Una vez que comenzó la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero, muchos países de América Latina se sintieron obligados a mostrar su apoyo a la nación europea bajo ataque. Sin embargo, los aliados rusos en la región también se han pronunciado en contra de las sanciones occidentales contra Moscú o han mostrado pasivamente una falta de apoyo a Ucrania a medida que el conflicto entra en su tercera semana.
En un discurso pronunciado el 7 de marzo, el líder venezolano Nicolás Maduro culpó directamente a las naciones occidentales por el ataque de Rusia contra Ucrania.
“Quienes provocaron este conflicto con décadas de incumplimiento de acuerdos, con décadas de amenazas contra Rusia, con décadas de preparar planes para la extensión de la OTAN son los primeros que tienen la responsabilidad de desescalar este conflicto”.
Los comentarios de Maduro se dieron solo dos días después de que una delegación estadounidense de alto nivel se reuniera con el régimen del presidente socialista para discutir una posible relajación de las sanciones y buscar recursos petroleros alternativos para Estados Unidos.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se apresuró a ponerse del lado de Rusia al comienzo de la invasión, pero adoptó un enfoque más cauteloso en los días siguientes. Esto incluyó que Nicaragua se abstuviera de la votación de las Naciones Unidas el 2 de marzo para condenar el ataque del presidente Vladimir Putin contra Ucrania.
De hecho, todos los aliados de Putin en la región, a excepción de Venezuela, optaron por abstenerse en la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) para reprender las acciones de Rusia en Ucrania. Esto incluye partidarios históricamente firmes como Cuba, El Salvador y Bolivia.
Aunque cuando se trató de la decisión patrocinada por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la resolución en Ucrania, Nicaragua, Cuba, El Salvador y Bolivia votaron en contra.
El voto de Venezuela no fue registrado debido a la suspensión del país por impago de cuotas de membresía.
El Dr. Orlando Gutiérrez-Boronat, analista y coordinador de la coalición Asamblea de la Resistencia Cubana, dijo a The Epoch Times que los aliados de Rusia en la región actúan como “apologistas”.
Señaló que algunos países están adoptando un enfoque menos abierto para apoyar a Putin en medio de temores de perder la financiación occidental.
“Cuba depende especialmente del financiamiento de Europa occidental, por lo que deben tener cuidado”, dijo Boronat.
También señaló que la falta de unidad de América Latina sobre Estados Unidos deja la puerta abierta para socavar aún más los intereses estadounidenses.
Cuando se le preguntó si los países de la región podrían adoptar un papel más directo en la guerra de Putin contra Ucrania, Boronat respondió: “Lo dudo, pero Cuba envió 5000 soldados a Afganistán cuando los soviéticos lo ocuparon, así que todo es posible”.
El régimen comunista cubano también ha culpado directamente a Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por las acciones de Rusia en Ucrania.
En el otro extremo del espectro de apoyo, los cancilleres de Colombia, Brasil, Chile, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Jamaica, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay enviaron una carta en conjunto al Ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, el 27 de febrero expresando solidaridad contra el asediado país europeo.
“Nuestros gobiernos siguen permanentemente y con gran preocupación los acontecimientos recientes, y confiamos en que muy pronto el diálogo y la negociación diplomática permitirán alcanzar una solución duradera para el restablecimiento de la normalidad en su nación, así como para la estabilidad regional y mundial”, se lee en el comunicado.
Además, los ministros solicitaron a los funcionarios de Ucrania que permitieran la salida de los ciudadanos extranjeros de sus respectivos países.
Boronat sostuvo que Estados Unidos debe permanecer atento a la relación de Moscú con los países latinoamericanos, especialmente tras el conflicto de Ucrania.
Históricamente, Rusia ha realizado audaces maniobras en la región durante otros conflictos euroasiáticos como la guerra con Georgia en 2008 y la crisis de Ucrania en 2014. El ejército de Rusia participó en ejercicios con la Armada de Venezuela en 2008 y envió aviones bombarderos Tu-160 a la nación sudamericana.
Putin también abrió un centro de entrenamiento de la policía antinarcóticos en Nicaragua en 2017, y anunció la reapertura de un centro de comunicaciones en Cuba en 2019.
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