Análisis
Hay muchas maneras en que la emisora nacional de Canadá falló en sus declarados estándares periodísticos en su reciente cobertura sobre The Epoch Times.
Recientemente la CBC transmitió en sus diferentes plataformas, entre ellas la radio, la televisión y por Internet, una cobertura sobre una edición especial sobre la pandemia producida y distribuida por The Epoch Times.
Cindy Gu, directora editorial de Epoch Times en Canadá, criticó duramente el hecho de que la CBC haya promovido la caracterización de que la edición especial es racista y xenófoba, además de su cobertura unilateral y sus afirmaciones de que esta edición especial promueve una teoría de la conspiración. Ella publicó una declaración en la que señala que el régimen comunista chino no es lo mismo que el pueblo chino y que la edición especial se centra en la conducta del régimen ante el brote de coronavirus, no en el pueblo de China.
Gu también señaló que cuando la CBS dice que nuestro informe es una teoría de conspiración se está basando en comentarios sin fundamento de un destinatario y un cartero no identificado, afirmando falsamente que la edición especial dice que el virus fue «fabricado» y que es «parte de un plan de guerra biológica de los chinos», a pesar de que la edición no hace tales alegatos.
La cobertura de la CBC provocó críticas de varios periodistas y fue el tema de una opinión publicada en la primera página del National Post el sábado 2 de mayo.
Las biografías en Twitter de dos de los tres reporteros de la CBC que cubrieron la edición especial de Epoch Times dicen que su enfoque es la desinformación sobre la pandemia de COVID-19. Uno tiene el título de reportero senior.
Al apuntar a la cobertura de The Epoch Times y por la forma en que la caracterizaron, los propios periodistas se convirtieron sin saberlo en parte de una campaña de desinformación –una campaña perpetrada por Beijing para sofocar cualquier crítica y exposición de su conducta, caracterizando todo como racismo.
«Los reporteros que entienden la intersección de la geopolítica con la guerra de información habrían informado sobre esto de manera muy diferente», escribió en su Twitter Marcus Kolga, un experto en desinformación extranjera, tras leer uno de los artículos de la CBC. «La propaganda de la RPC, de que criticar al gobierno chino es ‘racismo’, se repite sin sentido crítico, + no se menciona la desinformación de masas de la RPC».
Kolga, miembro senior del Instituto Macdonald-Laurier, escribió en un artículo de opinión anterior para Maclean’s que «los regímenes autoritarios frecuentemente etiquetan las críticas extranjeras a sus políticas como ‘racistas’, como una forma de deslegitimar y polarizar el debate».
En el caso del Partido Comunista Chino (PCCh), esta estrategia tiene sus raíces en las iniciativas de propaganda y educación lanzadas ya en los años 90 tras la masacre de la Plaza Tiananmen, por el entonces cabecilla Jiang Zemin. El objetivo era hacer pensar que el PCCh y China son una sola cosa.
The Epoch Times, fundado por inmigrantes chinos que huyeron de la opresión comunista en su tierra natal, ha estado cubriendo la desinformación puesta en marcha por el régimen de Beijing durante dos décadas. Desde el comienzo de la pandemia, utilizando fuentes en China, The Epoch Times ha estado publicando informes exclusivos sobre la desinformación y la ocultación de los hechos en China.
Por ejemplo, a principios de febrero, reporteros de Epoch Times llamaron a funerarias de Wuhan, el epicentro del brote del virus en China, y obtuvieron testimonios de los empleados sobre el número de cuerpos que se estaban cremando, mostrando que el número de muertos es de magnitudes superiores a las que el régimen ha estado admitiendo. También en las fechas en que la CBC estaba apuntando a The Epoch Times, este periódico publicó un informe basado en documentos filtrados que había obtenido, donde se mostraba que Beijing sabía que el virus era contagioso, pero guardó silencio durante días.
Por su parte, incluso antes de enfocar su atención a The Epoch Times, la CBC publicó historias moldeadas por la desinformación del régimen chino sobre el número de infecciones en China.
Por ejemplo, el 31 de marzo, la emisora publicó un artículo titulado «El vecino de Canadá es ahora el epicentro de la pandemia mundial. Esto es lo que significa el alza en Estados Unidos«. Este titular da por sentado que el número de infecciones declaradas por los gobiernos tanto de China como de Irán es correcto, pese a que hay pruebas de que ambos gobiernos han estado mintiendo sobre las cifras, y las mismas podrían ser mucho más altas que las de Estados Unidos.
En su cobertura sobre The Epoch Times, la CBC también repite un término difamatorio usado por el PCCh contra los practicantes de Falun Gong. Al repetir el calificativo usado por un régimen que ha estado torturando y matando a los seguidores de Falun Gong en China por más de dos décadas, la CBC está ayudando a difundir propaganda de odio –exactamente lo que acusa a The Epoch Times de hacer en su cobertura unilateral. Los practicantes de Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, en cualquier parte del mundo considerarían que dicho término es despectivo e hiriente.
Lo que cubre la edición especial
La edición especial de The Epoch Times es un periódico de ocho páginas distribuido en varios barrios de Canadá. Según su jefa editorial, Gu, se hizo porque el periódico considera que «esa información es importante para los canadienses» y también forma parte de un «muestreo» para aumentar el reconocimiento de la marca y conseguir nuevos suscriptores.
La portada de la edición especial lleva el título «Cómo el Partido Comunista Chino puso en peligro al mundo», con un subtítulo que reza: «El encubrimiento del Partido Comunista Chino provocó una pandemia que ahora amenaza la vida de las personas en todo el mundo. ¿Qué ocurrió realmente, y qué lecciones podemos aprender?»
Los temas incluidos en la edición especial son:
-Un artículo sobre cómo el encubrimiento de Beijing del brote inicial del virus provocó una pandemia mundial;
-Un artículo que examina la cancelación de 21 millones de teléfonos celulares en China y su conexión con el número real de muertes debidas al virus, ya que Beijing no ha publicado las tasas de infección y muerte reales;
-Una línea de tiempo con fechas y medidas clave que muestra cómo el régimen chino impidió que se hiciera pública la información sobre el brote de virus, incluyendo su castigo a los denunciantes, y las medidas clave adoptadas por los funcionarios de Taiwán y Canadá y los resultados en la escala de la pandemia en ambos países;
-Un artículo que analiza las medidas iniciales adoptadas por Canadá ante el brote, con comentarios de un senador canadiense sobre la forma en que una acción más rápida podría haber reducido las tasas de infección;
-Un artículo sobre un trabajo de investigación que examina cómo 10,000 cuentas falsas de Twitter vinculadas a Beijing están siendo utilizadas para difundir desinformación sobre el origen del brote de virus;
-Un artículo sobre las medidas adoptadas por legisladores estadounidenses para que Beijing rinda cuentas de su rol en el encubrimiento del brote;
-Un artículo sobre cómo los envíos de urnas a una funeraria en Wuhan indican un número de muertes mucho mayor que el publicado por los funcionarios;
-Una versión de la edición especial de principios de abril incluía un artículo de opinión de un autor que citaba al exministro de defensa de China hablando de la necesidad de armas biológicas. El autor pide que se investigue el origen del virus;
-Editoriales sobre por qué el coronavirus debería llamarse el virus del PCCh y cómo los países y regiones con vínculos más estrechos con el régimen chino fueron los más afectados al comienzo del brote.
Informe unilateral de la CBC
La CBC emitió su segmento de radio sobre la edición especial en la mañana del 29 de abril y publicó su primer artículo en Internet a las 4 a.m. del mismo día.
El titular original del artículo decía:“‘Racista y provocadora’: Los canadienses, molestos por la afirmación del Epoch Times de que China está detrás del virus, creado como un arma biológica”.
El artículo no provee ninguna prueba de cómo los canadienses, o la mayoría de los canadienses, se sienten acerca de la edición especial, como se afirma en su titular.
En cambio, cita a una persona que recibió la edición por correo en Kelowna, quien declara: «Parecía aludir a teorías de conspiración como, ya saben, que tal vez fue fabricado».
«¿Es la opinión de un individuo la fuente de un titular que habla por todos los canadienses?», cuestionó Gu en su declaración.
El artículo cita a un cartero –del que no se menciona el nombre– diciendo que no quería entregar la edición especial en los hogares de la gente y se lo cita diciendo que la edición es «parte de un plan de guerra biológica de los chinos». Sin embargo, la edición especial no hace ninguna afirmación de este tipo. Los reporteros y editores de la CBC de nuevo no analizaron ni presentaron ninguna prueba que apoyara tal alegación.
La CBC cita luego a un científico diciendo que hay un alto consenso de que el virus no está «diseñado». Pero de nuevo, la edición especial no afirma que el virus haya sido diseñado.
El artículo no examina el contenido de la edición especial. A lo que más se acerca es a incluir una foto del artículo de opinión titulado «Las ambiciones de China en materia de armas biológicas».
En el artículo de opinión, el autor cita a un exministro de defensa chino hablando de armas biológicas. Al final, la opinión señala que las autoridades chinas no han sido transparentes sobre el brote y dice que debería haber una investigación.
«Debe haber una investigación del brote en Wuhan», argumenta el autor. «Si los funcionarios chinos son inocentes, no tienen nada que ocultar. Si son culpables, se negarán a cooperar».
El Australian Daily Telegraph publicó el 2 de mayo un artículo sobre un documento de investigación de la alianza de inteligencia Five Eyes, de la que Canadá es miembro, en el que se dice que China suprimió o destruyó deliberadamente pruebas del virus en un «ataque a la transparencia internacional» que costó decenas de miles de vidas. El documento también tiene partes que cubren la posibilidad de que el virus se haya filtrado del laboratorio y señala que durante años se han estado investigando virus relacionados con murciélagos en el laboratorio. The Guardian reportó el 4 de mayo que fuentes de inteligencia dijeron a la prensa que actualmente no hay evidencia de que el virus se haya filtrado de un laboratorio chino y refutó la información reportada en el artículo del Daily Telegraph.
El 3 de mayo, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que hay «enorme evidencia» de que el brote del virus se originó en un laboratorio chino.
Gu señala en su declaración que la cobertura sobre el laboratorio de Wuhan es una parte muy pequeña del contenido de la edición especial y que «simplemente planteamos preguntas, como muchos otros».
Alegatos de racismo
El artículo de la CBC cita al destinatario en Kelowna diciendo que la edición especial «se siente racista y provocadora». Esta es la base para el titular de la historia.
Gu señaló que el foco de la edición especial es el régimen comunista que gobierna China, no el pueblo de China. También destacó que The Epoch Times fue fundado por inmigrantes chinos y que muchos de los reporteros y editores del periódico fueron arrestados en China, encarcelados y torturados. La CBC no informó sobre estas partes de la declaración de Gu.
El artículo de la CBC no solo dice que el Epoch Times está afiliado al «movimiento Falun Gong» y repite un término difamatorio usado por el régimen chino contra la práctica espiritual, sino que describe su cobertura de la campaña de persecución contra Falun Gong en China como «sus seguidores dicen que el gobierno chino los persigue». De hecho, grupos de derechos humanos han documentado ampliamente la persecución, y muchos gobiernos, incluido el del Canadá, la han condenado.
Al repetir el término difamatorio del régimen sobre Falun Gong, el artículo perpetúa el odio contra un grupo marginado en China y contra los que siguen la práctica espiritual en Canadá.
Las fallas en el periodismo de la CBC
El estándar de periodismo de la CBC establece que el medio sigue los principios de exactitud, ecuanimidad, equilibrio e imparcialidad.
En cuanto a la exactitud, el estándar dice, «invertimos nuestro tiempo y nuestras habilidades para aprender, entender y explicar claramente los hechos a nuestra audiencia».
En su cobertura, la CBC demostró que no entendió el contenido de la edición especial, y en cambio presentó los puntos de vista de dos personas como si fueran hechos.
En cuanto a la ecuanimidad, el estándar de la CBC dice: «Tratamos [a individuos y organizaciones] de manera equitativa». En cuanto al equilibrio, el estándar dice que la CBC debe reflejar «una diversidad de opiniones», y en «temas de controversia, nos aseguramos de que las opiniones divergentes se reflejen respetuosamente». En cuanto a la imparcialidad, el estándar dice que la CBC no debe «promover ningún punto de vista en particular en asuntos de debate público».
Sin embargo, la cobertura de la CBC no incluyó ningún comentario positivo sobre la edición especial. Solo reflejó opiniones negativas y sacó conclusiones basadas en la opinión de dos personas: un destinatario y un cartero sin nombre.
En la declaración de Gu del 29 de abril en respuesta a la cobertura de la CBC, ella señaló estas fallas periodísticas e hizo notar que la cobertura de la emisora es «deliberadamente engañosa y excluye intencionalmente información crucial».
También señaló los errores cometidos por la CBC al informar los hechos, uno de los cuales es que The Epoch Times se distribuye en cajas de periódicos en las calles de ciudades canadienses, siendo que desde julio pasado es un periódico solo distribuido por suscripción. También dice erróneamente que Shen Yun Performing Arts es parte del Epoch Media Group.
El texto completo de la respuesta de The Epoch Times a la CBC se puede encontrar aquí.
La CBC eligió seguir adelante y emitió notas para televisión sobre su cobertura, a pesar de que la declaración de Gu que señalaba algunos de los muchos problemas del artículo ya había sido publicada.
En un segmento de televisión, el presentador comienza diciendo: «The Epoch Times está publicando información engañosa sobre el coronavirus». Otro segmento, transmitido en el programa principal del canal, The National, el presentador dice: «The Epoch Times publicó una teoría de conspiración sobre el origen del coronavirus y el rol de China».
A continuación cita a un representante del Sindicato Canadiense de Trabajadores Postales (CUPW) diciendo que la portada de la edición especial «promueve la xenofobia hacia la comunidad asiática», y dice que quiere que los carteros no tengan que entregar la edición especial.
La cobertura de la CBC no intenta corroborar la afirmación de que la edición especial está «promoviendo la xenofobia», lo que puede hacerse simplemente señalando lo que dice la portada y evaluándolo en base a la definición de xenofobia de cualquier diccionario.
La cobertura dice que la ministra encargada del Correo de Canadá, Anita Anand, rechazó la solicitud del CUPW y dijo que la edición especial «no parece cumplir los criterios requeridos para el delito de promoción deliberada del odio establecido en el Código Penal de Canadá».
El Código Penal proscribe el odio dirigido a «cualquier grupo identificable».
El único grupo identificable en la edición especial es el Partido Comunista Chino. ¿Acaso los múltiples reporteros de la CBC mencionados como autores de esta cobertura, entre ellos un reportero de alto nivel, y sus editores, no son capaces de hacer una evaluación y un análisis sobre si hay algún fundamento a las afirmaciones de que la edición especial está promoviendo el odio hacia la «comunidad asiática»?
El segmento de televisión señala que Epoch Times fue fundado por practicantes de Falun Gong y cita a un académico diciendo que «hay tanta mala sangre» entre el régimen chino y Falun Gong «que cualquiera de las dos partes aprovecharía cualquier oportunidad para razonablemente poder arrojarse barro una a la otra».
Las «dos partes» a las que se refiere el académico son, por un lado, un régimen totalitario con todas las instituciones, toda la fuerza del ejército y los activos financieros del país a su disposición, y por otro lado un grupo de personas que tienen una creencia y practican la meditación y que están siendo torturadas y asesinadas por el gobierno que se supone que debe servirles.
¿Está el académico declarando que las acciones del régimen de Beijing, conocido por sus atroces violaciones de los derechos humanos, que incluyen la tortura y el asesinato, como acciones que se pueden llevar a cabo «razonablemente»? ¿Y acaso está equiparando esas acciones con las acciones tomadas por un grupo perseguido que sigue una antigua práctica basada en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia?
En el segmento de dos minutos y veintidós segundos transmitido en The National, solo se presentó una visión que defendía a Epoch Times durante unos cinco segundos, cuando el reportero principal parafrasea a la jefa editorial Gu diciendo «el Partido no representa al pueblo chino».
Cambios en la cobertura de la CBC
Después de la primera declaración de The Epoch Times, la CBC corrigió el error de afirmar que el periódico The Epoch Times es gratuito y publicó una nota de «aclaración» al final del artículo explicando el cambio. También eliminó la parte en la que afirmaba erróneamente que Shen Yun es parte del Epoch Media Group y publicó una nota de «corrección» sobre el error.
Sin embargo, en el momento de escribir este artículo, una nota aparte que contiene un segmento de vídeo de la cobertura de la CBC en su sitio web, todavía incluye el error de que el periódico está disponible de forma gratuita en las cajas de periódicos de la calle.
En su primer artículo, la CBC actualizó su titular tres veces, sin publicar ninguna nota sobre su corrección:
Versión original
‘Racista y provocadora’: Los canadienses, molestos por la afirmación del Epoch Times de que China está detrás del virus, creado como un arma biológica
Segunda versión
Algunos canadienses que recibieron una copia no solicitada de Epoch Times están molestos por la afirmación de que China estaba detrás del virus
Tercera versión
Algunos canadienses consideran las afirmaciones de Epoch Times sobre el origen del virus como «racistas y provocadoras»
Cuarta versión
Algunos canadienses que recibieron una copia no solicitada de Epoch Times están molestos por la afirmación de que China estaba detrás del virus
Posteriormente, Gu publicó una segunda declaración en la que reiteró que la edición especial no está «promoviendo teorías de la conspiración» y que la CBC ha estado haciendo «cambios sustanciales» en sus titulares sin incluir ninguna nota de aclaración al respecto. La declaración señala que todos los titulares siguen siendo incorrectos, ya que el foco de la edición especial es el encubrimiento de la pandemia por parte del Partido Comunista Chino, no el pueblo de China. Gu exigió que la CBC se retractara de su artículo «unilateral» y emitiera una disculpa.
La CBC añadió más tarde una nota del editor a su artículo para indicar que actualizó el titular e hizo otros cambios. La nota dice en parte: «El titular anterior también decía incorrectamente que Epoch Times afirmaba que China fabricó el virus como arma biológica». Esto se hizo después de la segunda declaración de Epoch Times.
Sin embargo, otras cuestiones que Gu planteó, como las falsas afirmaciones de que la edición especial alega que el virus es «fabricado» o es «parte de un plan de guerra biológica de los chinos», siguen ahí.
La CBC procedió a publicar otro artículo el 1 de mayo, titulado «El gobierno federal dice que el Correo de Canada debe entregar Epoch Times, a pesar de la objeción del sindicato».
El artículo nuevamente solo refleja opiniones críticas contra la edición especial y The Epoch Times, salvo las de la jefa editorial, que consiste en una pequeña parte de la cobertura de la CBC. El artículo también vuelve a usar el término calumnioso contra Falun Gong, pero a diferencia de la última vez donde había dicho que es el grupo que dice ser perseguido, el nuevo artículo cita a grupos de derechos humanos sobre la campaña de persecución.
No hubo ninguna nota de corrección o aclaración en el artículo original de la CBC sobre el hecho de que no es solo el grupo que dice ser perseguido.
De manera similar al primer artículo, el segundo tampoco pasa la prueba cuando se lo evalúa según los propios estándares periodísticos de la CBC, como repetir una falsa acusación de «xenofobia» por parte del representante del CUPW, sin presentar ninguna evidencia al respecto ni examinar y evaluar las acusaciones.
El artículo también falla en identificar las partes interesadas y en incluir comentarios pertinentes de expertos.
Se sabe que el CUPW adopta posturas políticas, incluso en materia de política exterior. El año pasado, emitió una declaración condenando el apoyo de Canadá al líder de la oposición venezolana Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela. Canadá, junto con otras 50 naciones, dice que el actual líder del régimen, Nicolás Maduro, manipuló las elecciones de 2018 y por lo tanto no es un líder legítimo del país.
La cobertura de la CBC no incluyó ninguna voz de los grupos de la sociedad civil o de expertos sobre el peligroso precedente que sentaría si se le permitiera a un sindicato decidir qué es lo que entrega el Correo de Canada y qué no.
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