El pueblo estadounidense está mejor hoy en día a pesar de la galopante inflación de precios de los últimos años, dijo el martes la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a los legisladores de la Cámara de Representantes.
Yellen compareció ante el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes para exponer el presupuesto para 2025 del presidente Joe Biden y defender la trayectoria económica de la administración.
Al ser preguntada por la reaceleración de la presión sobre los precios, la destacada funcionaria de la Casa Blanca explicó que la inflación ha disminuido significativamente en el último año.
«Así que, en general, la gente está mejor a pesar del aumento de los precios», dijo a los legisladores. «Pero sabemos que tenemos más trabajo por hacer, y el presidente Biden está muy centrado en las áreas en las que puede reducir los costes».
La Sra. Yellen hizo comentarios similares en una entrevista en «CBS Evening News» en febrero, afirmando que «los trabajadores estadounidenses están saliendo adelante».
«Sabemos que los estadounidenses están experimentando malestar porque algunos precios importantes son más altos de lo que eran antes de la pandemia», dijo. «Pero lo que creo que es realmente importante es que los salarios han subido junto con los precios, así que la gente está mejor que antes de la pandemia».
Desde 2021, la inflación acumulada ha sido de aproximadamente el 19 por ciento.
Mientras tanto, en su testimonio ante el Comité, la Sra. Yellen aludió al indicador de inflación preferido de la Reserva Federal —el índice de precios de los Gastos de Consumo Personal (PCE)- como prueba de que las condiciones se han estabilizado. A pesar de haber subido en marzo un 2.7 por ciento, por encima de lo esperado, ha descendido desde el máximo del 7.1 por ciento alcanzado en junio de 2022.
El PCE básico, que excluye los volátiles sectores de la energía y la alimentación, se mantuvo sin cambios en el 2.8 por ciento el mes pasado.
Si bien se reconoce que los hogares no están viendo bajar los precios de los bienes y servicios a sus niveles anteriores a la pandemia, muchas personas sí están viendo subir sus salarios, en referencia a los últimos datos salariales.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), el Índice de Coste del Empleo —un amplio indicador de sueldos, salarios y prestaciones— subió un 1.2 por ciento en el primer trimestre, frente al 0.9 por ciento del cuarto. También fue superior a la estimación del mercado del 1 por ciento.
Sin embargo, en términos ajustados a la inflación, la remuneración apenas varió.
Además, el salario medio real por hora ha bajado un 2.7 por ciento desde enero de 2021.
Aun así, los ciudadanos están bien, dice Yellen.
Señaló que la Ley de Reducción de la Inflación, por ejemplo, apunta a una amplia gama de componentes que contribuyen al aumento de los costos de vida, como los precios de los medicamentos, las primas de atención médica y los costos de energía de los hogares.
En agosto de 2023, en un acto de recaudación de fondos en Utah, el presidente Biden reconoció que su histórica ley tenía poco que ver con la lucha contra la inflación.
«Ojalá no la hubiera llamado así porque tiene menos que ver con reducir la inflación que con ofrecer alternativas que generen crecimiento económico», declaró el presidente Biden.
Política fiscal
Los republicanos se centraron en la política fiscal, acusando al presidente Biden de subir los impuestos a muchos estadounidenses, incluidos los que ganan menos de USD 400,000.
En 2017, el entonces presidente Donald Trump promulgó la Ley de Recorte de Impuestos y Empleos, una legislación que redujo el tramo superior del impuesto sobre la renta individual del 39.6 por ciento al 37 por ciento y elevó el umbral para varios tramos del impuesto sobre la renta que redujeron la responsabilidad de muchos hogares.
El presidente Biden ha prometido que permitirá que el recorte de impuestos expire en 2025.
«Donald Trump estaba muy orgulloso de su recorte de impuestos de USD 2 billones que benefició abrumadoramente a los ricos y a las corporaciones más grandes y explotó la deuda federal», escribió el presidente Biden en un posteo en X el 25 de abril. «Ese recorte de impuestos va a expirar. Si soy reelegido, seguirá así».
Los economistas dicen que dejar que la ley de impuestos expire daría lugar a que la mayoría de los estadounidenses se enfrenten a facturas de impuestos más altas.
«Si los legisladores permiten que se produzca la plena expiración, la mayoría de los estadounidenses verán aumentar sus facturas de impuestos personales y empeorar los incentivos para trabajar e invertir», dijo Erica York, economista senior y directora de investigación de la Tax Foundation, en un informe de enero de 2024.
El representante Ron Estes (R-Kan.) ofreció estimaciones de posibles subidas de impuestos en caso de que expire la iniciativa del expresidente Trump.
«Hice algunos cálculos rápidos, pero básicamente lo que eso significa es que va a haber un aumento del 25 por ciento en la tasa impositiva sobre las personas que ganan menos de USD 44,000», dijo. «Va a haber un aumento fiscal adicional de USD 44,000 dólares para las personas que ganan menos de USD 95,000, y un aumento adicional para otras que ganan USD 400,000».
La Sra. Yellen se opuso a las afirmaciones de los republicanos, reiterando que el presidente Biden «no apoyará la subida de impuestos a las familias que ganan menos de 400.000 dólares».
Reaceleración de la inflación
Este año, las principales métricas de inflación se han reacelerado, desatando la preocupación de que la economía estadounidense pueda estar al borde de otra oleada de presiones sobre los precios.
El Índice de Precios de Consumo (IPC), por ejemplo, subió al 3.5 por ciento en marzo.
Incluso el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal ha ido en la dirección equivocada.
El IPC subyacente anualizado a tres y seis meses se disparó el mes pasado, hasta el 4.4% y el 3,.0 por ciento, respectivamente.
El público se muestra cada vez más escéptico de que los responsables de la política fiscal y monetaria estén logrando avances en su guerra contra la inflación.
Las expectativas de inflación a uno y cinco años vista de la Universidad de Michigan subieron al 3.1 por ciento y al 3.0 por ciento, respectivamente.
Las expectativas de inflación a 12 meses según el último Índice de Confianza del Consumidor de The Conference Board apenas variaron, situándose en el 5.3 por ciento.
Los economistas afirman que la trayectoria ascendente de la inflación se debe a varios factores, como la subida de los precios de la energía, el aumento de los costes de la vivienda, la relajación de las condiciones financieras y el hecho de que la oferta monetaria del país haya alcanzado su nivel más alto en un año.
Los precios del crudo han subido un 15 por ciento en lo que va de año, mientras que el coste medio de un galón de gasolina es superior al de hace un año, USD 3.657.
La asequibilidad de la vivienda sigue siendo un reto excepcional para millones de estadounidenses.
Según la Agencia Federal de Financiación de la Vivienda (FHFA), los precios de la vivienda aumentaron un 1.2 por ciento en febrero y subieron hasta un 7 por ciento interanual.
A esto se suma la subida de los tipos hipotecarios. La hipoteca a tipo fijo a 30 años se ha fortalecido por encima del 7 por ciento por segunda semana consecutiva, según muestran los datos de Freddie Mac.
En general, según datos de Redfin, el pago hipotecario mensual típico de una vivienda de precio medio es de más de USD 2800.
Mientras tanto, las cifras del Banco de la Reserva Federal de Chicago muestran que las condiciones financieras se han relajado drásticamente desde el segundo trimestre de 2023, impulsadas por las expectativas de que el banco central recortaría los tipos de interés de cara a 2024.
La creación de masa monetaria de la Fed se encuentra en su nivel más alto en un año.
Como consecuencia de las últimas tendencias, la confianza de los consumidores está empezando a deteriorarse tras subir desde noviembre. El Índice de Sentimiento del Consumidor de la Universidad de Michigan se revisó a la baja en abril, ya que «los consumidores siguen expresando incertidumbre sobre la trayectoria futura de la economía».
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