Nate avanzaba el lunes por la costa este de Estados Unidos, causando intensas lluvias y fuertes rachas de viento en los estados del interior convertido en depresión tropical.
En la víspera, el fenómeno climático, entonces huracán, provocó inundaciones y cortes de electricidad en la costa estadounidense del Golfo de México.
La tormenta no causó los daños catastróficos provocados por sus antecesores esta temporada de huracanes en el sur del país y en el Caribe.
Nate, el primer huracán que toca tierra en Mississippi desde Katrina en 2005, se debilitó rápidamente el domingo y sus vientos pasaron a depresión tropical durante su avance hacia el norte, a Alabama y Georgia, acompañado de fuertes precipitaciones.
(Foto: Una persona se desplaza a lo largo de un bulevar de la playa inundada junto al Casino Harrahs mientras el ojo del huracán Nate llega a tierra en Biloxi, Mississippi el 8 de octubre de 2017. (Mark Wallheiser / Getty Images))
Era un huracán de categoría 1 cuando tocó tierra en las afueras de Biloxi, Mississippi, en la madrugada del domingo, su llegada a tierra definitiva tras haber recalado primero en el sureste de Luisiana el sábado en la noche.
La marejada provocada por la tormenta llenó de escombros la principal autopista costera de Biloxi e inundó la recepción de un casino y un estacionamiento durante la noche. Al amanecer, la retirada de las aguas no mostró ningún signo evidente de daños generalizados en una ciudad en la que Katrina había arrasado miles de viviendas y negocios a pie de playa.
Hasta el momento no se reportaron muertes ni heridos a consecuencia de la tormenta.
Nate dejó sin electricidad a más de 100.000 residentes en Mississippi, Alabama, Luisiana y Florida, pero los equipos trabajaron rápido para solventar el problema y la mayoría de los clientes recuperó el servicio en menos de 24 horas.
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