Los funcionarios electos de dos condados del centro de Pensilvania decidieron reabrir antes de que el gobernador Tom Wolf levante las restricciones de cierre del virus del PCCh en sus condados.
La junta de comisionados del condado de Dauphin declaró su intención en una carta al pueblo del estado el 8 de mayo, mientras que los funcionarios electos del Líbano lo hicieron en una carta al gobernador ese mismo día.
«Ya es suficiente. Es hora de reabrir el Estado de Pensilvania y devolver nuestro estado al pueblo (como prescribe nuestra Constitución) y no dirigirlo como una dictadura», escribió en la carta Jeff Haste, presidente de la Junta de Comisionados del condado de Dauphin.
Haste señaló que desde que el gobernador Wolf impuso el cierre para controlar la pandemia, ha causado que más de 1,793,200 habitantes de Pensilvania pierdan sus empleos.
El comisionado comentó que el cierre ha elevado las preocupaciones financieras de la gente, el estrés de la salud mental y las adicciones, y acusó al gobernador de enfrentar a un grupo de pennsylvania contra el otro.
«Permita que nuestros negocios y comunidades reabran», expresó Haste, añadiendo que durante siglos la gente y los negocios de su condado han sabido adaptarse, sobrevivir y hacerlo bien.
Alegó que el gobernador no incluyó a los comisionados del condado en el proceso de toma de decisiones sobre el cierre.
«Esto no tiene por qué suceder, ya es suficiente. Deberíamos centrar nuestros esfuerzos en asegurar que nuestras residencias de ancianos tengan los suministros, el personal, las pruebas y todo lo que necesiten para proteger a sus residentes y al personal. Nuestros sistemas de salud y hospitales han demostrado que pueden manejar las presiones del COVID-19 y que tienen capacidad de sobra», afirmó Haste.
Por otra parte, los funcionarios electos del condado de Líbano dijeron al gobernador Wolf en una carta (pdf) que a partir del 15 de mayo quieren pasar de la fase roja a la fase amarilla del plan de reapertura por etapas.
El viernes el gobernador Wolf anunció su decisión de pasar 13 condados, del suroeste de Pensilvania, de la fase roja a la fase amarilla de reapertura a partir del 15 de mayo, y el condado de Líbano no estaba incluido en la lista. Veinticuatro condados ya habían pasado a la fase amarilla el viernes.
Mientras que la fase amarilla requiere distanciamiento social y pide a la gente que use mascarillas, permite la reunión de hasta 25 personas y permite la reapertura de negocios como guarderías. Las tiendas minoristas pueden funcionar a través de un servicio en la acera, mientras que los restaurantes y bares pueden entregar pedidos a domicilio.
En la fase amarilla, las escuelas, los gimnasios, los centros de recreación bajo techo, y los salones de belleza y uñas, permanecerán cerrados.
Los funcionarios electos del condado de Líbano dijeron en la carta que los funcionarios de salud del condado confían en la decisión de pasar a la fase amarilla.
«Nosotros, como funcionarios locales electos, tenemos un interés personal en mantener nuestra comunidad segura y libre de enfermedades, y de no sobrecargar a los centros de salud del condado. Hemos escuchado las súplicas de nuestros residentes que desean la posibilidad de reabrir sus negocios y volver a trabajar con seguridad», decía la carta.
El plan del gobernador Wolf para la reapertura por etapas para los condados se basa en una herramienta de apoyo a las decisiones basadas en el riesgo que la administración creó en asociación con la Universidad Carnegie Mellon (CMU). La herramienta de CMU tiene como objetivo ayudar a los que toman decisiones a tomar decisiones que ayuden a la economía y minimicen los riesgos para la salud pública.
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