El médico de Donald Trump confirmó el 18 de mayo que el presidente ha tomado el medicamento antipalúdico hidroxicloroquina y zinc para reducir su riesgo de contraer COVID-19.
El médico del presidente, Sean Conley, dijo en una carta publicada por la Casa Blanca el lunes, que él y Trump decidieron que debía tomar el medicamento, ya que «el beneficio potencial del tratamiento superaba los riesgos relativos».
Conley no reveló en su carta cuánto tiempo el presidente habría tomado la droga, o cuál es su dosis actual.
Apenas unas horas antes, Trump comentó durante una reunión en la Casa Blanca que había estado tomando hidroxicloroquina diariamente como medida preventiva durante una semana y media.
La droga ha sido promocionada por Trump como un posible tratamiento para combatir el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), el nuevo coronavirus que surgió en Wuhan, China, el año pasado. La hidroxicloroquina también se utiliza para tratar el lupus y la artritis reumatoide, y ha estado en el mercado durante décadas.
«Resulta que la estoy tomando», señala Trump a los periodistas el lunes. «Han salido muchas cosas buenas. Te sorprendería saber cuánta gente lo está tomando, especialmente los trabajadores de primera línea».
Conley señaló que hace dos semanas, el personal de la Casa Blanca dio positivo para COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh. El 8 de mayo, la secretaria de prensa del vicepresidente Mike Pence, Katie Miller, dio positivo para el virus.
Tanto Pence como Trump fueron examinados posteriormente para el virus, y ambos casos fueron descartados.
«El presidente tiene muy buena salud y se ha mantenido libre de síntomas», escribió. «Recibe regularmente pruebas de COVID-19, todas negativas hasta la fecha.
Trump expresó que consultó a Conley sobre la posibilidad de tomar el medicamento y Conley no se opuso a prescribirlo.
«En consulta con nuestros socios interdepartamentales y expertos en la materia en todo el país, continuó monitoreando la miríada de estudios que investigan las posibles terapias con COVID-19, y anticipó emplear la misma toma de decisiones médicas compartidas basadas en la evidencia disponible en el futuro», agregó el médico presidencial.
Se han realizado varios ensayos clínicos para ver si el fármaco es eficaz en la lucha contra el virus. Un estudio reciente realizado por la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York encontró que una combinación de hidroxicloroquina y zinc ha sido efectiva en algunos pacientes con el virus.
Y se ha iniciado un nuevo ensayo que evalúa la combinación de hidroxicloroquina y azitromicina contra el virus, anunció la semana pasada el Dr. Anthony Fauci, miembro del grupo de trabajo de la Casa Blanca sobre la pandemia.
La Administración de Fármacos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) se ha pronunciado en contra de tomar hidroxicloroquina y cloroquina para tratar el virus fuera de los hospitales o de los ensayos clínicos en curso. La agencia mencionó que el medicamento puede causar ritmos cardíacos anormales o crear un ritmo cardíaco rápido.
El presidente aseguró el lunes que no ha tenido ningún efecto secundario de la droga y que no tiene ningún síntoma de COVID-19.
«No voy a salir dañado por ello. Ha existido durante 40 años», destacó Trump, y añadió que «se sorprendería de la cantidad de gente que está tomando» la droga. «Para la malaria, para el lupus, para otras cosas. Yo la tomo. Los trabajadores de primera línea la toman. Muchos médicos la toman».
Trump no posee acciones en la empresa que produce la droga, explicó y agregó que quiere que los estadounidenses no se enfermen.
«No quiero que se sientan enfermos. Y hay una gran posibilidad que esto tenga un impacto, especialmente al principio», indicó. «Tomo una pastilla todos los días. En algún momento, dejaré de hacerlo. Lo que me gustaría es tener la cura y/o la vacuna y eso sucederá, creo que muy pronto».
La decisión de Trump de tomar hidroxicloroquina ha recibido críticas, como Nancy Pelosi (D-Calif.) que el lunes en una entrevista con «Anderson Cooper 360» de la CNN, dijo: «Es nuestro presidente y preferiría que no tomara algo que no ha sido aprobado por los científicos, especialmente en su grupo de edad y en su, digamos, grupo de peso, lo que dicen que es ‘obesidad mórbida'».
El examen médico del presidente publicado el año pasado encontró que Trump, con 6 pies y 3 pulgadas (1.90 m), pesaba 243 libras (110 kg), lo que lo ubica en el grupo de peso «obeso», no «mórbidamente obeso». También declaró que el presidente, que cumplirá 74 años el próximo mes, tomaba medicamentos para reducir el colesterol.
El líder de la minoría del Senado Charles Schumer (D-N.Y.), mientras tanto, declaró que cree que es una decisión «imprudente» y «peligrosa».
«Lo conozco diciendo que la está tomando, sea o no, es imprudente, imprudente, imprudente», argumentó Schumer a MSNBC. «Da a la gente falsas esperanzas, hace que la gente evite la atención médica real, y puede realmente causarles problemas. Es simplemente peligroso lo que hizo».
Jack Phillips contribuyó a este informe.
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