El Departamento de Estado criticó el violento asalto a una reportera del Epoch Times de Hong Kong como «inaceptable» e instó a que se realice una investigación exhaustiva.
«Estados Unidos condena el reciente ataque cometido contra una periodista del Epoch Times», dijo un portavoz del Departamento de Estado a The Epoch Times. «Los ataques contra periodistas son inaceptables y no pueden ser tolerados. Instamos a las autoridades a completar una investigación completa de este incidente, así como del reciente ataque a las instalaciones de impresión del Epoch Times en Hong Kong».
El martes por la mañana, un hombre no identificado atacó a la reportera Sarah Liang en Hong Kong con un bate de sóftbol de aluminio frente a su edificio residencial.
Sin decir una palabra, el hombre la golpeó más de 10 veces en las piernas y los pies, haciéndola caer al suelo. Pronto huyó en un Mercedes-Benz negro, dejándola con múltiples magulladuras en las piernas. Liang fue trasladada al hospital Queen Elizabeth en una ambulancia, donde la policía llegó horas después para tomar nota. A las 18:30, hora local, seguía en el hospital.
El incidente fue el último de una serie de ataques contra el medio local, que se ha convertido en una de las pocas voces independientes que quedan en la ciudad.
«Siento que esto es declarar una guerra a todos los hongkoneses. Los gángsters están ahora gobernando Hong Kong», dijo Liang más tarde.
Un testigo apellidado Li, que había visto los programas de Liang, dijo que el agresor tenía unos 40 años y llevaba gafas.
«Este ataque es probablemente otro ejemplo atroz del uso de la violencia por parte del Partido Comunista Chino para silenciar a sus críticos y a quienes tratan de hacerles responsables de los abusos de los derechos humanos y de la opresión en Hong Kong», dijo el representante Greg Steube (R-Fla.) en un correo electrónico enviado a The Epoch Times.
«Sin embargo, a pesar de que su imprenta fue destruida y sus periodistas fueron atacados, The Epoch Times nunca se ha echado atrás a la hora de decir la verdad sobre los horrores del PCCh y les felicitamos por su valentía», dijo.
El congresista se refería al asalto a la imprenta local del Epoch Times que había tenido lugar apenas un mes antes.
El 12 de abril, cuatro intrusos, dos de ellos empuñando mazos, destrozaron computadoras y equipos de impresión dentro de la imprenta, obligando a cerrar temporalmente las instalaciones. Este fue el quinto ataque a la imprenta desde su fundación en 2004, y unos hombres enmascarados intentaron incendiarla en noviembre de 2019.
Un comunicado del Epoch Times de Hong Kong hizo un llamamiento «al público en general de Hong Kong para que siga apoyando al Epoch Times», y prometió «seguir ofreciendo una cobertura veraz y salvaguardar Hong Kong».
La propia Liang había visto con frecuencia vehículos sospechosos cerca de su residencia. El sábado, un hombre que llevaba una gorra negra y se cubría completamente de negro corrió hacia Liang mientras ella esperaba el autobús en el barrio. Ella observó cómo se le caía una barra negra del bolsillo. El hombre la recogió y se marchó poco después.
También descubrió que un hombre de mediana edad la seguía el 26 de abril cuando salió de una estación de tren local. Liang rodeó a propósito el barrio para despistarlo, pero el hombre entró en la tienda donde ella había concertado una entrevista, aparentemente sabiendo a dónde se dirigía. Se alejó corriendo después de que Liang se enfrentara a él.
El ataque a Liang suscitó la condena de legisladores y asociaciones de periodistas estadounidenses.
La representante Michelle Steel (R-Calif.) comparó el incidente con «un ataque directo a la democracia».
«Si es cierto que el Partido Comunista Chino ha estado detrás de estos ataques, deben rendir cuentas», dijo a The Epoch Times.
El coordinador del programa de Asia del CPJ, Steven Butler, dijo en un comunicado que «la policía de Hong Kong no puede permitir que el descarado y anárquico ataque a la periodista del Epoch Times Sarah Liang quede sin resolver».
«Las autoridades no deben perder tiempo en llevar a los autores ante la justicia, y deben garantizar la seguridad de todos los periodistas que trabajan en Hong Kong», dijo.
PEN America, una organización sin ánimo de lucro de Nueva York que aboga por la libertad de expresión, pidió igualmente «una investigación completa, transparente e imparcial».
«No hay táctica más peligrosa para silenciar a la prensa libre que la de agredir físicamente a una periodista», dijo un portavoz a The Epoch Times.
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