Funcionarios chinos y rusos han anunciado que el líder chino, Xi Jinping, visitará Moscú la próxima semana para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin, en una aparente muestra de apoyo en medio del conflicto en Ucrania y mientras se agudizan las tensiones entre Oriente y Occidente.
El Kremlin afirmó en un comunicado que la visita de Xi reforzará la cooperación estratégica entre ambos países y que se firmarán «importantes» documentos bilaterales.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China dijo que el viaje de Xi a Moscú tiene como objetivo profundizar la confianza entre las dos naciones y es de «amistad, cooperación y paz».
El viaje de Xi, previsto del 20 al 22 de marzo, se produce después de que China haya intentado posicionarse como mediador en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
¿»Plan de paz»?
El mes pasado, Beijing publicó un marco de 12 puntos para una «resolución política de la crisis ucraniana» que promocionó como un «plan de paz».
Aunque pedía el fin de las hostilidades y la reanudación de las conversaciones de paz, además de «respetar la soberanía de todos los países» y «abandonar la mentalidad de la Guerra Fría», el plan fue tachado de vago y de reflejar en gran medida los argumentos del Kremlin.
«Sin duda nos preocuparía cualquier propuesta procedente de China que fuera unilateral y reflejara únicamente la perspectiva rusa», declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, en una conferencia de prensa celebrada el 16 de marzo.
Estados Unidos y la OTAN han dicho que los esfuerzos de mediación de China no son creíbles, ya que Beijing se abstuvo de condenar la invasión rusa de Ucrania, que el Kremlin califica de «operación militar especial» para defenestrar al ejército ucraniano y derrocar del poder en Kiev a personas a las que llama «nazis».
En medio de rumores no confirmados de que Xi está considerando reunirse con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, o al menos hacer una llamada telefónica, Kirby dijo que «sería algo muy bueno si los dos hablaran».
«Creemos que es realmente importante para los chinos conocer la perspectiva ucraniana y no solo la del señor Putin», dijo Kirby, quien añadió que la Casa Blanca lleva «bastante tiempo» alentando una reunión entre Xi y Zelenski.
Zelenski, por su parte, dijo que espera reunirse con Xi y que la propuesta de Beijing es una señal positiva.
«China empezó a hablar de Ucrania, y creo que es algo bueno», dijo, aunque cuestionó la sinceridad del plan chino.
«Hay algunas cosas con las que no estoy de acuerdo, con las que creo que el mundo entero no está de acuerdo», dijo Zelenski sobre el documento.
«Pero, en realidad, plantea la pregunta de con qué se van a seguir estas palabras. Porque los pasos que se van a dar… esto es lo importante».
Zelenski afirmó que China tendría que presionar a Rusia para que abandone Ucrania si Beijing realmente creyera en lo que ha escrito.
«Lo que dicen parece respeto a la integridad territorial», dijo Zelenski. «No menciona el país, pero es nuestra integridad territorial la que ha sido violada».
«La integridad territorial implica la retirada de las tropas rusas. Si no está ahí, significa que no nos parece bien».
Asimismo, Zelenski comentó los temores de Estados Unidos de que el régimen comunista chino pueda proporcionar ayuda letal al ejército ruso.
«Quiero creer que China se va a poner del lado de la idea de paz y justicia, que es nuestro lado», dijo Zelenski.
«Quiero creer de verdad que China no va a suministrar armas a Rusia. Esto es muy importante. Para mí es la prioridad número uno y estoy haciendo todo lo posible para evitarlo».
«Sin límites»
Antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, Putin visitó Beijing para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno y ambos líderes anunciaron una asociación «sin límites».
Desde entonces, Beijing y Moscú han tomado medidas para estrechar sus lazos, y el comercio bilateral entre ambos se ha disparado.
China ha incrementado sus compras de petróleo ruso, una fuente clave de ingresos para Moscú.
Rusia, por su parte, ha recibido con satisfacción el plan chino para resolver el conflicto con Ucrania, afirmando que le presta «mucha atención» y prometiendo realizar un «estudio matizado» de su contenido.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró poco después de la publicación del plan que la voz de Beijing debe ser escuchada, pero que los detalles y las implicaciones de la propuesta son cruciales.
«Cualquier intento de formular tesis para llegar a una solución pacífica del problema es bienvenido, pero, por supuesto, los matices son importantes», declaró Peskov al diario ruso Izvestia, añadiendo que, por ahora, el Kremlin no veía ningún indicio que sugiriera que pudiera lograrse una resolución pacífica del conflicto.
Las tensiones entre Estados Unidos y Rusia, ya en su punto más bajo desde la Guerra Fría, recibieron un nuevo golpe cuando las fuerzas rusas destruyeron el martes un dron estadounidense sobre el Mar Negro.
«Este peligroso episodio forma parte de un patrón de acciones agresivas, arriesgadas e inseguras por parte de pilotos rusos en el espacio aéreo internacional», declaró el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, en una conferencia de prensa.
Austin habló con el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, después del incidente, y una nota del Pentágono de su llamada indica que Austin «enfatizó que Estados Unidos continuará volando y operando donde lo permita el derecho internacional».
Shoigu, por su parte, dijo a Austin que los vuelos de aviones no tripulados estadounidenses cerca de la costa de Crimea son «de naturaleza provocativa» y podrían conducir a «una escalada», según un comunicado del Ministerio de Defensa de Rusia dijo.
El Kremlin dijo que el episodio demuestra que Estados Unidos está directamente implicado en la guerra, algo que Occidente se ha esforzado por evitar para impedir una escalada del conflicto entre dos potencias nucleares.
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