DEL RIO, Texas–El campamento primitivo que surgió debajo del puente internacional está completamente despejado de personas, dijeron las autoridades el viernes.
Los inmigrantes ilegales, principalmente ciudadanos haitianos, cruzaron el Río Bravo a principios de este mes y llegaron a Del Rio, una pequeña ciudad fronteriza a unas 160 millas al oeste de San Antonio.
Casi 15,000 ilegales vivían en el campamento lleno de basura en un momento, dijeron funcionarios de Texas, lo cual ejerció presión sobre los recursos de atención médica locales en medio de la pandemia de la COVID-19.
El campamento fue despejado constantemente por los activos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el viernes no quedaron inmigrantes, dijo el alcalde de Del Rio, Bruno Lozano, un demócrata, durante una sesión informativa poco después del mediodía.
Los trabajadores todavía están trabajando en la limpieza del sitio, agregó. Una vez que esté completo, se reabrirá el puente internacional.
“El fin de semana pasado, tuvimos aproximadamente 15,000 personas en la sección de Del Rio. Me comprometí a abordar eso dentro de 10 días y ahora no tenemos ninguno”, dijo el secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, a los periodistas en Washington.
Se encontraron cerca de 30,000 inmigrantes ilegales en Del Río desde el 9 de septiembre, dijo Mayorkas. Aproximadamente 12,400 ya han sido liberados y se les ha dado una fecha para comparecer ante el tribunal o se les ha pedido que se registren en una oficina federal de inmigración dentro de los 60 días. Unos 8000 regresaron a México de forma voluntaria. Se están procesando otros 5000 para determinar si deben ser expulsados o despedidos con un aviso. Y aproximadamente 2000 fueron deportados a Haití en 17 vuelos de repatriación.
The Epoch Times presenció a varios inmigrantes ilegales en Del Río el miércoles preparándose para abordar los autobuses para ir a Houston y a otras ciudades del interior.
“Seguimos en contacto con ellos, los monitoreamos para asegurarnos de que comparezcan ante el tribunal”, dijo el secretario.
Algunos grupos y legisladores demócratas han pedido que las deportaciones terminen por completo, mientras que otros, incluida la mayoría de los republicanos, dicen que se debería deportar a más extranjeros. La administración Biden está usando la ley federal y los poderes pandémicos del Título 42 para expulsar a algunos inmigrantes ilegales, pero está dejando ir a otros, incluidos menores no acompañados o niños inmigrantes ilegales que llegan sin un adulto responsable.
Es posible que el campamento provisional en Del Rio no se cierre por mucho tiempo. Varios grupos grandes de inmigrantes, por un total de hasta 30,000, se encuentran en Monterrey, México, y se dirigen hacia la frontera de Estados Unidos, según información de inteligencia reportada a Lozano.
Lozano dijo que no sabía qué haría el gobierno mexicano con los grupos, pero que le dijeron que la Patrulla Fronteriza estaría lista para responder.
El presidente Joe Biden y la Casa Blanca se han centrado principalmente en los últimos días en castigar a los agentes de la Patrulla Fronteriza que fueron criticados por intentar impedir que los inmigrantes ilegales ingresen a Estados Unidos. Algunos medios de comunicación afirmaron falsamente que los agentes azotaron a los inmigrantes.
«Esa gente pagará», dijo Biden a los periodistas en Washington el viernes, sin comentar sobre el aumento de la inmigración ilegal.
La Casa Blanca también suspendió la unidad de patrulla a caballo en Del Río, un método clave que utilizan los agentes fronterizos para detener la avalancha en la frontera. Las patrullas a caballo también se utilizan ampliamente para encontrar a los inmigrantes ilegales que evaden la Patrulla Fronteriza e intentan ingresar a los Estados Unidos sin ser detectados.
Lozano dijo que presenció muchas escenas de agentes que ayudaban a los inmigrantes ilegales en el campamento improvisado debajo del puente internacional, incluido poner a una mujer embarazada que estaba en trabajo de parto en una camilla y llevarla a un hospital de la zona.
“Es una lástima que, y solo voy a decir esto, la Casa Blanca sigue en silencio en cuanto al trato humano y los momentos que presencié allí”, dijo el alcalde.
También dijo que todavía no ha hablado directamente con Biden o con la vicepresidenta Kamala Harris, y agregó: «Mi mensaje es justo, que la gente sepa lo que sucedió por nuestra parte».
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