El régimen comunista de China planea continuar sus esfuerzos para ganar la nueva carrera espacial a lo largo de 2022. Hasta ahora, Beijing está en camino de lograr al menos 40 lanzamientos espaciales durante el año, incluidas misiones para completar su estación espacial, desarrollar una base lunar, y desplegar nuevos satélites.
La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC), un contratista estatal responsable de la mayoría de los lanzamientos espaciales de China, dijo que completará la construcción de la estación espacial Tiangong de China en 2022, según la agencia de noticias del régimen chino Xinhua.
La finalización de la estación requerirá dos vuelos espaciales tripulados más, que están programados entre los lanzamientos previstos para 2022.
Los lanzamientos podrían ayudar a continuar los esfuerzos del régimen chino para superar a los Estados Unidos en el desarrollo espacial. En 2021, la CASC llevó a cabo 48 lanzamientos exitosos, desempeñando un papel importante para ayudar a China a superar a Estados Unidos en la mayoría de los lanzamientos del año.
De hecho, el régimen lideró el mundo en número de lanzamientos espaciales en 2021, con 55 en total. Estados Unidos, en comparación, tenía 51, y todos los demás países del mundo totalizaban 40.
La noticia también habla sobre la información de que «Beijing-3», un satélite óptico chino lanzado en junio de 2021, fotografió unas 1470 millas cuadradas del área de la Bahía de San Francisco en solo 42 segundos. Las fotografías incluían suficientes detalles para identificar vehículos individuales. Las imágenes no eran tan nítidas como las de la tecnología líder de EE. UU., pero el satélite puede moverse hasta tres veces más rápido.
El régimen también continuará con su misión de desarrollar una base lunar, la Estación Internacional de Investigación Lunar, en cooperación con Rusia.
Vinculado a la mayor ambición de China de reescribir el sistema de gobernanza global en una lente sino-marxista, los esfuerzos de China para instalarse en la luna se han comparado con sus esfuerzos en el Mar de China Meridional, una vía fluvial en disputa donde Beijing ha intentado continuamente expandir su territorio a través de la creación de islas artificiales.
Ye Peijian, comandante en jefe del programa de exploración lunar de China, comparó los esfuerzos de China para establecer una presencia tripulada en la luna con los intentos del país de reclamar acceso a aguas internacionales.
«Si podemos ir ahora pero no vamos, nuestros descendientes enfrentarán el mismo problema en el espacio que tenemos ahora con respecto al océano», dijo en la televisión estatal china. «Para salvaguardar nuestros derechos espaciales, debemos ir».
Luego Ye comparó la luna y Marte con diferentes cadenas de islas en disputa cerca de Japón y Filipinas, argumentando que si China no reclamaba una presencia en la luna y Marte de inmediato, perdería la oportunidad.
EE. UU. y sus aliados sospechan de motivos ocultos
El régimen ha concentrado enormes recursos en dominar las cuestiones espaciales en los últimos años, y el espacio ultraterrestre se reconoce cada vez más como un dominio estratégico en disputa.
Numerosos expertos han advertido que el programa espacial de China es una amenaza militar directa para Estados Unidos y el mayor orden internacional basado en reglas que lidera.
Con este fin, un alto general de la Fuerza Espacial de los EE. UU. dijo durante un panel de discusión el mes pasado que el régimen chino está avanzando en sus capacidades espaciales al doble de la tasa de los Estados Unidos, y superaría la posición de Estados Unidos para el 2030 si no se realizaban cambios en esfuerzos actuales para desarrollar tecnologías basadas en el espacio.
Otra preocupación es la dependencia de Estados Unidos de los satélites, que utiliza para todo, desde el GPS hasta las comunicaciones y las finanzas, lo que lo convierte en un área vulnerable a los ataques.
Como tal, el ejército de los Estados Unidos llevó a cabo una serie de juegos de guerra en diciembre para probar la resistencia de su arquitectura satelital contra los ataques de China y Rusia.
Del mismo modo, los expertos legales y los analistas de seguridad han advertido que China probablemente apuntará a la dependencia casi total de Estados Unidos de las tecnologías espaciales como la primera parte de cualquier posible conflicto futuro.
«El espacio es el mayor activo de Estados Unidos y su mayor vulnerabilidad», dijo Paul Crespo, presidente del Centro de Estudios de Defensa Estadounidense, a The Epoch Times el mes pasado. «Los chinos y los rusos lo ven como nuestro talón de Aquiles».
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