Opinión
En menos de ocho años, Xi Jinping se ha establecido como el líder central y su ideología política está consagrada en la constitución del Partido Comunista Chino (PCCh). Esto no solo coloca a Xi por encima de sus predecesores Jiang Zemin, Hu Jintao y Deng Xiaoping, sino que también se está poniendo al día con el legado de Mao Zedong. Sin embargo, ahora que el PCCh está acelerando su propia desaparición, la mayoría de las facciones dentro del régimen quieren hacer rendir cuentas a Xi.
Por ejemplo, en la primera mitad de 2020, algunos funcionarios del PCCh solicitaron que Xi renuncie. «El príncipe rojo» (descendiente de un exfuncionario de alto rango) Chen Ping pidió una reunión urgente del Politburó para determinar si Xi es apto para continuar sirviendo como líder nacional. Otro príncipe rojo, Deng Pufang, quien también es hijo del exlíder del Partido Deng Xiaoping, criticó abiertamente las políticas del régimen en un discurso que pronunció cuando fue reelegido como presidente honorario de la Federación de Personas con Discapacidad de China en septiembre de 2018. Los expertos dicen que los comentarios fueron un ataque velado contra Xi.
¿Cuál es la reacción de Xi?
En primer lugar, Xi tomó medidas para solidificar su autoridad sobre el régimen y el ejército.
Xi quiere controlar tres grupos: los funcionarios de alto rango, los disidentes, y las grandes corporaciones.
1. Funcionarios de alto rango y veteranos jubilados del Partido
Xi quiere tomar medidas enérgicas contra cualquier «actividad política no organizada» por los veteranos. Según informó la prensa estatal, el próximo quinto pleno aprobará nuevas regulaciones de trabajo del Comité Central que están destinadas a cimentar el liderazgo central de Xi y evitar que sea derrocado por rivales políticos.
2. Disidentes
El régimen castiga a los críticos que critican abiertamente al PCCh, incluido el príncipe rojo Ren Zhiqiang, descendiente de segunda generación de un alto funcionario del PCCh, quien fue condenado a 18 años; Cai Xia, profesora disidente y jubilada de la Escuela Central del Partido, quien perdió sus beneficios de jubilación; Xu Zhangrun, intelectual y profesor de la Universidad de Tsinghua, fue destituido de su cargo; y Xu Zhiyong, activista y jurista, quien fue detenido a principios de este año. Todos estos incidentes ocurrieron en el primer semestre de 2020.
3. Grandes corporaciones
Los magnates financieros, especialmente aquellos con vínculos políticos, han sido controlados por el PCCh. El CEO de Anbang Insurance Group, Wu Xiaohui, fue declarado culpable de fraude y malversación, y fue condenado a 18 años de prisión. El fundador de Tomorrow Group, Xiao Jianhua, fue puesto bajo investigación por presuntamente lavar dinero para funcionarios de alto nivel del PCCh. La jubilación anticipada del fundador de Alibaba, Jack Ma, el año pasado se produjo en un momento en que Beijing estaba tomando medidas drásticas contra las empresas privadas. En junio de 2018, el Partido Comunista Chino (PCCh) ordenó que todas las empresas del país que cotizan en bolsa debían crear organizaciones del Partido para sus empleados.
Promoción del socialismo: El pensamiento de Xi Jinping
Se han publicado muchos libros sobre la doctrina política de Xi, llamados «El pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas para una nueva era» (también conocido como el pensamiento de Xi Jinping), que fomentan el culto a la personalidad en torno a Xi. El primer volumen de «Xi Jinping: La gobernanza de China», una colección de discursos y escritos de Xi, se publicó en 2014, y el tercer volumen se acaba de publicar este año. El 20 de julio, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, declaró la apertura del centro de investigación del Pensamiento de Xi Jinping sobre la Diplomacia en Beijing como «un hito histórico en la teoría diplomática de la Nueva China». Los retratos de Xi también se han colocado en muchos lugares, como templos e iglesias.
Los funcionarios del partido deben estudiar el pensamiento de Xi Jinping y se espera que sean leales al PCCh. El régimen ha reprimido severamente a aquellos cuya «conducta violó la disciplina política» de acuerdo con el Reglamento Disciplinario del Partido Comunista Chino de 2018, como aquellos que «se burlan de las principales directivas del Comité Central, socavando el centralismo y la unidad del Partido».
El 1 de enero de 2019, se lanzó la app china «Xuexi Qiangguo» (que se traduce como «Estudia a la Gran Nación»), diseñada para el estudio online del pensamiento de Xi Jinping. Según un informe de la empresa alemana de ciberseguridad Cure53, la app ha puesto a los usuarios individuales en riesgo de que se descifre y almacene su información confidencial.
Mientras Xi enfrenta una creciente presión dentro del país y en el extranjero (es decir, por la lenta economía y respuesta a la pandemia por parte de China), las facciones rivales dentro del régimen quieren que Xi rinda cuentas.
En «Gobernanza de China», Xi exige que los funcionarios sean leales al Partido y «no tomen el viejo camino de una política rígida de puertas cerradas, ni un camino erróneo al abandonar el socialismo». No hay alternativa y esta es la razón fundamental por la que Xi está atrapado en un callejón sin salida. ¿Dónde está su nuevo camino?
La única salida para Xi y sus oponentes es abandonar el socialismo. ¿Pero están dispuestos a hacerlo? Es difícil de decirlo.
En resumen, si Xi y sus oponentes todavía están atrapados en la mentalidad de jurar lealtad al Partido por encima de todo lo demás, se destruirían a sí mismos.
La eliminación del PCCh abrirá el camino hacia un futuro prometedor para China.
Wang He tiene una maestría en derecho e historia, con especialización en el movimiento comunista internacional. Fue profesor universitario y ejecutivo de una gran empresa privada en China. Wang fue encarcelado en China dos veces por sus creencias. Ahora vive en América del Norte y ha publicado comentarios sobre la actualidad y la política de China desde 2017.
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