Todos los que conocían a Xie Huiru decían que era una persona afortunada. Siempre fue una buena estudiante en la escuela, más tarde se graduó en la Universidad Nacional de Chung Cheng con una especialización en finanzas y luego obtuvo una licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional de Taipéi. Amplió conocimientos trabajando en un renombrado banco internacional en Taipéi, así como en un tribunal de distrito.
Su madre, una profesora universitaria, solía llevar a Huiru y a su hermana a la iglesia todos los domingos. Pero las incertidumbres de la vida molestaban a Huiru. «Me sentía como una lenteja de agua, flotando sobre el agua, sin raíces», recordó. «Aunque no tenía claro el propósito de la vida, esperaba que algún día, un verdadero maestro respondiera a todas mis preguntas y me guiara».
De adulta, las presiones del trabajo, la vida familiar y algunos graves problemas de salud, llevaron a Xie Huiru a la depresión.
Todo cambió hace ocho años cuando Huiru y su esposo, un médico, comenzaron a practicar Falun Dafa. «Mis preocupaciones desaparecieron y me volví muy feliz. Todo parecía lozano y nuevo».
Los constantes conflictos familiares
Xie Huiru tenía mala salud desde que nació. A los 2 años, desarrolló una fiebre que le duró más de un mes. Su madre tuvo que llevarla a medianoche a más de 193 km (120 millas) de distancia, a la sala de emergencias del Hospital Chang Gung, un centro médico especializado, en Taoyuan. Durante toda la escuela primaria, tuvo que dejar de asistir a las actividades al aire libre y las excursiones debido a su asma crónica. Sus años de secundaria y preparatoria estuvieron plagados de ataques de gripe y migrañas.
Después de casarse, Huiru tuvo cuatro hijos. Tener cuatro hijos la mantenía constantemente exhausta. Esto unido a la falta crónica de sueño, provocó que su salud se deteriorara cada vez más. Como médico, su marido debía salir a menudo a las 6:30 de la mañana y no volvía a casa hasta las 11:30 de la noche. Esto hizo que su relación se volviera muy tensa.
Para empeorar las cosas, la pareja tenía diferentes entendimientos en muchos temas, desde la educación de los niños hasta la limpieza de la casa. Aunque ambos son intelectuales y recibieron una alta educación, la formación jurídica de Huiru le daba una ventaja injusta en los debates familiares y dejaba, a menudo, a su marido sin palabras. Incluso cuando su marido se organizaba tranquilamente o hacía las tareas domésticas después del trabajo, Huiru seguía infeliz, creyendo que su marido pensaba que ella no había hecho el trabajo lo suficientemente bien.
Al notar la depresión de Huiru, su marido le sugirió que probara practicar yoga. Encontraron un instructor con buena reputación y comenzaron a aprender los ejercicios, así como el idioma tibetano. Después de algún tiempo, sin embargo, el marido de Huiru notó que ni el instructor ni las enseñanzas ofrecían guía espiritual. Huiru se sentía de la misma manera y la pareja dejó las clases de yoga.
A finales de 2011, el asma de Xie Huiru volvió a estallar y fue hospitalizada. En ese momento, todavía estaba amamantando a su hijo menor. Sin más remedio que ponerse inyecciones de esteroides todos los días para aliviar el dolor, se preguntaba cuándo terminaría su sufrimiento físico y mental.
Un libro milagroso
El primer día del Año Nuevo Chino de 2012, un amigo fue a visitar a la pareja y les habló sobre Falun Dafa. Dijo que era mejor que cualquier cosa que había intentado antes y que todas sus enfermedades se habían resuelto en un año.
El amigo les dejó un ejemplar de Zhuan Falun, las principales enseñanzas de Falun Dafa. Después de leerlo durante una hora, el esposo de Huiru se sintió muy emocionado. «¡Este es un gran libro!», exclamó. «¡Esto es lo que estaba buscando!», sorprendida y curiosa, Huiru se lo pidió para echarle un vistazo. Pero su marido se negó a dejárselo y siguió leyéndolo.
Huiru no quiso esperar, así que se compró uno en una librería cercana. Aunque el texto parecía simple y fácil de entender, de alguna manera le costaba comprender lo que se decía en el libro. Pero viendo lo feliz que estaba su marido con el, no se dio por vencida y siguió leyendo. «No obstante, cuando leí la séptima lección, ya fui capaz de comprenderlo», recordó.
Enseñanzas profundas
Los cambios fueron drásticos. Un día después de empezar a leer Zhuan Falun, Huiru descartó los esteroides porque ya no los necesitaba. Su asma nunca volvió.
La iluminación espiritual fue aún más profunda. «Aprendí mucho mientras leía Zhuan Falun. Muchas cosas me parecían nuevas, así que sentí que mi sabiduría se expandía», compartió. «Todas mis preguntas recibieron respuesta y me sentí como una persona nueva».
Huiru y su esposo compraron todos los demás libros de Falun Dafa, y los leyeron uno por uno. «El lenguaje parece simple en la superficie, pero los principios son muy profundos. Son muy especiales», comentó.
Una familia feliz
Siguiendo los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, Huiru comentó que dejó quejarse de los demás como hacía antes. «He aprendido que los problemas ocurren por una razón. Solo mirando dentro de nosotros mismos y mejorando continuamente podemos resolver verdaderamente los problemas», dijo. A medida que la pareja continuó aplicando las enseñanzas en su vida diaria, su relación se hizo más y más armoniosa. Su familia nunca ha sido tan feliz.
Su madre también notó los cambios. «Huiru solía ser malcriada y necesitaba una atención extra», comentó. «Pero ahora, se encuentra sana, feliz y relajada. Me alegro mucho de verla así». La madre de Huiru se sintió inspirada y empezó a practicar Falun Dafa por si misma. Huiru también le lee Zhuan Falun a sus hijos. Los niños se comportan bien tanto en la escuela como en la casa.
«Falun Dafa me dio salud, energía y una sensación de seguridad», dijo Xie Huiru. «No puedo imaginar lo que sería mi vida sin Dafa. Estoy muy agradecida con el Maestro Li [el fundador] por haber dado a conocer Falun Dafa al mundo».
Con información de Minghui.org.
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