El gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó el 7 de junio dos leyes destinadas a combatir la influencia de la China comunista en Estados Unidos.
«Si miran ahora mismo, no hay ninguna entidad que ejerza una influencia perversa más penetrante en una amplia gama de industrias e instituciones estadounidenses que el Partido Comunista de China», dijo el republicano durante una conferencia de prensa en Miami.
«Todo lo que estamos haciendo hoy es decir: ‘Ya basta’. Tenemos que empezar a contraatacar, y así lo está haciendo el estado de Florida», dijo.
Una de las leyes pretende cortar el acceso del Partido Comunista Chino (PCCh) a las instituciones académicas superiores —públicas y privadas— prohibiendo a estas entidades firmar acuerdos con el régimen chino o con empresas con estrechos vínculos estatales. También se asegurará de que «todos los estados-nación, corporaciones, organizaciones e individuos que pretendan participar en colegios y universidades sean investigados completamente», dijo DeSantis.
Florida cerró el último Instituto Confucio del estado en septiembre de 2019. Todavía quedan un total de 47 institutos de este tipo en Estados Unidos.
«No queremos que los malos actores se involucren en nuestros colegios y universidades y les haremos responsables si ignoran estas nuevas leyes», añadió DeSantis.
La segunda, llamada Ley para Combatir el Espionaje Corporativo en Florida, convertiría el robo y la venta de secretos comerciales en un delito, advirtió DeSantis.
Robar o intentar robar un secreto comercial para beneficio propio constituye un delito de tercer grado con hasta cinco años de prisión, según DeSantis. «Si la misma persona intenta vender el secreto comercial robado, se enfrentará a un delito grave de segundo grado con penas aún mayores», dijo, y añadió que el individuo o la entidad se enfrentaría a penas aún más duras por actuar en nombre de un gobierno extranjero.
«Sabíamos que teníamos que levantarnos, sabíamos que teníamos que empezar a oponernos esto, porque realmente se nos ha ido de las manos», dijo.
En una entrevista concedida a The Epoch Times el 7 de junio, declaró que, con las dos leyes firmadas, Florida cuenta con «las protecciones más sólidas contra la influencia del PCCh que ningún otro estado haya hecho hasta ahora».
Ambos proyectos de ley entrarán en vigor el 1 de julio, dijo.
En la conferencia de prensa, el gobernador citó una serie de recientes acusaciones federales contra individuos chinos por «estar confabulados con el gobierno chino». Eso incluye a un profesor de la Universidad de Florida acusado de tomar secretamente 1.75 millones de dólares del dinero de los contribuyentes estadounidenses para financiar la investigación de una empresa que fundó en China.
Una mujer de Jacksonville, esposa de un oficial de la Marina de Guerra estadounidense, se declaró culpable el pasado mes de septiembre de ayudar a pasar de contrabando a China material de uso militar.
Los Institutos Nacionales de Salud declararon en abril que han señalado a 500 investigadores sospechosos de tener vínculos financieros con el PCCh y otros adversarios extranjeros.
Ejemplos como estos no han recibido la atención que merecen, dijo DeSantis, añadiendo que hay una razón para ello.
«Hay mucha gente en Estados Unidos que se beneficia de la generosidad del Partido Comunista de China», dijo a The Epoch Times.
Aunque la influencia del PCCh es generalizada en el mundo académico estadounidense, la infiltración no se detiene ahí, dijo.
«Los medios de comunicación corporativos, en la industria del entretenimiento de este país, están en el bolsillo del Partido Comunista de China», dijo en la rueda de prensa. «Fueron los primeros en tratar de suprimir la verdad sobre la teoría de la filtración del laboratorio».
DeSantis también señaló cómo Bing, un motor de búsqueda propiedad de Microsoft, censuró la icónica imagen del «hombre del tanque» durante el aniversario de la masacre de la Plaza de Tiananmen, que Microsoft afirmó más tarde era el resultado de un «error humano accidental».
DeSantis lo consideró un «error bastante conveniente».
«Es increíble cómo estas empresas de entretenimiento se arrodillan a lo que quiera el PCCh. Es increíble cómo los medios de comunicación corporativos de este país tienen mucho miedo de hacerlos responsables. Y eso se ve una y otra vez».
«Este es un tema a largo plazo con el que vamos a tener que comprometernos, y seguiremos haciéndolo», dijo a The Epoch Times.
Con información de Victoria Wu.
Siga a Eva en Twitter: @EvaSailEast
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.