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En esta serie exploramos los campos electromagnéticos invisibles pero omnipresentes que emanan desde los dispositivos electrónicos domésticos comunes hasta los 5G y sus potenciales impactos en la salud.
A medida que aumenta la exposición a los dispositivos inalámbricos y electrónicos y a los campos electromagnéticos (CEM), también aumenta la preocupación por el aumento de las tasas de infertilidad y abortos espontáneos, lo que genera dudas sobre una posible conexión.
La infertilidad afecta cada vez más a personas jóvenes en edad reproductiva; casi 1 de cada 5 parejas lucha contra la infertilidad, y las tasas de aborto espontáneo aumentan 1 por ciento cada año.
CEM y daños en los órganos reproductivos
Los campos electromagnéticos de dispositivos inalámbricos y electrónicos pueden inducir estrés oxidativo en las células sensibles a estas señales ambientales.
Los órganos involucrados en la reproducción son vulnerables al daño de los campos electromagnéticos y los estudios en animales han establecido una conexión.
Órganos femeninos
En ratas hembras, la exposición de todo el cuerpo a los campos electromagnéticos daña los ovarios, aunque no se han encontrado los mismos efectos en humanos.
Se ha demostrado que los campos electromagnéticos inhiben la ovulación y dañan las reservas ováricas. Se ha demostrado que ciertas frecuencias de EMF afectan el crecimiento folicular, lo que puede afectar la fertilidad, ya que los folículos son responsables de fertilizar los óvulos.
También se ha demostrado que la exposición a los campos electromagnéticos prolonga el ciclo de apareamiento en los animales.
Órganos masculinos
Los ratones expuestos a radiofrecuencia de teléfonos móviles tendieron a desarrollar daños en los testículos. En un estudio de 2021 que expuso a ratones macho a la radiación de teléfonos móviles 4G, los ratones desarrollaron capas de células irregulares en sus órganos reproductivos. El estudio concluyó que la radiación 4G puede afectar el tejido renal y testicular de los animales.
Una revisión publicada en Electronic Physician encontró que la exposición a los campos electromagnéticos redujo y eliminó las células encargadas de producir esperma en los ratones. Los estudios mencionados en la revisión encontraron que la exposición a los CEM también causó roturas en el ADN de las células madre embrionarias.
Alteraciones hormonales
Los campos electromagnéticos pueden afectar directamente a la glándula pineal, una glándula maestra que regula el equilibrio hormonal. Esto reduce la melatonina, una hormona que rige el ciclo de sueño y vigilia y las hormonas reproductivas, como el estrógeno y la progesterona. La melatonina también está involucrada en la producción de esperma.
La Dra. Elizabeth Lee Vliet, especialista en medicina preventiva, señaló que el aumento de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia es reciente, por lo que la investigación sobre sus efectos en la salud de los órganos reproductivos humanos es limitada.
“El iPhone se inventó en 2007. Eso no es suficiente para estudios extensos”, dijo la Dra. Vliet.
La Dra. Vliet recomienda antioxidantes como las vitaminas C, D, E y melatonina para prevenir el daño de los campos electromagnéticos. Los antioxidantes contrarrestan la oxidación inducida por los CEM, reduciendo el estrés celular y tisular.
Si bien faltan pruebas concluyentes, estas moléculas podrían intervenir en las lesiones debidas a campos electromagnéticos, previniendo el estrés celular y el daño tisular.
Los CEM dañan el esperma
Múltiples estudios que incluyen a humanos han demostrado que la exposición a los CEM daña los espermatozoides.
“Los espermatozoides son excepcionalmente susceptibles a la oxidación”, dijo el profesor Geoffrey De Iuliis, de la Universidad de Newcastle, especializado en medicina reproductiva.
Los espermatozoides están diseñados con un propósito singular: nadar rápidamente y fertilizar óvulos. Por lo tanto, su citosol, un componente del citoplasma, es pequeño. El citosol limitado restringe la presencia de antioxidantes que podrían neutralizar el estrés oxidativo inducido por los CEM.
La oxidación además conduce a daños en el ADN y a deterioros en la salud, así como a la motilidad de los espermatozoides. Los agentes protectores en los espermatozoides que protegen el ADN también son limitados.
Los espermatozoides tienen más grasas poliinsaturadas susceptibles a la oxidación que grasas saturadas en sus membranas para promover su fluidez.
Los estudios observacionales han relacionado el aumento del uso de teléfonos móviles con un mayor riesgo de infertilidad masculina.
La investigación del urólogo Dr. Ashok Agrawal destacó que los hombres que usaban sus teléfonos con menos frecuencia mostraban un mayor volumen de semen, conteo de espermatozoides, motilidad, viabilidad y estructura normal. Por el contrario, el aumento del uso de cero a dos y a cuatro horas se asoció con la disminución de la salud de los espermatozoides.
Numerosos estudios de laboratorio en los que los investigadores expusieron muestras de esperma tanto a ELF como a CEM de radiofrecuencia han mostrado alteraciones en la motilidad y en el ADN de los espermatozoides. Esto fue demostrado en un estudio que expuso durante dos horas esperma humano a 1 militesla de CEM de ELF. El urólogo Dr. Ranjith Ramasamy, profesor asociado de la Universidad de Miami, dirigió el estudio más reciente sobre la exposición a Wi-Fi y descubrió que los espermatozoides eran particularmente sensibles a los CEM de Wi-Fi y no a los de 4G o 5G.
Los investigadores no están seguros de cómo estos hallazgos se traducen en la vida real. Todavía tiene que haber un consenso sobre si la oxidación es el principal impulsor del daño de los CEM, a pesar de ganar reconocimiento, dijo el Sr. De Iuliis.
Según el Sr. De Iuliis, incluso un ligero aumento de la temperatura, de unos pocos grados, puede provocar efectos similares en los espermatozoides, ya sea en animales o in vitro.
Con respecto a la conexión entre la exposición a los CEM y la infertilidad masculina, el Sr. De Iuliis se abstuvo de atribuir definitivamente el fenómeno y sugirió que, si existe un efecto, es probable que sea sutil debido a la ausencia de cambios significativos en las tasas de infertilidad desde la llegada de los teléfonos móviles y los dispositivos inalámbricos.
Sin embargo, la epidemióloga Devra Davis, científica de salud ambiental, fundadora de Environmental Health Trust y ganadora del Premio Nobel de la Paz, apoya el vínculo y enfatiza que incluso los hallazgos de los estudios con animales tienen peso.
“Cada medicamento que usamos hoy en día se prueba en animales. ¿Cómo podría rechazar los estudios de animales cuando se trata de predecir el entorno? dijo ella.
Para los hombres preocupados, el Dr. Ramasamy recomendó reducir el uso de dispositivos y mantener una distancia de las fuentes primarias de CEM inalámbricos, como teléfonos celulares y torres de radio transmisión. Además, evite colocar teléfonos en los bolsillos de los pantalones cerca de los testículos.
Exposiciones a CEM y abortos espontáneos
La exposición a los CEM durante el embarazo está bien relacionada con los abortos espontáneos, dijo a The Epoch Times el consultor de radiación de la Universidad de Umea, Kjell Hansson Mild.
Los estudios epidemiológicos sobre defectos de nacimiento y abortos en mujeres embarazadas que trabajan en oficinas revelaron que los CEM emitidos por un monitor de computadora pueden afectar la reproducción humana.
Quizás el estudio más conocido proviene de Kaiser Permanente en California. El estudio siguió a más de 900 mujeres embarazadas y evaluó el vínculo entre la exposición a los CEM no ionizantes y los riesgos de aborto espontáneo.
Las mujeres expuestas a niveles más altos de campos magnéticos tenían casi el triple de riesgo de aborto espontáneo en comparación con aquellas con una exposición más baja.
«Debido a la actual falta de investigación sobre este tema, no conocemos el umbral biológico más allá del cual se pueden desarrollar los problemas, y tampoco comprendemos aún los posibles mecanismos que aumentan los riesgos», dijo el autor principal, la Dra. De-Kun. Li, epidemióloga reproductiva y perinatal de Kaiser Permanente, en un comunicado de prensa.
Otro estudio de 2021 en Irán concluyó que los campos electromagnéticos con una frecuencia superior a 50 Hz aumentan el riesgo de aborto espontáneo.
El vínculo entre la exposición a los CEM y el aborto espontáneo plantea la cuestión de los riesgos para la salud debido a la exposición al ultrasonido durante el embarazo. El ultrasonido también produce campos electromagnéticos.
Los estudios han demostrado que el ultrasonido puede aumentar la oxidación, aunque sus efectos adversos en humanos siguen sin ser concluyentes.
“Actualmente, no hay evidencia confiable de que el ultrasonido sea dañino para un feto en desarrollo”, escribió el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos en su sitio web. “Sin embargo, es posible que se identifiquen efectos en el futuro. Por esta razón, se recomienda que los exámenes de ultrasonido sean realizados solo por razones médicas por proveedores de atención médica calificados”.
Sin embargo, los riesgos de los CEM pueden continuar después del nacimiento de los bebés.
Un estudio de 2018 que siguió a unas 3,000 mujeres embarazadas descubrió que, en promedio, aquellas que usaban teléfonos con regularidad tenían más probabilidades de tener hijos con puntajes cognitivos medios más bajos. Un estudio español también vinculó el uso de teléfonos móviles con un mayor riesgo de problemas de comportamiento en su descendencia.
Siguiente: CEM subestimados en su hogar, no solo el Wi-Fi sino también muchos dispositivos electrónicos aparentemente inofensivos, y formas efectivas de minimizar sus riesgos.
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