Personal médico de un hospital en Venezuela fue captado en el momento en que realizaban una oración para los pacientes que padecen COVID-19, y para ellos mismos.
Médicos y personal de enfermería del hospital Victorino Santaella en Miranda, Venezuela, decidieron de manera espontanea realizar una oración dirigida a los pacientes contagiados por el virus del PCCh, también conocido como el nuevo coronavirus.
«Fue idea del personal de enfermería de los diferentes turnos del hospital», dijo Amarilis Jiménez, informó el medio local PDCTV.
El acto se realizó la noche del pasado lunes 29 de marzo. El periodista Daniel Murolo tomó una fotografía en la entrada de emergencia del hospital en la que se puede observar, además de personal del hospital, a familiares de los pacientes internados.
«Señor hazle saber a nuestra familia, a nuestros seres queridos que verdaderamente esta pandemia existe y que el mundo entero sepa el valor de la vida, del alma», dijo una de las enfermeras.
También, por la falta de medicamentos, la misma enfermera dijo que muchos familiares de los pacientes piden dinero, y que «mucha gente quiere extorsionar al mundo, por un bendito medicamento».
El hospital Victorino Santaella colapsó debido a la falta de insumos y que no cuentan con capacidad para atender a los pacientes. Otro problema es que tampoco cuentan con áreas especiales para los fallecidos por el virus, reportó el medio local AlbertoNews.
En su último reporte del 1 de abril, la ONG Médicos Unidos Venezuela, una organización independiente del gobierno que publica datos no oficiales, informó la cifra de 424 fallecidos del sector.
A diferencia de otros países, donde el personal de primera línea —personal médico— es vacunado en primer lugar, en Venezuela aún no se ha permitido el acceso a este sector.
«Hoy vemos cómo los hospitales están colapsados, como está aumentado el número de fallecidos, hay enfermeras y médicos en terapia intensiva luchando por sus vidas porque no tuvieron la protección necesaria» dijo la presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, Ana Rosario Contreras, reportó el medio AlbertoNews. «No tenemos como asumir la defensa del derecho de la vida de nuestros pacientes, pero tampoco podemos asumir la defensa de nuestra vida», agregó.
Contreras denunció que mientras el personal de salud sigue sin recibir la inmunización, integrantes del régimen de Maduro ya fueron vacunados.
Murolo tuiteó la frase «Una oración por quienes luchan contra el Covid-19 y por quienes arriesgan su vida por salvarlos», acompañada de la fotografía, que en cuestión de horas se hizo viral.
Un internauta de Chile comentó: «Por lógica, en muchos países del mundo (así sucedió aquí en Chile) el personal de salud es el primero en vacunarse ante la pandemia (por ser la primera línea de atención hospitalaria), pero en mi Venezuela querida no lo es».
Ante tan inusual acto, los usuarios de redes sociales hicieron eco de la petición para apoyar a los servidores de la salud: «Mucha fuerza! nuestras oraciones están con ustedes.
Otra historia relacionada a la pandemia la vivió una mujer en Estados Unidos, al sobrevivir al COVID-19.
Sobreviviente de COVID-19 dice que recitar estas palabras le ayudó a recuperarse
Osnat Gad, residente de Long Island , sufrió síntomas de COVID-19 durante más de un mes en 2020.
El primer síntoma extraño que notó fue perder el sentido del gusto y el olfato. Dos días después, ni siquiera podía levantarse de la cama. Gad tuvo la sensación de que había contraído el virus.
Al día siguiente, sintiéndose aún peor, Gad solicitó atención urgente en un hospital. Allí, dio negativo por gripe estacional y le dijeron que se fuera a casa, se pusiera en cuarentena durante dos semanas.
Gad hizo un seguimiento de sus niveles de oxígeno y temperatura, que se mantuvieron en niveles normales. Después de una semana, pensó que había mejorado. Entonces, un día, se levantó para lavar la ropa y comenzó un “segundo ataque”.
“No podía moverme”, dijo.
Después de un tiempo, se recuperó y su médico le dijo en una videoconferencia que otros pacientes con COVID-19 tuvieron un segundo ataque después de una semana de retroceso de los síntomas.
Gad se sentía profundamente sola. Llamó a sus amigos para pedir ayuda. Algunos le aconsejaron respirar vapor, pero nada funcionó. Entonces, su amiga Anna, le dijo una frase en chino, pero la cabeza de Gad estaba tan borrosa que no pudo escuchar ni recordar la explicación.
Anna le dijo que simplemente repitiera estas palabras: “Falun Dafa Hao. Zhen Shan Ren Hao”. Estas palabras están formadas por nueve caracteres en chino que se traducen como “Falun Dafa es bueno. Verdad, Benevolencia y Tolerancia son buenas”.
¿Qué tenía que perder? Ella dijo las palabras y sintió que el oxígeno volvía a entrar en su sistema.
“Confié en que mi amiga Anna tenía el mejor interés en su corazón. Sé que ella se preocupa por mí y quería que sanara. Su pasión y fuerza fue la razón por la que comencé a recitar [esas palabras]”, dijo.
Nunca imaginó que eso salvaría su vida. Cuanto más las decía, mejor se sentía.
“[Decir esto] cambió completamente mis niveles de energía, dijo. “Sé que esto me salvó, porque aprendí a respirar diciendo el mantra […] Fue increíble”, agregó.
El efecto fue inmediato, pero ella quería seguir diciéndolas. Repetía las palabras al levantarse y antes de quedarse dormida
Después de lo que pareció un milagro, Gad tenía que saber qué era exactamente Falun Dafa. Así que llamó a Anna para saber más.
Falun Dafa es una práctica espiritual que se introdujo al público en China en la década de 1990, promueve ejercicios suaves, meditación y vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para mejorarse uno mismo.
“Estoy leyendo sobre la fuerza interior que tenemos dentro de nosotros y solo depende de nosotros usarla siendo buenos humanos”, dijo Gad.
Gad continuó diciendo las frases todo los días y poco después, decidió comenzar a practicar Falun Dafa.
“Estoy extremadamente feliz de practicar e incorporar Falun Dafa a mi vida”, dijo. “Me ha mostrado una nueva manera de ver la vida”, agregó.
“Tengo que estar muy agradecida con Falun Dafa”, dijo. “Puedo decir que me salvó”.
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