La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, defendió la estrategia de la administración Biden en China y esbozó medidas destinadas a reducir las tensiones con Beijing en un discurso el jueves en la cena del 50 aniversario del Consejo Empresarial Estados Unidos-China en Washington.
La seguridad nacional seguirá siendo una prioridad para Estados Unidos, dijo la Sra. Yellen a los miembros del grupo empresarial, que promueve el comercio entre Estados Unidos y China.
Mientras se busca una relación económica sana con China, ella dijo que Washington seguirá utilizando “herramientas económicas” para proteger los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos y los derechos humanos en China.
«Esta es un área en la que no podemos ni vamos a hacer concesiones», afirmó la Sra. Yellen.
El presidente Joe Biden ha mantenido los aranceles sobre los productos chinos impuestos por la administración Trump. Además, desde el año pasado, ha ampliado los controles de exportación para limitar el acceso de China a las tecnologías estadounidenses sensibles.
La Sra. Yellen comenzó su discurso explicando las iniciativas de la administración Biden para fortalecer la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos.
“La estrategia de la administración Biden hacia China comienza con la inversión interna y la reconstrucción de alianzas en el extranjero”, dijo la secretaria.
Durante demasiado tiempo “los trabajadores y las empresas estadounidenses no han podido competir en igualdad de condiciones con los de China”.
También señaló que China emplea una variedad de prácticas económicas desleales, incluidas herramientas no comerciales, barreras de acceso para empresas extranjeras y acciones coercitivas contra las empresas estadounidenses.
La Sra. Yellen reiteró que Estados Unidos no quiere desvincularse de China, ya que tal medida sería “perjudicial para nuestras economías y tendría repercusiones globales negativas”.
La secretaria del Tesoro también enumeró prioridades clave para la relación económica entre Estados Unidos y China durante el próximo año, incluida la necesidad de «gestionar responsablemente» los conflictos y las crisis globales.
“Hay muchas áreas en las que Estados Unidos y China no están de acuerdo. También existe siempre el riesgo de que se produzcan crisis que afecten a nuestros dos países”, dijo la Sra. Yellen, señalando que no sería realista resolver todos los desacuerdos o evitar todas las crisis.
«Pero nuestro objetivo es hacer que nuestra comunicación sea resiliente para que, cuando no estemos de acuerdo, cuando se produzcan conmociones, impidamos que los malentendidos conduzcan a una escalada y causen daños».
“Seguir estabilizando nuestra relación para evitar una escalada no será noticia”, añadió la secretaria.
Estados Unidos también pedirá una mayor transparencia con respecto a las políticas económicas y la formulación de políticas de China.
Con su participación actual de casi el 20 por ciento en la economía global, las decisiones de política económica de China tienen efectos enormes y de largo alcance en otros países, indicó la Sra. Yellen.
También señaló que comprender los planes de China, incluida su respuesta a los desafíos económicos y las prácticas no comerciales, permitirá una mejor formulación de políticas en Estados Unidos y ayudará a nivelar el campo de juego para las empresas y los trabajadores estadounidenses.
El Consejo Empresarial Estados Unidos-China ha sido criticado recientemente por organizar una cena entre ejecutivos de empresas estadounidenses y el líder chino Xi Jinping en San Francisco, al margen de la Cumbre de Líderes de Cooperación Económica Asia-Pacífico en noviembre. Según la prensa, los empresarios pagaron 40,000 dólares por persona para una reunión exclusiva con el gobernante comunista, lo que generó muchas críticas.
Entre los ejecutivos estadounidenses que estaban sentados en la mesa de Xi en el evento se encontraban Tim Cook de Apple, Larry Fink de BlackRock y Stephen Schwarzman de Blackstone, según Bloomberg.
“China está dispuesta a ser socia y amiga de Estados Unidos”, afirmó el líder comunista durante el encuentro con líderes empresariales.
El representante Mike Gallagher (R-Wis.), presidente del Comité Selecto del Partido Comunista Chino (PCCh), criticó el evento en una carta de noviembre.
«Es inadmisible que las empresas estadounidenses paguen miles de dólares para unirse a una ‘cena de bienvenida’ organizada por los mismos funcionarios del PCCh que han facilitado un genocidio contra millones de hombres, mujeres y niños inocentes en Xinjiang», escribió el Sr. Gallagher en una carta al Comité Nacional de Relaciones entre Estados Unidos y China, otro organizador del evento.
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