De una vida sin sentido a un matrimonio armonioso y feliz: pareja mexicana comparte su secreto

Por Cristina Bazán
22 de abril de 2020 3:10 PM Actualizado: 23 de abril de 2020 2:04 PM

Se dice que el matrimonio es la base de una sociedad, sin embargo, en la actualidad es cada vez más común ver matrimonios que se separan después de un breve tiempo de vivir como pareja. Si bien la convivencia siempre tiene sus desafíos, no todos lograr encontrar la manera de salir avante y mantener una vida armoniosa como Teresa e Israel, una pareja mexicana que logró transformar su vida después de años de búsqueda.

Teresa Pérez fue desde pequeña una niña soñadora. “Siempre me quedaba tirada en el pasto y quería ver qué había detrás del horizonte”, cuenta. Sin embargo, su más grande sueño era poder subir al cielo, quería construir una escalera para lograrlo.

Vivió hasta los 7 años en la provincia de México, en el estado de Hidalgo. Posteriormente, tuvo que mudarse a otra ciudad para vivir con unos parientes, donde permaneció hasta los 15 años. El cambio le afectó no solo durante su adolescencia, sino una buena parte de su vida. “Sentía injusticia porque me habían llevado a otra ciudad sin haberme preguntado”, dijo a The Epoch Times.

Luego sus padres se fueron a vivir a la ciudad de Tulancingo, Hidalgo, y esa fue la oportunidad para que Teresa regresara a vivir con ellos. Sin embargo, guardaba un gran resentimiento por el tiempo que fue separada de su familia, las dificultades y el gran sufrimiento vivido, siendo muy pequeña.

(Cortesía de Teresa Pérez)

Durante los siguientes años, Tere, como suelen llamarla sus amigos, gradualmente fue acercándose a su familia y se dio la oportunidad de conocerlos. Entonces comenzó a entender la razón por la que la habían mandado a vivir lejos de ellos. Su familia era muy numerosa, con 9 hijos, era complicado para su madre cuidar de todos.

Años después, Teresa se mudó a la capital y, acostumbrada a la tranquilidad de la provincia, al llegar se encontró con una ciudad que le parecía muy complicada.

“Me fui a vivir a la Ciudad de México terminando la carrera para trabajar”, compartió. “Todo era desconfianza para mí […]. Me había creado esa idea de que todas las personas no eran confiables”.

Durante ese período, Teresa estuvo trabajando en una área cerca de una ciudad pérdida, en la que había mucha delincuencia y creía que toda la ciudad era igual. “Podías salir a la calle y encontrar marcas de que había fallecido alguien por la noche […]. En ese momento me había hecho a la idea de que toda la ciudad era mala, que no podía confiar”.

A la edad de 26 años, comenzó a sentir un gran vació. No le encontraba sentido a su existencia, su pesar era tal, que incluso intentó suicidarse. Hasta que una noche tuvo un sueño que le devolvió la esperanza.

“Soñé con Dios. Yo le decía que no le encontraba sentido a mi vida», explicó. “Él me decía que había mucho más de lo que creía en ese momento”, dijo. “Sentí que Dios me hablaba y que había algo hermoso para mí más adelante. Que en ese momento yo no lo sabía, pero que había algo que ni siquiera podía imaginar”.

A partir de entonces, Teresa comenzó la búsqueda para encontrar algo que llenara ese vacío y diera sentido a su vida. Empezó a explorar diversas filosofías y prácticas espirituales, pero no lograba hallar nada que la llenara, sentía que todas eran “puertas falsas”.

“En mi corazón sentía, y tal vez en algún lugar lo había escuchado, que ‘cuando está listo el alumno, aparecerá el maestro’. Entonces decidí dejar todas esas cosas”.

Sin embargo, esos años de búsqueda la llevaron a conocer a su esposo, Israel Robledo. Ellos habían coincidido en algunos grupos de prácticas espirituales y después de 7 años de amistad, decidieron casarse.

(Cortesía de Teresa Pérez)

Ambos se dieron cuenta de que a pesar de los años y de experimentar con diferentes corrientes, su vacío existencial seguía allí. Israel cuenta que querían encontrar algo más, ambos quería “ir al origen”. Habían conocido a varios maestros y él siempre quiso verificar su autenticidad, pero siempre encontraba incongruencia.

En una ocasión, al ir a pagar un curso de sanación, se dieron cuenta que la persona que lo impartía recibía terapia de acupuntura y masajes. “Todo lo que ella profesaba —que se suponía te ayudaba a sanar tu cuerpo— resultaba que no era cierto”, relató Israel.

En 2011, después de esa decepción, Israel se interesó por saber más acerca del qigong, un tipo de disciplinas orientadas a trabajar con la energía vital del cuerpo, al cual él asociaba con el kung fu, y decidió buscar algún lugar para aprender. La pareja fue a un parque en el que se enseñaban diferentes disciplinas de arte marcial y al llegar encontraron una práctica gratuita llamada Falun Dafa.

Falun Dafa, también llamado Falun Gong, es una avanzado sistema se autocultivación integral, que ayuda a mejorar mente y cuerpo, además de elevar el estándar moral de las personas a través de la práctica de los principios: Verdad, Benevolencia y Tolerancia.

Después de las experiencias previas, dudaron un poco. Pensaban que, como en otras prácticas, luego les cobrarían por algo más, pero no fue así.

“Nos quedamos ahí en ese lugar, observando y escuchando la música. La música se me hizo muy familiar, como si ya la hubiera escuchado antes, uno de los ejercicios ya lo había soñado tiempo atrás”, dijo Teresa.

Una de las practicantes de Falun Dafa los invitó a integrarse para realizar la meditación y fue allí como comenzaron a conocer y practicar dicha disciplina. Ese mismo día, otro practicante les prestó el libro Zhuan Falun, que contiene las enseñanzas para llevar a cabo la práctica de Falun Dafa.

Anteriormente, era difícil para Teresa leer un libro, pero ese día no quería parar de leer.

“¡Fue impresionante!”, dijo Israel. “Estaba leyendo callada, callada. Era como si estuviera alejada, como si no estuviera conmigo, como si estuviera en otro lugar. Estaba leyendo totalmente inmersa en el libro y me sorprendió bastante”.

Leyendo Zhuan Falun. (Archivo)

Mientras leía, “sentía que había encontrado las respuestas que había buscado durante toda mi vida”, dijo Teresa. Relató que “conforme iba leyendo y haciendo la práctica, fui quitando todos estos conceptos erróneos que había tenido desde la niñez: la injusticia, el pensar que todas las personas eran malas, que si algo [malo] me sucedía era porque había alguien externo que me trataba de dañar”.

Gracias a la práctica de Falun Dafa, la pareja comenzó a notar muchos cambios en sus vidas.

Teresa compartió: “Tengo más confianza en mí misma, también en los demás y todos los pensamientos que me causaban dolor, ira… Todos esos se han ido desvaneciendo con la disciplina”, dijo. Además, en el trabajo siempre tenía muchos conflictos, pero ahora ha podido darse cuenta de que muchos de ellos eran causados por una actitud de competencia y de siempre querer tener la razón.

“Con Falun Dafa me doy cuenta de que debo ver hacia mi interior, que cualquier situación que pase a mi alrededor tiene que ver conmigo y que algo me está reflejando que yo tengo que trabajar”, agregó. “Ahora la vida es muy ligera. […]. Me doy cuenta que cuando yo cambié, todo a mi alrededor cambió”, explicó.

Poco a poco, Teresa empezó a pensar que la gente había cambiado y que ahora la gente era buena. “Creo que el cambio empezó conmigo y mi ambiente de trabajo empezó a mejorar muchísimo”, añadió.

El sentimiento de injusticia de Teresa, que se había extendido a la relación con su esposo, comenzó a desvanecerse. “Al principio lloraba mucho”, compartió. “Si él me comentaba algo y no estaba de acuerdo con lo que yo quería escuchar, me movía y sentía que era injusto. Sin embargo, todo eso ha cambiado y también he notado muchos cambios en mi esposo”.

(Cortesía Teresa Pérez)

Antes de practicar Falun Dafa, Teresa percibía mucha ira en él. “Era muy explosivo”, comentó. Pero ahora Israel se ha vuelto un hombre muy paciente y tienen una relación mucho más armoniosa.

Por su parte, Israel se dio cuenta que desde que comenzó a leer el libro Zhuan Falun sentía más confianza. “Es como quitarte algo tan pesado. Como unas cadenas que tienes encima que no te dejan moverte. Es como si de repente te liberaras y fueras ligero”.

No obstante, durante un tiempo, a pesar de sus esfuerzos por mejorar, Israel sentía que no había avanzado mucho. Un día uno de sus jefes le pidió que le ayudará con un asunto de trabajo. Le dijo: “Ayúdame con esto: tú que no te estresas”.

Fue como si a través de su jefe le dijeran: “Date cuenta de que sí has mejorado, tal ves tú no lo valoras, pero está ahí. Date cuenta de que sí has cambiado”, señaló Israel.

Israel (Izq.) participando en una actividad para dar a conocer la persecución a Falun Dafa. (Costesía de Teresa Pérez)

Además, él se hizo consciente de que los conflictos en su matrimonio se debían principalmente al ego. “Porque cada cual quiere que las cosas sigan el ritmo que uno quiere o el sentido que uno quiere y ahora no, ahora [se trata de] compartir”, dijo.

Además, “Falun Dafa nos ha dado ese sentido del por qué estamos aquí o para qué es la vida. Ya no estamos buscando: ‘Oye, ¿será tener un trabajo, será tener un negocio?’… En fin, ahora el sentido de la vida es diferente”.

A lo largo de estos años, el matrimonio de Teresa e Israel también se ha visto beneficiado al mejorar las relaciones con el resto de la familia.

“Falun Dafa [hace que veamos] la vida más ligera y ese ambiente —como nosotros estamos en armonía— se contagia a la familia”.

Teresa y su esposo ahora participan también en actividades para dar a conocer la persecución a los practicantes de Falun Dafa en China, que comenzó en 1999 debido a los celos del régimen comunista chino al percatarse del crecimiento del número de practicantes, que se calcula superaban los 70 millones en ese entonces. Ellos han acudido a diferentes plazas públicas y espacios privados para hablar con la gente y explicarles cómo los practicantes de Falun Dafa en China son sometidos a torturas en campos de trabajo forzado y muchos de ellos han sido víctimas de la sustracción forzada de órganos durante estos 20 años de persecución. También hacen demostraciones de los ejercicios para que el público conozca las bondades de la disciplina que tanto les ha ayudado a mejorar de manera personal y como pareja.

Teresa (Izq.) participando en una actividad para dar a conocer la persecución a los practicantes de Falun Dafa en China. (Cortesía de Óscar Suárez)

Después de 15 años de casados, la pareja recomienda a otros matrimonios “que se den la oportunidad de conocer [Falun Dafa] porque realmente te cambia la vida en todos los ámbitos”, según Teresa.

“Sí, cambia tu vida totalmente. Es una nueva vida”, agregó Israel. “Disfrutas muchas cosas que antes no disfrutabas por estar pensando en tantas preocupaciones”.

“Es como si trajeras unos anteojos y de pronto te los cambias o te los quitas, y realmente ves la vida de otro color”, concluyó Teresa.

Falun Dafa (también conocido como Falun Gong) es un sistema de meditación para la mejora personal basado en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Fue presentado al público por el Sr. Li Hongzhi en 1992 en China. Actualmente es practicado por más de 100 millones de personas en 114 países. Pero este pacífico sistema de meditación continúa siendo perseguido brutalmente en China desde 1999. Para obtener más información, visita: falundafa.org y faluninfo.net.

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