Estados Unidos es vulnerable a un ataque de pulso electromagnético (EMP), según los expertos. Un ataque de este tipo podría devastar la red eléctrica del país y aniquilar a vastos sectores de la población.
«El riesgo de un ataque EMP contra la infraestructura de Estados Unidos es muy alto, especialmente en este entorno internacional», dijo Sam Kessler, asesor geopolítico de North Star Support Group, una empresa multinacional de gestión de riesgos.
La noticia llega en medio de una creciente preocupación por la expansión de las capacidades militares del régimen chino y su presunto desarrollo de capacidades nucleares de primer ataque.
¿Qué es un ataque EMP?
Un EMP es una ráfaga de energía electromagnética que interrumpe las comunicaciones y daña los equipos electrónicos. Un EPM puede ser creado por misiles nucleares, armas de radiofrecuencia y fenómenos naturales como las tormentas geomagnéticas.
Si bien cualquier arma nuclear puede crear un ataque de pulso electromagnético, las armas especializadas en EPM, como las llamadas bombas de súper EPM, generan una radiación gamma particularmente fuerte que multiplica el efecto del pulso, extendiendo la destrucción a un rango mayor.
Un ataque de este tipo, si se centrara sobre la ciudad de Nueva York, por ejemplo, cubriría todo el noreste de Estados Unidos, según una declaración al Congreso de Peter Pry, experto en EPM y director ejecutivo de Task Force on National and Homeland Security, un organismo asesor.
En una presentación de diapositivas de 2018, Pry expresó que una explosión de EPM a gran altura podría inutilizar al 74.4 por ciento de la capacidad de generación de energía de Estados Unidos. Un ataque de este tipo podría causar pérdidas de energía eléctrica durante meses y crear efectos en cascada para los suministros de alimentos, agua y calor, lo que provocaría una pérdida masiva de vidas.
«Las armas EMP ofrecen a Rusia, China y a los estados terroristas armados con misiles balísticos intercontinentales un medio rápido, barato y eficaz para hacer que la mayoría de los estadounidenses sientan de inmediato los horrores de la guerra, lo que los hace atractivos para los enemigos que buscan crear presión sobre los líderes de Estados Unidos para que capitulen o negocien», dijo Rick Fisher, miembro principal del Centro de Evaluación y Estrategia Internacional.
En un informe elaborado por Pry en junio de 2020, dijo que China seguramente ya tiene super armas de ataque de pulso electromágnetico en su poder, y que los sistemas hipersónicos podrían ser utilizados para enviarlos.
«La inteligencia militar de Taiwán en fuentes abiertas acredita que China tiene una super arma nuclear de ataque de pulso electromágnetico —basada en información de diseño robada de los laboratorios de armas nucleares de Estados Unidos», afirma el informe.
«China está a punto de desplegar o ya ha desplegado armas hipersónicas que podrían estar armadas con ojivas nucleares o no nucleares para un ataque de pulso electromágnetico , lo que aumentaría en gran medida la amenaza de un ataque sorpresa contra las fuerzas estadounidenses en el Pacífico y contra Estados Unidos».
Mucho ruido por algo
Hace décadas que se reconoce que los EMP son una grave amenaza para Estados Unidos. Sin embargo, se han tomado pocas medidas significativas para prevenir o mitigar su capacidad destructiva. De hecho, el general Charles Brown, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas, dijo a principios de este año que el ejército estadounidense «no había prestado atención» desde la Tormenta del Desierto, a principios de los años 90, en el tema de la guerra electromagnética.
A partir de 2001 se crearon dos comisiones del Congreso, conocidas como Comisiones EMP, para investigar el potencial destructivo de los ataques de pulso electromágnetico. El primer informe de esas comisiones se publicó en 2004 y concluyó que «China y Rusia han considerado opciones de ataque nuclear limitadas que, a diferencia de sus planes de la Guerra Fría, emplean los EMP como el principal o único medio de ataque».
En una audiencia celebrada en 2015 ante dos subcomités del Comité de Supervisión y Reforma Gubernamental de la Cámara de Representantes, George Baker, profesor emérito de ciencias aplicadas de la Universidad James Madison, dijo que «no hay nadie al mando» en la Comisión Federal de Regulación de la Energía (FERC, por sus siglas en inglés) y en la Corporación de Fiabilidad Eléctrica de América del Norte (NERC, por sus siglas en inglés), que supervisan y garantizan colectivamente la transmisión masiva de energía en Estados Unidos.
«Cuando pregunté a los funcionarios del NERC sobre la protección contra los EMP, me informaron: ‘Nosotros no nos ocupamos de los EMP, eso es responsabilidad del Departamento de Defensa'», dijo Baker. «El Departamento de Defensa me dice que la protección de las infraestructuras civiles de los EMP es responsabilidad del DHS [Departamento de Seguridad Nacional]. Y luego, cuando hablo con el DHS, me responden que la protección debe hacerla el Departamento de Energía, ya que ellos son la agencia específica del sector de las infraestructuras».
Pry intervino en la misma audiencia. Calificó a la FERC y a la NERC de «extremadamente disfuncionales» y cuestionó la capacidad y la voluntad de ambas organizaciones para proteger a los ciudadanos estadounidenses.
Finalmente, aconsejó que el Congreso suprimiera ambas organizaciones y las sustituyera por una nueva comisión reguladora. No siguieron su consejo.
Durante los años siguientes, los informes de las agencias federales siguieron considerando los EMP como una amenaza de «baja probabilidad/alta consecuencia». Sin embargo, eso cambió en 2019, cuando las imágenes por satélite parecieron descubrir instalaciones secretas de pruebas de EMP en China.
El entonces presidente Donald Trump firmó entonces una orden ejecutiva para reforzar las defensas civiles y militares contra los ataques de pulso electromágnetico, aunque la respuesta a la orden ha sido lenta.
«Quienes han organizado, dirigido y dotado de personal al tren de las comisiones EMP merecen nuestro más profundo agradecimiento», dijo Fisher. «Nuestra relativa falta de preparación para esta amenaza no es culpa de ellos, sino de las sucesivas administraciones que no han dado a esta amenaza una prioridad útil».
El DHS publicó un informe en 2020 en el que destacaba algunos avances en el cumplimiento de la orden. El informe decía que el DHS estaba comprometido con los sectores público y privado en la realización de demostraciones de programas piloto para probar la resistencia a los EMP. Se nombraba uno de estos ejemplos, la Iniciativa de Defensa Electromagnética de San Antonio, un evento público-privado dedicado a desarrollar una red resistente.
Un portavoz de la FERC dijo que la organización seguía comprometida con la orden ejecutiva.
«La FERC está en contacto con otras agencias federales, como el DOE y el DHS, en relación con la Orden Ejecutiva 13865 para ayudar a su aplicación», dijo el portavoz.
The Epoch Times también se puso en contacto con el NERC, el Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Energía para pedirles comentarios, pero no obtuvo respuesta al cierre de esta edición.
La nueva guerra relámpago
Aunque la amenaza persistente de un ataque de pulso electromagnético ha quedado en gran medida sin respuesta, la gravedad de un ataque de este tipo es difícil de comprender, superando los efectos de la mayoría de las guerras convencionales.
Una declaración de 2017 de la Comisión EMP citó al embajador Henry Cooper, exdirector de la Iniciativa de Defensa Estratégica de Estados Unidos, quien escribió que una explosión de un ataque de pulso electromagnético de gran altitud podría resultar en la inutilización de la red eléctrica de Estados Unidos por un período indefinido, lo que llevaría a «la muerte en un año de hasta el 90 por ciento de todos los estadounidenses».
«Pocos estadounidenses tienen idea de lo que es vivir sin electricidad, sin comunicación digital constante o sin acceso inmediato a los servicios médicos o de transporte, que pueden ser eliminados por las armas de EPM», dijo Fisher.
«El daño de un ataque EMP destruye todo lo que tenga un circuito eléctrico, y eso significa que los sistemas e infraestructuras eléctricas de los que dependemos como sociedad dejarían de estar intactos», dijo Kessler. «Crearía un caos social y una falta de preparación en una sociedad que retrocedería a un modo de vida del siglo XIX».
Una preocupación clave ahora es el papel potencial que las nuevas armas hipersónicas, como las probadas por el régimen chino en julio, podrían desempeñar ya sea para llevar u ocultar armas de ataque de pulso electromágnetico.
El arma hipersónica probada por el régimen chino también habría lanzado un segundo misil en vuelo hipersónico, por ejemplo, y es posible que un sistema de este tipo pudiera utilizarse en un ataque de pulso electromágnetico.
Fisher dijo que dicho sistema podría utilizarse para ocultar un ataque de pulso electromágnetico sorpresa, pero que era poco probable que se utilizara para lanzar directamente un ataque EMP, ya que el vehículo hipersónico viaja a una altitud inferior a la que requiere una detonación EMP.
Sin embargo, si el segundo misil lanzado desde el vehículo hipersónico se desplazara a una mayor altitud, podría teóricamente lanzar una bomba EMP.
Kessler describió ese escenario como «muy realista» y añadió que había reportes de que esa tecnología se está desarrollando tanto en China como en Estados Unidos.
Además, Pry advirtió en 2015 que los EMP no se utilizarían solos, sino junto con iniciativas de sabotaje y guerra informática y cibernética, diseñadas para abrumar y aturdir por completo el esfuerzo de defensa de Estados Unidos.
Se refirió a esta estrategia como una «nueva Blitzkrieg», una referencia a la estrategia nazi de la guerra relámpago durante la Segunda Guerra Mundial, en la que los tanques, aviones y artillería alemanes se arremolinaban alrededor rápidamente e incapacitaban las defensas aliadas.
Pry también advirtió que, dado que la explosión nuclear que provoca un ataque de pulso electromágnetico se detona a gran altura y no causa víctimas directas, los adversarios podrían no considerarlo un primer ataque nuclear. Este hecho puede animar a los adversarios a utilizar la tecnología, ya que no temerían las represalias nucleares.
Esta advertencia está en consonancia con un reciente informe de la Comisión de Revisión de la Economía y la Seguridad entre Estados Unidos y China, un influyente órgano consultivo del Congreso estadounidense, que consideraba que un EMP formaba parte de las capacidades de contrafuerza nuclear de China. Sugirió que el régimen chino podría utilizar una demostración limitada de armas nucleares para crear un ataque de pulso electromágnetico.
«Los líderes chinos podrían emplear esta estrategia durante una crisis para conmocionar a los líderes políticos de Estados Unidos y demostrar su decisión de escalar a niveles más altos de violencia nuclear si Estados Unidos no se ‘retira’ del asunto en cuestión», decía el informe.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.