Al menos 58 personas murieron y más de 515 resultaron heridas cuando un francotirador disparó desde uno de los pisos superiores del Mandalay Bay Hotel and Casino hacia una multitud que asistía a un festival de música al aire libre en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, el domingo por la noche.
De confirmarse la cifra, esta sería la matanza más grande en la historia de Estados Unidos. Todavía no se ha clarificado si se trata de un acto de terrorismo.
Videos colgados por los asistentes al concierto dejan oír las ráfagas de disparos y los gritos desesperados de la gente que trataba de protegerse. Los disparos duraron casi cinco minutos.
El atacante, que se parapetó en el piso 32 del edificio, se suicidó antes de que la policía entrara a la habitación del hotel, dijo el jefe de la Policía Metropolitana de Las Vegas, Joe Lombardo.
El sospechoso fue identificado como Stephen Paddock, de 64 años, un individuo aparentemente local que tenía 10 rifles de asalto en la habitación que ocupaba, dijo la policía. Es el único sospechoso hasta el momento.
A la media mañana del lunes, el FBI confirmó que Paddock no tenía vínculos con grupos terroristas internacionales.
La investigación en la habitación del sospechoso ha sido completada y las autoridades indicaron a los huéspedes del hotel Mandalay Bay Hotel and Casino, que pueden regresar a sus habitaciones, menos al piso 32, donde el Paddock se alojó.
La Policía y otras autoridades dijeron que por el momento la más urgente necesidad es de donaciones de sangre. Advirtieron que el número de víctimas mortales puede aumentar debido a la gravedad de algunos heridos.
Al público, especialmente a familiares y heridos se les ha pedido paciencia para reunirlos con sus seres queridos por el tiempo necesario para terminar la investigación, especialmente en el lugar del concierto donde todavía permanecen algunas de las víctimas fatales.
A la 1pm, hora local, se ha citado a los familiares y amigos de los asistentes al concierto al lugar de la tragedia para darles más información para ayudarlos a encontrar a sus seres queridos.
Lombardo dijo que una mujer identificada como Marilou Danley, descrita como compañera del sospechoso, fue buscada luego del tiroteo, y posteriormente fue detenida como persona de interés en el caso.
Dos vehículos que también eran buscados, un Hyundai Tucson y una camioneta Chrysler Pacifica, propiedad del sospechoso, también fueron hallados.
El sitio del concierto, Las Vegas Village, se ubica en el centro de Las Vegas a corta distancia del hotel Mandalay.
Había unas 30.000 personas en el lugar.
El cantante de música country, Jason Aldean, estaba presentándose cuando comenzaron los disparos.
La música paró y la multitud buscó protegerse mientras se escuchaban los gritos: “¡Al suelo!”, “¡Abajo!”.
Varios equipos SWAT, de reacción inmediata, se presentaron al hotel luego de las primeras llamadas de auxilio sobre el tiroteo, que se inició a las 10:08 de la noche (hora local).
No fue sino hasta poco antes de la medianoche, cuando la policía anunció la neutralización del atacante.
Al menos uno de los policías que abatieron al atacante resultó herido. Otro policía que asistía al concierto en su tiempo libre resultó muerto, según explicó Lombardo.
El presidente Donald Trump dijo en un tuit subido a las 7:12 a.m. (hora local): “Mis sentidas condolencias a las víctimas y familias del terrible tiroteo en Las Vegas. ¡Qué Dios los bendiga!”.
My warmest condolences and sympathies to the victims and families of the terrible Las Vegas shooting. God bless you!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 2, 2017
Horas después del tiroteo, Aldean publicó en Instagram que él y su equipo se encontraban bien y dijo que la balacera fue «más que horrible».
En declaraciones a la cadena CNN dijo que él y su banda se sentían por un lado «afortunados» de no haber estado en la línea de fuego, pero sentidos por que tanta gente que había llegado para disfrutar de su música resultó herida.
Kodiak Yazzie, de 36 años, contó que estaba viendo la actuación de Aldean con su novia cuando escuchó un sonido similar al de los fuegos artificiales. La música se detuvo momentáneamente y volvió a comenzar antes de que una nueva ronda de sonidos hizo que los cantantes se cubrieran mientras huían del escenario.
Miles de personas escaparon de las ráfagas de disparos, que pudieron oírse durante más de cinco minutos, apuntó Yazzie.
Jose Baggett, un residente en Las Vegas de 31 años, dijo que estaba en la entrada del hotel-casino Luxor — justo al norte del festival — con un amigo cuando la gente comenzó a correr. Vio a gente llorando y cuando se alejaron de la zona se toparon con controles policiales en los que los agentes iban armados con escopetas y rifles de asalto.
«Había vehículos blindados, vehículos de las fuerzas especiales SWAT, ambulancias, y autos policiales que ocupaban al menos medio kilómetro”, comentó Baggett.
Los testigos dijeron ver múltiples víctimas y docenas de ambulancias cerca del lugar del concierto. Algunos de los asistentes se apiñaban más tarde en el sótano del hotel-casino Tropicana, ubicado en la misma zona.
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