El Departamento de Estado condenó el ataque a la imprenta de The Epoch Times en Hong Kong e instó a las autoridades de Hong Kong a «investigar a fondo y llevar a los perpetradores ante la justicia».
“Estados Unidos está preocupado por los crecientes intentos de silenciar a los medios independientes y reprimir la libertad de expresión, incluidos los ataques contra periodistas por motivos políticos”, dijo un portavoz del Departamento de Estado a The Epoch Times.
“Nosotros estamos comprometidos a defender la libertad de prensa y un acceso más libre y amplio a la información y a las ideas en todo el mundo. La libertad de expresión, incluso para los miembros de la prensa, es fundamental para la transparencia”, agregó el portavoz.
El 12 de abril, cuatro hombres enmascarados irrumpieron en la instalación de la imprenta, destrozando equipos con mazos y esparciendo escombros de construcción de una bolsa. La irrupción causó daños a varias computadoras, a un transmisor, y a una CPU, lo cual obligó a que la edición de Hong Kong dejara de imprimir temporalmente.
La libertad de prensa en Hong Kong ha estado en constante declive a lo largo de los años desde que el antiguo territorio británico regresó al dominio chino en 1997.
Una vez aclamada como un “faro de la libertad de expresión”, la clasificación de la ciudad se ha desplomado del 18º lugar en 2002 al reciente 80º lugar en el Índice Mundial de Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.
Durante la cobertura del movimiento a favor de la democracia que comenzó alrededor de junio de 2019, al menos 141 periodistas informaron haber sido objeto de violencia verbal o física por parte de la policía, y decenas más recordaron haber sido tratados rudamente por personas con posturas opuestas, según una encuesta de la Asociación de Periodistas de Hong Kong.
Beijing ha dejado en claro sus ambiciones de controlar el territorio a pesar de haber prometido preservar el estilo de vida de la ciudad libre durante 50 años. El año pasado, se aprobó una ley de seguridad nacional definida en términos generales, la cual ha dejado a los disidentes en puntillas y ha permitido que solo los leales a Beijing gobiernen Hong Hong. Las autoridades han procesado a decenas de actividades a favor de la democracia, incluido un destacado editor de un periódico local.
El ataque a la imprenta–el segundo ataque a las instalaciones en 18 meses–tuvo lugar días antes de que el tribunal diera a conocer la sentencia de activistas clave a favor de la democracia.
Calculando el momento de la irrupción, se generan sospechas de que probablemente fue orquestado para frustrar la cobertura del periódico sobre el evento, dijo Guo Jun, directora de la edición de Hong Kong, en una conferencia de prensa el martes.
En los últimos meses, los periodistas del periódico en Hong Kong han descrito que los seguían, y los empleados de la imprenta han visto vehículos desconocidos que los seguían, según Guo.
En 2019, la franquicia local de una popular cadena de supermercado también rescindió un contrato con la edición de Hong Kong con pocas explicaciones. Cédric Alviani, director de la oficina de Asia Oriental de Reporteros sin Fronteras, dijo a The Epoch Times en ese momento que ellos «no ven ninguna razón más que la presión de las autoridades chinas para este desistimiento».
“La libertad de prensa es un requisito absoluto en cualquier estado que respete el estado de derecho”, dijo un portavoz de la Alianza Interparlamentaria sobre China, un grupo internacional de legisladores multipartidistas, en un comunicado a The Epoch Times.
«Si las autoridades de Hong Kong realmente fueran campeones independientes de su sistema democrático, defenderían a The Epoch Times», agregó el portavoz. «Eso no te dice todo lo que necesitas saber: Hong Kong se ha deslizado en las garras de un partido comunista autoritario que no tolerará ninguna crítica».
Anders Corr, editor del Journal of Political Risk, con sede en Nueva York, vio el ataque como «una insignia de honor para The Epoch Times, aunque costosa».
“Eso demuestra que están produciendo un periodismo contundente contra el PCCh en un momento en que exponer al PCCh es de importancia crítica para la libertad no solo hoy, sino en el futuro previsible”, dijo a The Epoch Times.
«El uso de mazos contra la prensa muestra qué tipo de futuro matón puede esperar el mundo si no se detiene al PCCh», dijo, y agregó que «el tiempo para hacer esto sin un gran daño global se está acortando».
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