Las fuerzas armadas chinas anunciaron que el 10 de agosto concluyeron una serie de tareas no definidas en torno a Taiwán, lo que indica que reducirán los ejercicios conjuntos en curso en la región.
Sin embargo, el Comando del Teatro Oriental, que supervisa a los militares chinos en la región más cercana a Taiwán, también dijo que normalizará sus incursiones de hostigamiento con aviones de combate en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán y a través de la línea media del Estrecho de Taiwán.
«El Comando seguirá de cerca la evolución de la situación al otro lado del Estrecho de Taiwán, continuará realizando entrenamientos militares de preparación para la guerra y organizará la normalización de las patrullas de seguridad preparadas para el combate en el Estrecho de Taiwán para defender la soberanía y la integridad territorial de China», dijo Shi Yi, portavoz del Comando.
Un total de 17 aviones de combate chinos incursionaron traspasando la línea media del Estrecho de Taiwán apenas una hora después de la publicación de la declaración, según el ministerio de Defensa de Taiwán.
Tropas de varias ramas de las fuerzas armadas chinas realizaron ejercicios conjuntos durante la semana pasada como parte de una respuesta amenazadora a la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. El régimen comunista chino afirma que la isla forma parte de China.
Los ejercicios tuvieron lugar en las aguas y el espacio aéreo que rodean a Taiwán, formando una especie de bloqueo que interrumpió los vuelos internacionales y las rutas marítimas en una región crucial para las cadenas de suministro mundiales.
Condena internacional
La maniobra suscitó la condena internacional de numerosos foros, como el G7, la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental) y el IPAC (La Alianza Interparlamentaria sobre China), quienes instaron al régimen comunista chino a alejarse del borde de iniciar una catástrofe internacional y a buscar una solución pacífica a la crisis que este había creado.
El anuncio de China de que va a normalizar las patrullas en torno a Taiwán es probable que sea visto por la comunidad internacional como una nueva escalada militar del régimen, que anteriormente publicó un libro blanco en el que prometía utilizar la fuerza militar contra cualquiera que promoviera la idea de un Taiwán libre e independiente.
La última ronda de ejercicios militares en torno a Taiwán, la mayor de la historia de China, provocó una respuesta limitada por parte de Estados Unidos, que ordenó que un grupo de ataque de portaaviones normalmente estacionado en Japón realice patrullas rutinarias de libertad de navegación por la región.
«Estados Unidos está preparado para lo que China decida hacer», dijo el coordinador de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una conferencia de prensa el 4 de agosto. «Nosotros no buscamos, ni queremos, una crisis».
«Al mismo tiempo, no se nos disuadirá de operar en los mares y los cielos del Pacífico occidental, en consonancia con el derecho internacional, como hemos hecho durante décadas apoyando a Taiwán y defendiendo un Pacífico libre y abierto».
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