contribuyeron a la aprobación de la Ley de Reautorización de la FAA de 2024, que recibió apoyo bipartidista.
Como las prácticas de seguridad de Boeing volvieron a ser el centro de atención este año tras el incidente del 5 de enero de Alaskan Airlines, en el que un panel se desprendió en pleno vuelo en un Boeing 737 MAX, Whitaker fue clave en la supervisión de la agencia sobre la compañía aeroespacial. En febrero, Whitaker dio a Boeing un plazo de 90 días para elaborar un plan de seguridad global que resolviera los problemas de sus aviones 737 MAX.
«Boeing no ha hecho las cosas como siempre. Hemos aumentado drásticamente la supervisión, incluyendo más inspectores y un escrutinio más estrecho a la producción», escribió Whitaker en su carta. «También nos estamos asegurando de que la compañía implanta un sólido sistema de gestión a la seguridad, que será crucial para una cultura de seguridad duradera».
Whitaker fue anteriormente administrador adjunto de la FAA y ejecutivo de la industria para empresas como United Airlines y la compañía de taxis aéreos Supernal. Encontró poca oposición durante su confirmación para 2023 en Washington y cuenta con un amplio apoyo bipartidista.
Antes de la llegada de Whitaker, la FAA estuvo 18 meses sin administrador debido al escrutinio y la oposición de los republicanos del Senado a la primera opción del presidente Joe Biden, el ejecutivo de aeropuertos de Denver Phil Washington, por su escasa experiencia en aviación. El Comité de Comercio del Senado aprobó por unanimidad la nominación de Whitaker varias semanas después de su audiencia de confirmación de octubre de 2023.
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