Texas sigue adelante con un proyecto de ley destinado a mantener a los países hostiles fuera de las infraestructuras críticas del estado.
La Ley de Protección de las Infraestructuras de la Estrella Solitaria fue aprobada por unanimidad por el Senado de Texas el 26 de abril. La legislación, presentada por la senadora estatal republicana Donna Campbell, prohibiría a personas o empresas relacionadas con China, Irán, Corea del Norte y Rusia suscribir contratos relacionados con las infraestructuras críticas del estado.
El proyecto de ley pretende proteger las infraestructuras, incluyendo la red eléctrica del estado, el sistema de comunicaciones, el sistema de ciberseguridad y las instalaciones de tratamiento de agua. También se podría prohibir a otros países si el gobernador, en consulta con el Departamento de Seguridad Pública, lo considera una amenaza para las infraestructuras de Texas. Si es aprobada por la Cámara de Representantes del estado y firmada como ley por el gobernador, la legislación entrará en vigor el 1 de septiembre.
Campbell citó la propuesta de construcción de un parque eólico en el Condado de Val Verde, en el oeste de Texas, como motivo del proyecto de ley. Los terrenos para el parque eólico son propiedad de una empresa china, fundada por un multimillonario que fue militar chino. Funcionarios y expertos han dado la voz de alarma sobre el proyecto chino, diciendo que supone una amenaza para la seguridad nacional.
Una empresa de propiedad china llamada GH America Investment Group ha comprado desde 2015 130,000 acres de tierra —un área del tamaño de Tulsa, Oklahoma— en el Condado de Val Verde. El hombre detrás de la empresa de inversiones es Sun Guangxin, un empresario de Xinjiang, China, que tiene fuertes vínculos con el régimen comunista.
Sun, antiguo oficial militar, es actualmente la persona más rica de la región occidental de Xinjiang, donde el régimen está cometiendo un genocidio contra las minorías étnicas musulmanas. Tiene un patrimonio neto de 1900 millones de dólares, según Forbes, y también fue vicepresidente de la Federación Provincial de la Juventud de Xinjiang.
La empresa de inversiones de Sun adquirió los terrenos para construir parques eólicos, con la propuesta de instalar entre 50 y 130 turbinas eólicas. El terreno está a unos 50 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y México y cerca de la base aérea de Laughlin, el mayor centro de entrenamiento de pilotos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Un parque eólico de propiedad china, que genera electricidad para introducirla en la red eléctrica de Texas, supone un riesgo para las infraestructuras críticas del estado, dicen los críticos. Los posibles ciberataques a la red eléctrica podrían interrumpir las operaciones de las compañías eléctricas, provocando cortes de energía a gran escala.
Una evaluación anual de la amenaza (pdf) publicada recientemente por la comunidad de inteligencia de EE. UU. dijo que las capacidades cibernéticas del régimen chino «como mínimo, pueden causar interrupciones localizadas y temporales en la infraestructura crítica dentro de los Estados Unidos».
Los críticos añaden que el proyecto también podría utilizarse para recopilar información de inteligencia sobre las operaciones de seguridad fronteriza de Estados Unidos y las actividades de la Fuerza Aérea en Laughlin.
Campbell describió el proyecto como un «caballo de Troya».
«¿Por qué quieren poner esto en el Condado de Val Verde, donde realmente no sopla el viento? ¿Por qué esta zona, donde iba a estar el parque de turbinas, está a 65 millas de nuestra Base Aérea de Laughlin, una base estratégica de entrenamiento de pilotos?», dijo Campbell en el pleno del Senado el 26 de abril.
El Comité de Inversiones Extranjeras en Estados Unidos, un panel interinstitucional que revisa las adquisiciones extranjeras en busca de riesgos para la seguridad nacional, ya ha revisado el proyecto del parque eólico y ha determinado que no plantea problemas de seguridad. Sin embargo, Campbell confía en que los planes puedan detenerse aún, dado que la construcción no ha comenzado.
«Aunque no es retroactiva, todavía no han construido los aerogeneradores (…) vamos a impulsar [el proyecto de ley] para que entre en vigor lo antes posible», dijo a FISM News el 28 de abril.
Emel Akan contribuyó a la elaboración de este artículo.
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