Una abogada que trabajaba para la oficina del fiscal John Durham presentó su renuncia.
«Nora Dannehy renunció al Departamento de Justicia», dijo un portavoz de la Oficina del fiscal de EE.UU. para el Distrito de Connecticut a The Epoch Times a través de un correo electrónico.
El portavoz se negó a responder por qué Dannehy renunció y si estaba trabajando en la investigación de Durham sobre los orígenes del Crossfire Hurricane, la investigación de contrainteligencia del FBI sobre los antiguos y actuales asociados de la campaña de Donald Trump que inició en 2016.
Dannehy trabajó para la oficina desde 1991 y finalmente llegó a ser fiscal de EE.UU. en abril de 2008. Dannehy dejó la oficina en diciembre de 2010 para convertirse en fiscal general adjunto de Connecticut. De 2013 a 2019 trabajó para United Technologies Corporation.
Durham anunció en marzo del año pasado que Dannehy volvía a trabajar para él como abogada.
«Nora Dannehy tiene habilidades legales superiores y una reputación inigualable de integridad», dijo Durham en aquel momento.
«Durante su larga permanencia en el Departamento de Justicia, dirigió algunas de las investigaciones más delicadas jamás realizadas por nuestra oficina. Estoy encantado de que Nora haya elegido volver al servicio público y espero con interés trabajar con ella y confiar en su asesoramiento y décadas de experiencia legal para promover la causa de la justicia para el pueblo de Connecticut y nuestra nación».
El Hartford Courant, citando a colegas de Dannehy, informó que Dannehy había sido parte del equipo de Durham en Washington trabajando en la revisión sobre las acciones del FBI contra la campaña Trump.
Los colegas, que no fueron nombrados, dijeron que Dannehy no apoya al presidente Donald Trump y creían que el fiscal general William Barr estaba presionando a Durham para que entregara los resultados de la investigación antes de las elecciones del 3 de noviembre.
El representante Joe Courtney (D-Conn.) compartió la noticia en redes sociales, llamando a Dannehy «una verdadera profesional de una familia distinguida que siempre se ha adherido a los más altos estándares de la ley». Su partida «es preocupante», añadió.
El Departamento de Justicia no respondió a la petición de comentarios.
La investigación de Durham se convirtió en una investigación criminal y su equipo el mes pasado obtuvo una declaración de culpabilidad de Kevin Clinesmith, un exabogado del FBI que estaba muy involucrado en el trabajo de la oficina en contra del entonces candidato Trump.
Clinesmith admitió haber cambiado un correo electrónico de la CIA para declarar que Carter Page, un exasociado de la campaña de Trump, no trabajaba con la agencia de espionaje, cuando el correo electrónico originalmente declaraba que sí lo hacía.
«En ese momento, creí que la información que estaba proporcionando en el correo electrónico era exacta, pero estoy de acuerdo en que la información que introduje en el correo electrónico no estaba originalmente allí y que he insertado esa información», dijo Clinesmith durante la audiencia en la que hizo su alegato.
El movimiento en el equipo de Durham es virtualmente indetectable en Washington, con pocas filtraciones sobre la línea de tiempo de la investigación u otros detalles.
Eso ha hecho que personas ajenas a la investigación difundan rumores sobre la misma, que son objeto de gran interés tanto por personas que creen que se cometieron crímenes como por otras que creen que no se cometió ninguno.
Un portavoz del exdirector de la CIA, John Brennan, dijo a finales de agosto que Durham le dijo a Brennan que él no era sujeto u objetivo de una investigación criminal.
Barr ha respondido a preguntas sobre la investigación en varias entrevistas publicadas durante este mes, diciendo en una de ellas que es posible que se presenten más cargos criminales y en otra que la investigación no afectaría las próximas elecciones.
Barr también dijo que no se siente presionado a entregar resultados después de que Trump dijera que el fiscal general debería evitar un resultado «políticamente correcto».
Trump dijo a los periodistas el jueves que no podía decir si tiene confianza en la investigación de Durham.
«No estoy involucrado en ella. Me mantuve alejado intencionalmente. Supongo que se me considera el jefe de las fuerzas del orden del país. Podría estar involucrado si quisiera. Pensé que sería mejor si no lo hacía. Creo que es mejor que nuestro gran fiscal general se encargue de ello. Tiene a Durham, que es un hombre muy, muy respetado, y vamos a ver qué sucede. No puedo decirles nada al respecto», dijo.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, dijo el lunes que los documentos que ha revisado indican «que varios personajes, los Peter Strzoks, los Andy McCabes, los James Comeys—e incluso otros en la administración anterior—están en verdaderos problemas debido a su decisión de participar en un acto ilegal».
Strzok, McCabe y Comey son exoficiales de alto nivel del FBI.
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