YouTube eliminó lo que parecen ser miles de «No me gusta» de los videos del presidente Joe Biden publicados por el canal oficial de la Casa Blanca. La compañía dijo que esto es parte de sus esfuerzos habituales para eliminar la interacción que considera engañosa.
Las personas en la plataforma notaron que miles de «No me gusta» han ido desapareciendo de varios videos publicados por la Casa Blanca y comenzaron a tomar capturas de pantalla del antes y el después en las redes sociales, poco después de que la administración entrante se hiciera cargo del canal y publicara sus primeros videos.
Las capturas de pantalla indican que se eliminaron un total de al menos 16,000 «No me gusta» de al menos tres videos. Incluso después de los ajustes, los cinco videos del canal tenían alrededor de 14,000 «Me gusta» combinados frente a los casi 60,000 «No me gusta» hasta el 21 de enero a las 3 p.m.
En respuesta a una captura de pantalla de uno de los videos, YouTube le dijo a The Epoch Times que está monitoreando las interacciones en el sitio para detectar y eliminar la interacción que considere spam, de modo que solo quede la interacción que la empresa considere orgánico. El mecanismo funcionó según lo previsto en el caso del video de Biden, dijo la compañía.
«YouTube elimina regularmente los «Me gusta» o «No me gusta» considerados spam de sus videos», dijo la compañía en un tweet de 2019. «Pueden pasar hasta 48 horas para que se actualicen los números».
No está claro cómo YouTube distingue entre interacción auténtica y no auténtica. La compañía no respondió a una solicitud de más detalles.
YouTube y su propietario, Google, han enfrentado durante mucho tiempo acusaciones sobre sesgo político. Las empresas han dicho que sus productos se desarrollan y gestionan como políticamente neutrales, pero los testimonios de empleados y los materiales internos filtrados indican que las empresas de hecho están infundiendo su política en sus productos.
Google cambió millones de votos en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre al impulsar su agenda política a sus usuarios, según el psicólogo investigador Robert Epstein, quien reunió a un equipo de más de 700 votantes para monitorear los resultados que estaban recibiendo de canales como los resultados de búsqueda, recordatorios, sugerencias de búsqueda, y fuentes de noticias antes de las elecciones.
Luego de las elecciones, YouTube prohibió el contenido que decía que las elecciones fueron robadas mediante fraude, una acusación planteada por el expresidente Donald Trump y muchos otros. La acusación no ha sido probada en la corte, aunque está respaldada por un importante número de evidencia, que incluye cientos de declaraciones juradas y análisis de anomalías estadísticas.
Google y YouTube son los dos sitios web más populares del mundo, según el ranking de Alexa. Políticos de ambos partidos han expresado su preocupación por el enorme poder que ostenta Google y varios otros gigantes tecnológicos.
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