La Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China (CECC), un grupo bipartidista de legisladores de EE. UU., pide a la oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas que publique su evaluación sobre la difícil situación del grupo étnico uigur perseguido en la región china de Xinjiang antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2022.
«Hacerlo supondría un servicio público mundial, ya que la atención de la comunidad internacional se dirige a China mientras acoge este espectáculo internacional», dijeron el senador Jeff Merkley (D-Ore.) y el representante Jim McGovern (D-Mass.), presidente y copresidente de la CECC, en una carta dirigida a la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
Los legisladores añadieron: «También reafirmaría el hecho de que ningún país está más allá del escrutinio o por encima del derecho internacional».
Varios gobiernos occidentales, entre ellos el de Estados Unidos, Holanda y el Reino Unido, han dicho que el régimen chino está cometiendo un genocidio contra los uigures y otras minorías étnicas en Xinjiang. Más de un millón de ellos se encuentran actualmente detenidos en campos de internamiento donde se sabe que son objeto de abusos como la esterilización forzada, el aborto forzado, la violación, la tortura, los trabajos forzados y la separación de los niños de sus familias.
El Partido Comunista Chino (PCCh) ha negado los abusos en Xinjiang y ha afirmado que los campos son «centros de formación profesional».
En septiembre del año pasado, Bachelet, hablando ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, dijo que lamentaba que su oficina no pudiera informar de los avances para «buscar un acceso significativo» a Xinjiang.
Tres meses más tarde, su oficina dijo que iba a finalizar su evaluación de la situación en la región china de Xinjiang en las próximas semanas, a pesar de no haber hecho «ningún progreso concreto» en las conversaciones con funcionarios del PCCh sobre una propuesta de visita a la región.
Está previsto que los Juegos de Invierno de 2022, que se celebrarán en la capital china, Beijing, comiencen el 4 de febrero. Estados Unidos, Australia, Canadá, Lituania y el Reino Unido se encuentran entre un grupo de países que han anunciado boicots diplomáticos contra la competición.
Estados Unidos seguirá enviando a sus atletas a los Juegos, pero no una delegación oficial.
António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, ha suscitado críticas después de que el mes pasado aceptara una invitación del Comité Olímpico Internacional para asistir a los Juegos en Beijing.
Una coalición de 250 grupos de la sociedad civil, conocida como No Beijing 2022, pide a Guterres que reconsidere su decisión de asistir a los Juegos, según su declaración conjunta emitida el 14 de enero.
«Su participación socavaría los planes de las Naciones Unidas para hacer que China rinda cuentas y va en contra de los principios fundamentales consagrados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y en los tratados pertinentes», escribió el grupo.
«Como máximo representante de la ONU, su asistencia será vista como un crédito al flagrante desprecio de China por las leyes internacionales de derechos humanos y servirá para envalentonar las acciones de las autoridades chinas».
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