El viernes, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) prohibió a una empresa pesquera china la venta de pescados y mariscos en Estados Unidos por considerar que la empresa trataba a los trabajadores migrantes como esclavos.
La agencia dijo que empezará a incautar inmediatamente el atún, el pez espada y otros mariscos de Dalian Ocean Fishing Co., Ltd., en todos los puertos de entrada a Estados Unidos, citando la ley federal estadounidense, que prohíbe los envíos vinculados al trabajo esclavo o infantil. La prohibición también se extiende a los productos que contienen mariscos, como el atún enlatado y la comida para mascotas, según un funcionario de la CBP.
Si bien la CBP ya había emprendido acciones contra buques individuales en el pasado, es la primera vez que toma la medida contra una flota entera de buques pesqueros —32 en total— dijo la agencia en una conferencia de prensa.
«Las empresas que explotan a sus trabajadores no tienen cabida en Estados Unidos», dijo el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en un comunicado. «Los productos fabricados con trabajo forzado no solo explotan a los trabajadores, sino que perjudican a las empresas estadounidenses y exponen a los consumidores a compras poco éticas», añadió.
La medida, u «orden de retención de liberación», está diseñada para «proteger a los trabajadores vulnerables y al mismo tiempo nivelar el campo de juego para los pescadores y productores de mariscos de Estados Unidos», dijo Troy Miller, comisionado en funciones de la CBP. Comparó lo que hacía la empresa pesquera china con la «esclavitud moderna».
Los trabajadores de las flotas de Dalian Ocean Fishing, muchos de los cuales eran indonesios, sufrían «violencia física, retención de salarios y condiciones de vida y de trabajo abusivas«, descubrió la CBP en una investigación. Señaló que sus condiciones cumplían los 11 indicadores de trabajo forzado según las normas internacionales.
Cuatro pescadores indonesios murieron el año pasado mientras trabajaban en los buques de Dalian Ocean Fishing. Tres de los cuerpos fueron arrojados de forma ceremonial al mar, según el diario indonesio The Jakarta Post. Las muertes provocaron una investigación conjunta entre Yakarta y Beijing. Las quejas de los miembros de la tripulación sobre la escasa comida, la deshidratación y las palizas provocaron protestas en el país.
La empresa Dalian importó 233,000 dólares en mariscos durante el pasado año fiscal.
El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que la acción de la CBP «ayuda a impedir que los abusadores de los derechos humanos se beneficien del trabajo forzado». El Departamento de Estado revocó más de una docena de visados de «individuos cómplices de la pesca ilegal, no declarada y no regulada con vínculos con el tráfico de personas», añadió.
El Departamento de Estado, en su informe sobre derechos humanos de 2020, también documentó la petición de ayuda de tres pescadores indonesios que dijeron estar atrapados en un barco pesquero chino, maltratados y obligados a trabajar jornadas de 20 horas sin remuneración.
Estados Unidos ha impuesto una serie de prohibiciones de importación por la preocupación que suscita el trabajo forzado en China. La mayoría de las medidas se han centrado en la región china de Xinjiang, donde más de un millón de uigures y otras minorías musulmanas han sido recluidos en campos de internamiento para ser sometidos a torturas y otros abusos.
Otros grupos religiosos perseguidos, siendo uno de los más numerosos el de los practicantes de Falun Gong, también son víctimas del trabajo forzado en prisión. El informe del Departamento de Estado citaba a una mujer obligada a fabricar flores artificiales, cosméticos y ropa, de lo cual reportó The Epoch Times el pasado agosto.
La Administración Trump, durante su última semana de gobierno, ordenó una amplia prohibición de todos los productos de algodón y tomate procedentes de Xinjiang, uno de los principales productores de algodón del mundo, en medio de reportes de que cientos de miles de uigures fueron obligados a recoger algodón en la región. La amplia prohibición podría tener un gran impacto en la industria textial a nivel mundial.
Con información de Reuters.
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